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lunes, 26 de octubre de 2015

LA VIDA SECRETA DE EVA BELL (Uncanny X Men Annual v3) de Brian Michael Bendis y Andrea Sorrentino

Título: La Vida secreta de Eva Bell (Imposible Patrulla-X, vol.1 , 36) 
Editorial española: Panini Comics
Publicado originalmente como: Uncanny X-Men Annual v3 y All New X-Men Annual 1 (Marvel Comics)
Guionista: Brian Michael Bendis
Dibujante: Andrea Sorrentino
Colores: Marcelo Maiolo

Sin entrar en una de esas discusiones en las que acabó enfrentado al resto de la humanidad, la actual (aunque a puntito está de tocar a su fin) etapa de Brian Michael Bendis en las dos colecciones mutantes pricipales a día de hoy, Uncanny X-Men y All New X-Men, tiene, cómo tantas otras antes que la suya, cosas buenas y cosas malas, pero desde luego no es ni de lejos la podredumbre que mucha gente afirma que es. De entre los mejores elementos que el susodicho nos deja para la posteridad, destaca por encima de otros el personaje de Eva Bell, uno de los primeros "nuevos mutantes" que la atípica Patrulla X de Scott Summers reclutó para su autodenominada revolución mutante durante los primeros compases de la actual cabecera. A lo largo del transcurso de la serie, la joven australiana ha sido tratada por su creador con el suficiente mimo cómo para ganarse el interés del público, por lo que no es de extrañar que el empeño de Bendis no se quede en presentarla cómo una más dentro del extenso catálogo mutante, sino en intentar darle un protagonismo cómo uno de esos personajes que el fan de turno va a tener que tener en cuenta a la larga. De ahí la razón de que sea protagonista del primer annual de ambas series, una historia dividida en dos capítulos que ,bajo el título de La vida secreta de Eva Bell , se convierte en el lacre dorado con el que se cierra la carta de presentación de Eva Bell, también conocida como Tempus, para todo marvelita que se acerque a las series mutantes hoy día.
La trama es tal y como sigue. Allá hacia mediados de la andadura de Bendis en Uncanny X Men, los novatos reclutas de la escuela de Cíclope eran enviados a un lugar llamado Tabula Rasa, un pueblo de Estados Unidos en el que, a causa de una serie de eventos que no es momento de explicar ahora, conviven criaturas monstruosas de toda índole, para una sesión de entrenamiento en un escenario real. Durante dicho entrenamiento Eva, usando una de sus burbujas temporales, desapareció del lugar de la acción para reaparecer minutos después aparentemente intacta pero con un aspecto más envejecido. Lo que nos cuenta esta historia es que ocurrió en aquellos minutos, pues lo que para el resto de sus compañeros fueron instantes para Eva Bell fue un largo periplo que recorrer, atrapada en un tiempo desconocido sin la capacidad para volver a su época.
La historia del personaje atrapado en un tiempo que no es el que le corresponde es un tópico que se ha explorado en Marvel hasta la saciedad, desde las incontables veces que se ha tratado en las páginas de Capitán América hasta la última muestra que tenemos actualmente en All New X-Men con la Patrulla X original y adolescente atrapada en la continuidad actual. Por tanto, en este aspecto, Bendis no descubre nada nuevo, pero lo que sí hace es aprovechar la ocasión para hacer todo tipo de referencias a cuantas líneas temporales y eventos pasados de la continuidad del Universo Marvel se le ocurren, aprovechando tanto para hacerse algo de autobombo con referencias a Invasión Secreta o a Reinado Oscuro, cómo para rescatar alguna que otra línea temporal abandonada, sorprendiendo el "cameo" de la realidad de los cómics de Killraven (aquella en la que los marcianos de la Guerra de los Mundos de H.G. Wells conquistaban la Tierra) o el viejo Oeste de los cómics sesenteros de Rawhide Kid, escogiendo de entre todas las líneas temporales a las que dar mayor protagonismo una en concreto que no voy a spoilear (sólo puedo decir que es muy noventera) pero que poco a poco está volviendo a la luz, ¿Acaso nos espera un revival de dicha continuidad en toda regla?.

Reto marvelita: Encuentra todas las referencias posibles. 

Al margen del placer friki que supone hacer estas cosillas, Bendis también aprovecha para colar un cameo de Morgana Le Fay, otro de esos personajes que Bendis usó en el pasado para juguetear con los viajes en el tiempo, primero en las páginas de Poderosos Vengadores y más tarde en las de Vengadores Oscuros, así como de dejarnos caer una vez más pistas sobre el prometido desenlace de su actual etapa.
Lo que consigue con todas estas chorraditas no es otra cosa que hacernos olvidar que estamos ante una trama vista mil veces y tenernos entretenidos durante casi sesenta páginas a la vez que deja lucirse a un personaje tan atractivo como la protagonista.
Aunque bien es verdad que el efecto no sería tan efectivo si Bendis no contara con la ayuda de su partenaire, el italiano Andrea Sorrentino, uno de los dibujantes actualmente en el punto de mira de muchos tras su estelar paso junto a Jeff Lemire por Green Arrow, una etapa que aún no he podido degustar pero que me cago por hacerlo. Lo que hace este señor, al cual he descubierto con este Annual dicho sea de paso, es pura magia. Su trazo me recuerda un poco al de Jae Lee pero mucho más depurado, con menos abuso del sombreado (por tanto, mucho más flexible en cuanto al tono del dibujo), sus fondos para los escenarios son acojonantes, el uso que hace del contraste, los claroscuros y los tonos blancos es digno del manual del buen hacedor, la composicion de sus dobles páginas quita el hipo...sin duda, uno de los dibujos más espectaculares y llamativos con el que me he topado en mucho tiempo, por lo que no me sorprende la decisión de Marvel de fichar con un contrato en exclusiva a este señor el cual estoy seguro de que en cuanto le dejen un poco de vía libre nos va a deleitar con auténticas obras maestras (espero no equivocarme).

Eva Bell y Sorrentino: deslumbrando dentro y fuera de la viñeta

Así pues, un dibujo cojonudo, una trama vista pero entretenida por la acertada labor del guionista y un personaje protagonista llamativo. Tomen nota autores comiqueros del mundo, que así es como se hace un Annual. Sin duda uno de los momentos, sino el más brillante de toda la etapa de Bendis en las cabeceras mutantes. Cuando se quiere, se puede.


LOBEZNO: ENEMIGO DEL ESTADO de Mark Millar y John Romita Jr.


Título: Lobezno: Enemigo del Estado (Lobezno v4, #1-3 / Marvel Deluxe: Lobezno: Enemigo del Estado)
Editorial española: Panini Comics
Publicado originalmente como: Wolverine v3, #20-25
Guionista: Mark Millar
Dibujante: John Romita Jr.
Entintado: Klaus Janson
Colores: Paul Mounts

Continuamos con uno de los más conocidos trabajos de uno de los grandes guionistas "Midas" de la actualidad: Mark Millar. Puede gustar más o menos, pero nadie puede negar que Millar tiene una carrera envidiable para cualquier autor comiquero, con sendas etapas en Superman The Flash dentro de DC, reonocidas etapas en Marvel dentro de 4 FantásticosUltimates Ultimate X-Men, amén de ser el principal instigador detrás de uno de los eventos marvelitas más importantes de la historia, Civil War, así cómo de toda la franquicia surgida a partir de Kick-Ass y los productos derivados del éxito de esta (NemesisSupercrooks,etc), por no hablar de sus trabajos fuera de las dos grandes editoriale, dónde Wanted: Se Busca y una reverenciada pero corta etapa en The Autority. Vamos, que sin duda un autor merecedor de todas las buenas críticas y del éxito entre el público, y sobre todo económico, que esto conlleva, con el cual tendríamos para meses y meses de reseñas pero al cual hoy me acerco para hablar de una de sus obras con la que nunca antes había tenido contacto (primera lectura, hermanos), que no es sino su primer contacto (de las dos colaboraciones que realizó para Marvel) con el personaje de Lobezno: Enemigo del Estado.
La historia comienza cuando Lobezno, durante una misión personal en Japón, es víctima de una trampa y asesinado a manos del Gorgón, el nuevo aliado superhumano de la organización terrorista HYDRA, la cual procederá a lavarle el cerebro y liberarlo, convertido en una marioneta a su servicio, cómo principal instrumento de un plan de dominación a gran escala. En el camino del ahora más peligroso que nunca Lobezno se cruzarán los 4 Fantásticos, Daredevil o la propia Patrulla-X, a la vez que Nick Furia y SHIELD, ayudados por la experimentada asesina ninja Elektra dan caza al descontrolado mutante de las garras de Adamantium.

Lobezno entra en escena vestido de calle. Se masca la tragedia en el aire.

Como se puede comprobar, la historia no da mucho de sí, es una trama propia de un cómic "blockbuster", como me gusta llamarlos, como Dios manda, en el que el argumento en este caso no es sino un pretexto para lanzar a Lobezno a darse de ostias con algunos de los personajes más destacables del Universo Marvel. Sin embargo, en el transcurso de los seis números que componen el arco argumental los personajes cruzan medio mundo, de Sudamérica a Japón, y de este a Nueva York, y transcurren varias semanas durante el desarrollo de los acontecimientos, sin que por ello resulta atropechado el ritmo de la trma, lo cual me retrotrae a los gloriosos tiempos pasados, las décadas de los 70 y los 80, dónde las historias se contaban con todo detalle en poco tiempo, los tiempos en los que, por ejemplo, el maestro Chris Claremont podía componer una saga tan cojonuda como Días del Futuro Pasado en apenas dos números de la Patrulla-X. Mark Millar puede ser perfectamente en este caso una reedición adaptada a los tiempos modernos de este estilo de composición de guiones, y lo demuestra perfectamente con unos diálogos ágiles y que cuando tienen que explicar detalles de la trama lo hacen de la manera más clara y concisa posible.
La composición del Lobezno de Millar es quizá un acercamiento al personaje destinado al fan menos exigente, pues si bien a lo largo de toda la trama se nos intenta mostrar a la auténtica personalidad de Lobezno resistiéndose a la manipulación mental sufrida y sufriendo por ello el conflicto moral propio de aquel que no es capaz de controlar sus acciones, durante la mayor parte de la trama lo que vemos es al Lobezno más salvaje y violento, con una personalidad más propia de un depredador que de un ser humano, lo cual, no nos engañamos, es lo que más vende entre el público general. Ver a este Lobezno darse de palos, por ejemplo, con La Cosa de los 4F o con la mitad de la Patrulla-X es sin duda un espectáculo, pero un espectáculo más palomitero que otra cosa que apenas aporta nada al personaje, lo cual no resta calidad para nada al cómic, si uno sabe a lo que se enfrenta, claro.
Si bien Lobezno es el protagonista absoluto de la historia, es indudable que la coprotagonista de la historia es Elektra. Es curioso ver a este personaje tan ligado al mundo de Daredevil cobrar un papel tan importante en una historia tan alejada de este personaje, contagiándose de ese síndrome que parece afectar a personajes tan vinculados a un cómic concreto cuando salen de las páginas de este, un síndrome que los hace brillar por sí sólos. En el personaje de Elektra vemos una evolución interesante a lo largo de la trama, pues si bien al principio se nos presenta como asesora de SHIELD durante un ataque terrorista de la Mano, un trabajo de mercenaria en toda regla, conforme avance la trama, y una vez se confirma la relación del clan ninja al que tantas veces se ha enfrentado con HYDRA y el lavado de cerebro de Lobezno, la persecución llevada a cabo por la asesina se convierte en una misión personal, en la que el deber de detener a sus enemigos y el orgullo (no en vano Elektra se autocaracteriza como una asesina infalible que, sin embargo, es básicamente humillada por Lobezno en su primer encuentro) se mezclan a partes iguales, un conflicto que llegará a su clímax en el quinto número de la saga, no en vano, el número en que el Diablo de la Cocina del Infierno hace su particular cameo en la historia.

Acompañando a Millar a los lápices tenemos a uno de esos dibujantes que polarizan a los lectores: John Romita Jr. Genio para algunos, un inútil para otros,  John Romita Jr., hijo del mítico dibujante John Romita Sr., puede presumir de haber trabajado con prácticamente todos los personajes principales del Universo Marvel, en etapas clásicas tan míticas como el Iron Man de David Michelinie o el Daredevil de Ann Nocenti, cómics que seguramente el señor Millar leyera de joven, con lo que no es de extrañar que en cuanto pudo le pidiera una colaboración, colaboración que fructificó, pues el equipo Millar-Romita Jr. se ha reforzado con el paso del tiempo, siendo este el responsable de los lápices de todas las entregas de la franquicia Kick-Ass desde la publicación de su primer número. El caso es que Romita Jr. es amado y odiado por el público por la misma razón: su estilo particular se aleja del realismo para caricaturizar a los personajes, mediante un dibujo que huye de la complejidad para abrazar las formas simples y, en ocasiones, angulosas. Dicho estilo puede resultar atractivo para ciertos personajes, pero fatal para otros muchos, y ese es el gran problema del señor Romita, que tiene trabajos mejores y peores. Por ejemplo, su Spiderman que realizó con J.M. Straczynski es una gozada, pero en gran medida porque, aparte de ser un superhéroe más cachondo que la mayoría, es un personaje que salta, trepa por las paredes y se retuerce de mil maneras. Sin embargo, su trabajo en los Vengadores de Bendis es sencillamiento horroroso, pues su estilo tan cuadriculado acaba convirtiendo a Thor y a Iron Man en una especie de "muñecos de cartón" que no pegan para nada con el tono de los personajes.

Lobezno vs Elektra. Primer asalto.

En el caso de Enemigo del Estado, podemos decir que su trabajo tiene sus más y sus menos y que, en muchas ocasiones, resulta atractivo por atenerse a la regla no escrita de "un buen entintador te puede sacar de un aprieto", y es que aquí contamos con un entintador tan mítico cómo Klaus Janson, el encargado de la díficil tarea que fue entintar el Batman de El Regreso del Caballero Oscuro de Frank Miller. El caso es que, cómo visión conjunta, el dibujo de Romita Jr. resulta consonante con lo que se está contando en la historia tanto en tono, como en estilo (cómo he dicho más arriba, esto es un blockbuster de acción, así que tampoco es que necesitemos a Miguel Ángel a los dibujos). Su Lobezno y su Elektra son realmente atractivos, sobre todo en las páginas más curradas (ese Lobezno bajo la lluvia al principio de la saga, o esa pelea de Elektra en el quinto número...), pero las limitaciones de Romita se ven cuando le toca dibujar a ciertos personajes cómo Kitty Pryde (que en ciertas viñetas llega a parecer un hombre) o el Capitán América (que si bien no es una basura, necesitaba de un mayor empeño que llegaría años más tarde durante el comienzo de la actual etapa de Rick Remender en la colección del capi), por no hablar de sus personajes "no humanos" (su Cosa y su Bestia son realmente infames). Aun así, con sus defectos y sus virtudes, el conjunto no desluce en absoluto, que es lo importante.

Si tenemos en cuenta todo lo comentado, podemos asegurar que Enemigo del Estado no es para nada la gran historia de Lobezno, ni tampoco una obra maestra, pero si es un tebeo que resulta fácil de leer y realmente entretenido, y que seguramente aguantará bien el paso del tiempo y merecerá alguna relectura de la que seguro que se podrá sacar mucho más contenido que de esta primera. Mark Millar y Romita Jr. cerrarían su primer contacto con Lobezno con una segunda saga, Lobezno: Agente de SHIELD, para, posteriormente, separarse del personaje. El segundo se volvería a encontar con él en otras colecciones, pero el primero tomaría buena nota de lo aprendido en la aventura para volver años después al personaje acompañado de un auténtico monstruo de los lápices como es Steve McNiven para parir una auténtica obra maestra y el que sí es uno de los mejores cómics de Lobezno de la historia: El Viejo Logan.

TOKYO GHOUL 1 y 2 de Sui Ishida



Título: Toky Ghoul #1-2
Editorial española: Norma Editorial
Publicado originalmente como: 東京喰種トーキョーグール (Tōkyō Gūru), Tankobon#1-2
Guionista: Sui Ishiida
Dibujante: Sui Ishiida

Primero fue una compañera de clase que decía que prácticamente mojaba las bragas de la emoción leyéndolo. A ella le siguió las alabanzas  generalizadas de los medios especializados, y continuó con el agotamiento de la primera edición española del primer tomo. Las señales estaban claras. El mundo me estaba pidiendo que leyera Tokyo Ghoul. Y ahora, una vez adquiridos y leídos los dos primeros tomos, mientras contemplo lo bien que quedan los mismos en la estantería, colocados en la cajita promocional que me regalaron con la compra, me dispongo a contaros las primeras impresiones que me ha causado la lectura del nuevo "manga del momento".
La trama se desarrolla en un Tokyo alternativo pero muy similar al actual con la salvedad de que se encuentra asediado por una serie de criaturas caníbales sobrenaturales que se camuflan bajo la forma de seres humanos conocidas como ghouls. En este contexto, el joven Ken Kaneki tiene un encuentro con una de estas criaturas que acaba en fatalidad cuando un accidente acaba con la vida del monstruo y obliga a los médicos a sustituir los órganos dañados del joven con las vísceras del ghoul difunto. Ahora, Kaneki es un "ghoul" a su pesar, y como tal deberá integrarse en los submundos de Tokyo, aprender sus reglas y sus peligros y sobrevivir como buenamente puede a estos.
A pesar de contar con elementos fantásticos resultantes de una especie de híbrido entre el género zombie y el de vampiros, Tokyo Ghoul es, al menos por lo que llevo leído, un manga fundamentalmente urbano, en el que se pone más empeño en retratar esa sociedad dentro de una sociedad que es la de los ghouls que regalarnos escenas de acción o un ritmo frenético. Los dos primeros tomos son, por lo que parecen, meramente introductorios, y cómo tal, apenas tienen páginas que se puedan considerar de relleno, pues cada capítulo constituye un aporte nuevo destinado a enriquecer el universo en el que se mueven los personajes, presentándonos los hábitos de alimentación de los ghouls, sus costumbres o sus jerarquías dentro de la sociedad. Igualmente se agradece que el autor no construya un mundo de blancos y negros, y que en su lugar deje mucho espacio a los grises, presentándonos unos personajes con aristas morales, tanto dentro de los "buenos" ( vease ese Kaneki resistiéndose a comer carne humana aun a riesgo de morir por ello; o ese personaje de Touka tomándose la venganza por su cuenta, por no hablar del anciano propietario del Anteiku y su papel como lo más similar a una figura respetada por todos dentro de la comunidad de ghouls, o de Hinami, una niña en un mundo de monstruos) cómo de los villanos, y no hablo tanto de Nikishi y su personalidad cercana a la de un sociópata moderno, o de Mado (un psiópata, directamente), cómo de ese personaje del que, de momento, nos han enseñado poco, que es Amon, una "paloma" (agentes de la ley encargados de acabar con los ghouls por todos los medios) de la cual, por lo que uno intuye en sus breves apariciones, parece tener alguna motivación detrás de ese comportamiento obsesivo para con la muerte de los ghouls.
Al margen de todos estos elementos introductorios, el autor se guarda un par de momentos de acción en la manga en los que despliega todo el potencial terrorífico de los ghouls, tanto en las formas adoptadas por los mismos como en el gore mostrado al lector, consiguiendo con esto un aspecto siniestro y "creepy" que, unido al ritmo de la acción y a la estructuración de los diálogos, entre otros detalles, otorgan al manga de un tono que hace pensar que se trata de una especie de seinen camuflado como shonen, esto es, un manga para adultos presentado para el público con una forma que lo hace parecer más un manga juvenil.

Kaneki presentado con su look enmascarado (realmente molón) que tanto ha gustado al fandom


A la trama presentada la acompaña un arte de esa que entra por los ojos sóla, mundana en la mayoría de los paneles, pero increíblemente atractiva en las viñetas más curradas, aquellas de página completa ( o prácticamente de página completa) o que presenten momento de especial interés para la trama (vease la presentación de la máscara más arriba o la escena de acción entre el "ghoul conejo" y Mado en el segundo tomo). Por tanto, nada fuera de lo común, pero que tampoco merece ser ninguneado por el lector.
Uniendo todos estos elementos tenemos que los dos primeros tomos de Tokyo Ghoul resultan contener una trama meramente introductoria, presentándonos un universo y unos personajes volubles y dejándolo todo atado y claro para poder meterse en el futuro, digo yo, en el grueso de la historia del manga sin ningún impedimento que cargar a cuestas, todo ello acompañado de un dibujo, por lo general, sobrio, que no distrae al lector de la trama más de lo necesario. Por tanto, unas primeras impresiones favorables de lo que parece ser un manga que, si es manejado con cautela y conciencia por el autor, puede tratarse de todo un pelotazo digno de figurar en un puesto de honor en mi colección particular.


El "mordisquito" que da comienzo al calvario del joven Kaneki