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lunes, 27 de junio de 2016

LEPRECHAUN 2 de Rodman Flender


Título: Leprechaun 2
Director: Rodman Flender
Año: 1994
Guión: Turi Meyer y Al Septien
Intérpretes: Warwick Davis (Leprechaun), Shevonne Durkin (Bridget), Charlie Heath (Cody), Sandy Baron (Morty)

Primera secuela de las andanzas del duende irlándes y última entrega de la saga que tuvo la fortuna de ver la gran pantalla (por lo menos en USA porque aquí en España, por lo que tengo entendido, no llegó a  aparecer de ninguna de las formas, permaneciendo inédita hasta el día de hoy). En esta ocasión el Leprechaun reaparece en Hollywood en el presente en su cumpleaños número 2000 con el objetivo de hacerse con una esposa, o más bien, forzarla contra su voluntad al emparejamiento. La elegida será la descendiente de un antiguo sirviente del duende contra el que juró venganza y los encargados de detener los planes del engendro serán el novio de la joven y el tío de este último, un buscavidas.
Repite Warwick Davis interpretando al Leprechaun (y una vez más, comiéndose la pantalla con sus rimas, su repugnante maquillaje obra de Gabriel Bartalos y su acento impostado) en una trama que toma un giro respecto a la película original, pues si bien el oro del duende hace acto de presencia no es para nada el eje principal de la misma. La película mantiene el ritmo de gags de la anterior película (aunque menos efectivos que en la primera entrega) y se recrea un poquito más en las muertes causadas por el duende, algunas de las cuales recuerdan a la aún no estrenada por aquel entonces Wishmaster, con lo cual uno se pregunta quién se inspiró en quién al final en este tipo de películas (aunque ambas sean deudoras de las secuelas de Pesadilla en Elm Street). Sin ser especialmente memorable en ningún momento se aguanta bastante bien hasta el final, quedándose un servidor con la  escena de la competición a whiskazos entre el Leprechaun y Sandy Baron en la que ambos son coreados respectivamente por un grupo de enanos (entre los cuales nos encontramos a Tony Cox, enano negro reconocible de películas como Bad Santa o Epic Movie entre otras comedias) y de personas normales. Acompañan al protagonista una serie de actores de mierda que apenas han hecho nada más con su carrera, de los cuales destaca el ya mencionado Sandy Baron, cómico de segunda que por lo menos gozó de un papel recurrente en la popular serie de TV Seinfeld. Dirige el tinglado el señor Rodman Flender que no volvió a trabajar en el cine y se dedicó el resto de su carrera a dirigir capítulos de series de televisión.
A pesar de que llegó a cubrir costes en su momento, estaba claro que la vida del Leprechaun en la gran pantalla había tocado a su fin. Tocaba conquistar el videoclub con las secuelas que vendrían, para las cuales se perdería ya por completo la poca seriedad que todavía intentaba mantener esta segunda entrega. Muy olvidable (basta con ver la mierdireseña que acabo de hacer).Únicamente para los completistas que quieran revisionarse toda la saga.