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domingo, 27 de noviembre de 2016

LA MANTIS MALDITA de Yip Wing Cho


Título : La Mantis Maldita (Dian tang lang)
Director: Wing-Cho Yip
Año: 1980
Guión: Hsin Yi Chang
Intépretes: Leung Kar Yan (Ah Chi), Wong Yat Lung (Niño), Chien Yuet Sat (Abuelo), Eddie Ko (General)

Un joven luchador de artes marciales trabaja en una ciudad china indeterminada como dependiente en una pescadería, dónde entrena sus reflejos atrapando las gambas que sirven directamente del agua con sus manos desnudas. Un buen día se enfrenta a unos matones miembros de la mafia criminal del pueblo dirigida por un malvado maestro de kung-fu, lo cual le gana a nuestro héroe la expulsión de su clan. En su búsqueda de venganza contra sus enemigos entablará amistad con un niño de la localidad y con su abuelo, un viejo maestro experto en el estilo kung-fu de la mantis.
Pues una peliculita de kung fu de las mejor consideradas de los 80. Habiendo atravesado ya las décadas de los 60 y 70, la época dorada del cine de artes marciales, al género aún le quedaba fuerzas para que algunos títulos que continuaran lo que se popularizó en años anteriores. De esta manera, La Mantis Maldita sería una digna heredera del subgénero de comedia de artes marciales que tan bien cultivaron Jackie Chan y Sammo Hung en producciones míticas como Le Llamaban Dragón Gordo o El Mono Borracho en el Ojo del Tigre. De hecho, esta segunda cinta resulta más que influyente en La Mantis Maldita, hasta tal punto que esta cuenta con una escena en la que el niño compañero del protagonista combate contra unos esbirros del villano utilizando el estilo del kung-fu borracho al mismo tiempo que suena la música que ambientaba la secuencia en la que Jackie Chan aprendía las figuras de los dioses borrachos en la celebérrima película ya mencionada , aunque puede que esto sea culpa de los trajines de los montadores que se encargaron de pasar a la cinta por la tijera antes de su estreno en USA, los mismos que probablemente se encargaran de robar música al mítico compositor de italianadas de serie B, Riz Ortolani, para ambientar los créditos iniciales de la película. El que diga esto no es una tontería, pues por todos es sabido que en muchas ocasiones en los Estados Unidos se recortaban cachos enteros de estas producciones para que no sobrepasaran los ideales 90 minutos de duración, algo que resulta evidente en este caso en las secuencias finales del film, donde la comedia da un giro de ciento ochenta grados para tornarse en un desenlace dramático y sangriento donde la susodicha censura actuó mutilando algunos de los momentos más violentos de toda la película.
El barbudo protagonista y mejor coreógrafo de la película es Leung Kar Yan, actor habitual del cine de artes marciales setentero que apareció en cintas tan reconocidas dentro del género como El regreso de los supercamorristas o El Dios Dormilón y el Cachorro Despierto. Junto a él aparecen el niño Wong Yat Lung, que volvería a ponerse a las órdenes del director de La Mantis Maldita en Los pequeños grandes maestros; el veterano Chien Yuet San y el veteranísimo Eddie Ko, ambos con incontables cintas de kung-fu en sus filmografías. Todos ellos ejemplifican el estilo de actuar del hongkonés de aquella época y de aquel género, con unas sobreactuaciones estratosféricas de manual (en especial, el señor Leung Kar Yan, que en los momentos finales del film, donde desciende a la locura más absoluta, nos deleita con un festival de caretos en el que hay momentos que sus ojos parecen a punto de salirse de las órbitas...brutal).
Dirige la función Wing Yo-Chip, director de las ya comentadas El Dios Dormilón y el Cachorro Despierto y Los pequeños grandes maestros, así como de unas cuantas pelis de artes marciales más.
Como suele ocurrir con este tipo de producciones, La Mantis Maldita cuenta con unos cuantos títulos de diversa índole a lo largo del mundo. En USA la película se estrenó con el título de The Thundering Mantis, aunque también se la conocía en aquellas tierras como Mantis Fist Fighter. En Australia salió a la luz con el nombre de Mantis Fist Boxer, mientras que en Francia llegó a las pantallas bajo el título de Poing d'acier contre les griffes du tigre (o dicho en puro castellano: "Puño de acero contra las garras del tigre").
Sin llegar a ser una gran película del género, La Mantis Maldita si que cuenta con unas coreografías decentes, un protagonista que cae simpático, un giro de guión inesperado y, sobre todo, no resulta aburrida en ningún momento (algo que parecen compartir casi todas las películas de kung-fu de aquellos años). Merece un visionado.

PD: Mención aparte merece las diversas carátulas con las que contó la edición española en VHS, una de las cuales, la de VCA (la cual encabeza esta entrada), nos mostraba una amalgama entre una ilustración con un chino similar al prota de la peli, otro chino ejecutando una patada voladora y el melenas con cuchillo que aparecía en el poster español de la película Aquella casa al lado del cementerio de Lucio Fulci. Explotation en estado puro.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

GHOST IN THE SHELL de Mamoru Oshii


Título: Ghost in the Shell
Director: Mamoru Oshii
Año: 1995
Guión: Kazunori Itō (Basado en un manga de Masamune Shirow)
Intérpretes (voces): Atsuko Tanaka (Motoko Kusanagi), Akio ōtsuka (Batou), Iemasa Kayumi (Titiritero), Tamio ōki  (Jefe Aramaki), Kōichi Yamadera (Togusa) 

Aunque consumo anime y manga japonés con frecuencia aún después de tantos años me considero un profano en la materia. Es un mundo tan extenso y tan variado que me supera en todos los sentidos. Aun así tengo la suficiente experiencia como para tener conocimiento de ciertos aspectos del mundillo que cualquier aficionado supuestamente debería conocer. Así pues, antes del día de hoy conocía de sobra la existencia de Ghost in the Shell. Nacido en la forma de un manga seinen es considerada una de las obras cumbres del Cyberpunk moderno (ese subgénero de la fantasía futurista en el que la tecnología y la robótica juegan un papel fundamental) y su primera adaptación cinematográfica en forma de película animada se tiene como uno de los mejores largometrajes de anime de la historia. Aun siendo tan importante dentro del fandom, me cuesta creer como he tardado tanto tiempo en pegarle un visionado. Y lo que me he encontrado...bueno, ahora lo veréis.

La trama de Ghost in the Shell gira en torno a un mundo futurista donde la tecnología se ha implantado íntimamente en la sociedad hasta  el punto de que existe un gran número de seres humanos que presentan partes corporales cibernéticas, llegando en muchos casos a ser mas máquinas que seres humanos. En este mundo, la Sección 9 es un organismo encargado de perseguir diferentes delitos relacionados con el mundo cibernético y su principal brazo armado es la Mayor Kusanagi quien será la encargada de investigar un misterioso caso en el que varias personas con implantes cibernéticos han sido "hackeadas" para actuar contra su voluntad siguiendo las órdenes de un misterioso individuo que se hace llamar el Titiritero.
Lo primero que hay que decir de la película es que visualmente (más aún teniendo en cuenta los años que corrían) es acojonante. La animación tradicional deslumbra en cada secuencia y el poco y primitivo CGI no sólo no estorba sino que se integra perfectamente con el resto de la película. Ahora, dejando de lado el aspecto visual, toca hablar de lo que cuenta la película. Uno puede intuir perfectamente que esta nos está retratando un mundo futuro en el que la tecnología no solo ha pasado a ser parte fundamental de nuestras vidas, sino que nos ha devorado por el camino. En pro del progreso tecnológico el ser humano ha perdido en el camino su identidad como individuo, la idea del propio concepto de humanidad y hasta su sexualidad (no en vano el hecho de que la Mayor se ponga en pelotas cada dos por tres sin mostrar ningún tipo de pudor es una prueba fehaciente de esto último). En este mundo en el que el ser humano está prácticamente deshumanizado, los únicos que intentan plantearse estas incógnitas y descubrir que significa de verdad el ser humano son los cyborgs, los robots, las máquinas inteligentes. Al final de todo, son nuestras propias creaciones las que inician el camino para ocupar el lugar que dejamos en el mundo. Todo esto está claro y mola un cojón desde luego (aunque el mérito sea para el material original que adapta).
Lo que no mola tanto es la forma en la que esto se narra: escenas casi contemplativas intercaladas con diálogos completamente herméticos y las pocas escenas de acción, maravillosas eso sí, que son las que verdaderamente salvan a la película de ser un producto completamente tedioso que cuenta, por otro lado, con una maravillosa a la par que perturbadora banda sonora obra del compositor Kenji Kawai.
Con todo, uno puede soportar bastante bien Ghost in the Shell, más aún si se dispone a verla con una buena intención, sabiendo lo que va a encontrarse de antemano, pero no es ni de lejos la gran obra maestra que muchos venden aunque desde luego si es el punto de partida que muchas películas y animes que vinieron tomaron como referencia (particularmente la saga Matrix ha plagiado más que una homenajeado una enorme cantidad de conceptos de esta cinta).
El director tras esto es Mamuro Oshii, un japo con una larga carrera tanto en el anime como en las películas de imagen real, donde ha tocado principal géneros como la fantasía, el kaiju eiga y, por supuesto, la ciencia ficción.
El éxito de Ghost in the Shell tanto en Oriente como en Occidente fue desde luego notable y con el tiempo su estatus como película de culto ha propiciado una vida más allá del material original que contenía el manga. Así, a lo largo de los últimos años, la franquicia se ha expandido contando con dos películas más (Ghost in the Shell 2: Innocence en 2004 y Ghost in the Shell: The New Movie en 2015), un anime, Ghost in the Shell: Stand Alone Complex que , por decirlo de alguna manera, "rebooteaba" el universo de la película y que contó con dos temporadas, a las cuales siguió otro anime que actuaba como precuela a todo lo contado hasta el momento, Ghost in the Shell: Arise.
La última actualización en este mundo corre a cargo de Hollywood, que después de tantos años está por fin a punto de estrenar en 2017 la adaptación americana en imagen real de la obra, con Scarlett Johansson en el papel protagonista y Rupert Sanders, director de Blancanieves y la Leyenda del Cazador, tras las cámaras. El proyecto ha contado desde su inicio con el rechazo de otakus y fans varios, hasta el punto de que, como en otros ejemplos actuales como Los Cuatro Fantásticos de Josh Trank o el reboot de Cazafantasmas, se ha condenado y ejecutado a la película y su protagonista antes incluso de su estreno. Personalmente guardo esperanzas, pues si algo demuestra Hollywood día tras día es que, por lo general, el relleno y el tedio es eliminado de sus producciones en pro del puro espectáculo. Habrá que verla.


domingo, 6 de noviembre de 2016

LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS de Conrad Vernon y Greg Tiernan


Título: La Fiesta de las Salchichas (Sausage Party)
Director: Conrad Vernon y Greg Tiernan
Año: 2016
Guión: Kyle Hunter, Ariel Shaffir, Seth Rogen y Evan Goldberg (guión); Seth Rogen, Evan Goldberg y Jonah Hill (historia).
Intérpretes: Seth Rogen (Frank), Kristen Wiig (Brenda), Michael Cera (Barry), Bill Hader (Firewater), Nick Kroll (Douche), David Krumholtz (Kareem Abdul Lavash), Edward Norton (Sammy Bagel Jr.), Salma Hayek (Teresa del Taco), Jonah Hill (Carl), James Franco (Drogata), Danny McBride (Honey Mustard)

En los últimos años la comedia americana ha vivido un notable boom y un crecimiento imparable, cosechando un éxito tras otro. Muchos de estos triunfos han estado protagonizados por lo que uno podría denominar como "la Colegada", un grupo de jóvenes mentes que elevaron el concepto de "la unión hace la fuerza" a su máximo. Seth Rogen, Jonah Hill, James Franco, Michael Cera, Danny McBride, Evan Goldberg... echar un vistazo a sus respectivas filmografías es el equivalente a contemplar la mayoría de comedias de éxito de la última década. Personalmente opino que el humor que prodigan como supuestamente transgresor no deja de ser el clásico humor facilón y tontorrón fundamentado en chistes guarros muy poco originales, bromas con drogas y en meter una cantidad insana de tacos por minuto. Un tipo de humor que, por otro lado, me hace, salvo en contadas excepciones (las comedias televisivas de Danny McBride para la HBO serían una de ellas), muy poquita gracia.
El beber las mieles del éxito ha hecho que últimamente el tandem Rogen/Goldberg se arriesguen con una serie de excentricidades. La primera fue la producción de una adaptación en forma de serie de televisión de Predicador, el mítico cómic de Garth Ennis y el difunto Steve Dillon, la cual ha resultado, dicho sea de paso, bastante satisfactoria. La segunda ha sido este proyecto, La Fiesta de las Salchichas
La película gira en torno a las vivencias de una serie de productos de supermercado animados que descubrirán que toda su vida es una mentira y que en realidad, cuando son adquiridos por los seres humanos, no viajan a un paraíso utópico sino a un lugar de muerte y sufrimiento. Una salchicha llamada Frank será la encargada de desvelar la verdad a sus compatriotas y enfrentarse a aquellos a los que veneran como "Dioses".
El film surge como un intento de parodiar las clásicas producciones animadas con "objetos inanimados que cobran vida" tipo Toy Story, Cars y tantas otras, y sin embargo esta parodia se construye siguiendo el mismo esquema de estas películas con todos sus ingredientes, incluyendo la típica historia de amor y la moralina implícita. Si bien no trata temas como la amistad o la autoestima que podrían considerarse más "infantiles" si trata temas enfocados más a un público adulto como la falsedad y sinsentido de las religiones o la libertad sexual, algo absurdo por otro lado, pues la película no deja de estar repleta de ese humor cerdo, chabacano y estúpido que enmierda todo el posible potencial que hubiera podido tener como parodia, algo que queda enfatizado con referencias al racismo (con sus correspondientes estereotipos), al patriotismo americano o al conflicto Israelita-Palestino y, sobre todo, con una secuencia final que más que resultar graciosa da  puto asco. En conjunto uno siente que tenían unas bases muy buenas asentadas y un diseño inicial con mucho potencial y algunos personajes simpáticos que estropean tirando encima litros y litros de mierda licuada. 
Aun así, hay que decir que la peli tiene un buen ritmo (como cualquier otra película de animación, tampoco es que sea ningún mérito) y entretiene un rato, que ya es algo. Ahora, el objetivo principal de una comedia que es el hacer reír brilla por su ausencia (más aún si la ves en el cochambroso doblaje al español donde los pocos detalles que pueden hacer gracia por cuestiones idiomáticas se pierden completamente).
Para esta ocasión (y seguramente anticipando el boom que sabían que iba a ser esto), la Colegada echa mano de algún que otro actor famosillo, de manera que tenemos también sumándose a la fiesta a gente como Kristen Wiig (una de las cómicas mejor valoradas de los últimos años), Salma Hayek, Paul Rudd o el asqueroso de Edward Norton.
El guión está firmado a cuatro manos entre el tandem Rogen/Goldberg y otros dos individuos, Kyle Hunter y Ariel Shaffir, guionistas a su vez de una de las últimas comedias del señor Rogen, Los tres reyes malos, o dicho de otra forma, dos colegas más del susodicho.
Los directores escogidos para el proyecto son Conrad Vernon (director de Shrek 2, Monstruos contra Alienígenas y Madagascar 3) y  Greg Tiernan (máximo responsable de los dibujos animados de Thomas y sus amigos, protagonizados por una simpática locomotora), lo que parece ser una forma más que tienen los responsables de la cinta de gritar a los cuatro vientos, "'¡¡EH, MIRAD!! ¡¡Cogemos a directores de exitosas pelis de dibujos para mostraros que ellos también son transgresores como nosotros!! !!Debajo de la inocente animación Disney también hay pervertidos y depravados!!"...en fin.
Si no ha quedado claro, como comedia es una puta mierda. Como película de animación, una más.
Si querían vender esta película como un producto dirigido al público adulto han fracasado. Eso sí, han sabido encontrar toda una mina entre la chavalería borrega y estúpida que inunda nuestras ciudades. La prueba de este éxito es que, a partir de un presupuesto de 19 millones de dólares, han conseguido recaudar casi 137, consiguiendo además el beneplácito de una gran parte de los críticos especializados (que una vez más, demuestran ser los auténticos ignorantes dentro del mundillo). 
La Colegada ya se está frotando las manos y amenaza con una secuela mezclando animación con imagen real al estilo de ¿Quién engañó a Roger Rabbit?
Tan sólo nos queda temblar ante esto.


viernes, 4 de noviembre de 2016

EL INCREÍBLE HULK de Louis Leterrier



Título: El Increíble Hulk (The Incredible Hulk)
Director: Louis Leterrier
Año: 2008
Guión: Zak Penn y Edward Norton (no acreditado)
Intérpretes: Edward Norton (Bruce Banner/ Hulk), Liv Tyler (Betty Ross), William Hurt (General Thaddeus Ross), Tim Roth (Emil Blonsky), Tim Blake Nelson (Samuel Sterns)

Año 2008. Tras la finalización de la trilogía de Spiderman de Sam Raimi, de la primera trilogía de X-Men y de que la Fox declarara oficialmente muertas las franquicias de Daredevil y los Cuatro Fantásticos tocaba explorar nuevos terrenos. Nos encontrábamos todavía en una época en la que Disney aún no había comprado Marvel, ni había creado su propio estudio cinematográfico y distribuidora, Marvel Studios, ni se había apropiado de la práctica totalidad de los derechos de distribución de sus personajes (aunque poco faltaba), por lo que estos continuaban repartidos entre distintas compañías. Por un lado, de la mano de Paramount Pictures se estrenó en abril de dicho año 2008 la primera entrega de Iron Man , que fue todo un pepinazo y que, por todos es sabido, colocó la primera piedra que permitió el nacimiento del Universo Cinematográfico Marvel tal y como lo conocemos hoy día. Por otro, los estudios Universal preparaban su propio blockbuster para ese verano que no era otro que un reboot que adaptaba de nuevo los tebeos del Increíble Hulk (cuyos derechos había recuperado Marvel para dicha ocasión) a la gran pantalla. Previamente en 2003 ya habían tanteado esos terrenos estrenando la primera adaptación gorda de Hulk dirigida por Ang Lee (la cual si Dios quiere será algún día reseñada en esta santa casa). Esta película es sin duda alguna una "rara avis" dentro del cine de superhéroes y muchos fans criticaron en su momento lo densa que era y lo falta que estaba de escenas de acción. Así pues, tocaba hacer lo contrario: pirotecnia y espectáculo. Para ello la Universal echó mano de la agenda de contactos y contrató al francés Louis Leterrier (director de las dos primeras pelis de la saga Transporter), el cual ya había sido candidato previamente para dirigir Iron Man antes de que Jon Favreau se llevara el billete dorado. El resultado fue El Íncreible Hulk.
A pesar de venderse como reboot el film engaña al espectador al comenzar la acción en Brasil, donde terminaba el Hulk de Ang Lee. Allí Bruce Banner se esconde de los militares norteamericanos mientras intenta buscar una forma de curar su condición y eliminar a su alter ego de una vez por todas. Sin embargo, un accidente volverá a ponerle en la mira del ejército norteamericano y su viejo rival el General Ross a la vez que encontrará una nueva amenaza en la forma de un agente de operaciones especiales llamado Emil Blonsky.
Inicialmente se consideraron como potenciales protagonistas a David Duchovny (el agente Mulder de Expediente-X) y a Mark Ruffalo (quien, irónicamente, encarnaría al personaje en Los Vengadores en la que es para muchos, incluido un servidor, la versión cinematográfica definitiva del Goliat Esmeralda), pero finalmente los productores decidieron fichar como protagonista a un ser repugnante y asqueroso que fue bautizado por su madre como Edward Norton. Este señor tenía ganada a pulso en Hollywood una fama de megalomaníaco y controlador que una vez más volvió a demostrar en esta ocasión exigiendo reescribir el guión a su antojo como requisito para aceptar el rol, cosa que hizo hasta el punto de retocar constantemente sus escenas durante todos los días que duró el rodaje. Dicho esto, he de decir que ni Norton es tan buen actor como para exigir esos caprichos (de hecho, en mi opinión y salvo contadas excepciones, es un actor muy del montón e hipersobrevaloradísimo), ni demuestra aquí ese supuesto talento ni convence físicamente en ningún momento como Bruce Banner. Tampoco es que uno pida maravillas para una peli de estas características, pero por lo menos que uno se crea de verdad a los personajes sería algo deseable. Esto último es un hecho que también ocurre con la "partenair" de Norton, la señorita Liv Tyler, que no solo no convence tampoco como Betty Ross sino que además llega a convertirse en un personaje francamente molesto que estorba más que ayuda a fortalecer el conjunto de la película.
Junto a la parejita tenemos también como villanos a William Hurt como el General Ross y a Tim Roth como Emil Blonsky, más conocido en las páginas de los cómics como la Abominación. El primero queda retratado perfectamente moviéndose en esa línea difusa entre el militar que sabe con certeza que el monstruo verde que caza es una amenaza sin parangón y el civil con un resentimiento particular hacia el hombre dentro del monstruo. El segundo se aleja de su caracterización del tebeo para mostrarse como un soldado veterano de mil batallas que acaba obsesionándose con el poder que representa Hulk y, sobre todo, con la idea de derrotarlo en combate. Una reinterpretación cojonuda del personaje y un trabajo muy solvente de Tim Roth (quien por cierto estuvo en la película finalmente por insistencia de Leterrier, pues ni Norton ni la productora lo querían dentro del proyecto) que resulta ser posiblemente lo mejor de la película.
En papeles muy secundarios y con objetivos claramente referenciales encontramos a Ty Burrell encarnando a un psicólogo conocido como Leonard (y más conocido en los cómics bajo el pseudónimo de Doc Samson) y a Tim Blake Nelson interpretando a un científico llamado Samuel Sterns, que no es sino el alter ego del mítico villano de Hulk conocido como el Líder (un dato con el que, de hecho, jugaron en la película de cara a potenciales secuelas).  Igualmente y ya que estamos tratando el tema referencia, la película no anda escasa de estas (aparecen los famosos pantalones morados del Goliat Esmeralda, alguna que otra mención a SHIELD y un cameo de cierto superhéroe marvelita de gran importancia) pero sorprende sobre todo la cantidad de referencias a la serie de TV protagonizada por Lou Ferrigno y Bill Bixby, sobre todo en la secuencia de apertura del film, y es que al parecer tanto Tim Roth como Leterrier y el guionista Zak Penn son grandes fans de la susodicha serie, especialmente este último, el cual quería acercar más la película a ese espíritu televisivo, un deseo que lamentablemente no pudo cumplir. Además, como detalle curioso, hay que recalcar la existencia de una escena eliminada en la que Banner viaja al Ártico para intentar suicidarse, logrando solo que Hulk resurja y provoque la destrucción entre casquetes de hielo. En dicha escena aparece entre los casquetes resquebrajados y en forma de cameo el escudo del Capitán América, de manera que de haberse incluido oficialmente esta escena dentro del metraje, no habría sido otro que el Goliat Esmeralda el responsable de desenterrar al mismísimo Steve Rogers de su prisión helada.
Indudablemente han pasado ya ocho años desde que se estrenó esta película y los efectos digitales cantan un poco en ciertos momentos pero aun así, a día de hoy, siguen sorprendiendo los diseños tan puercos y salvajes (inspirados muchísimo en las ilustraciones comiqueras de Dale Keown) tanto de Hulk como de la Abominación, especialmente en las secuencias donde se mueven entre sombras, cuando menos se nota el CGI y más inquietantes resultan para el espectador. Además, las escenas de acción son super dinámicas y muestran un despliegue de medios acojonante, como no podía ser menos en una cinta de estas características.
El peso de la reciente Iron Man era mucho y los recuerdos del Hulk de Ang Lee en la mente de los fans muy malos, por lo que el público le dio la espalda. Costando unos 150 millones de dólares consiguió recaudar poco más de 260 millones a nivel mundial. Dio dinero, pero comparado con los 585 millones que recaudó Iron Man esto era viruta. Dos películas de Hulk con grandes presupuestos, dos películas que no fueron los grandes super éxitos previstos. Es lógico que actualmente los estudios Marvel bajo el amparo de Disney no quieran arriesgarse con una película individual viendo los resultados pasados (aunque he de decir que dado el fanatismo actual por el Goliat Esmeralda tras Los Vengadores esta sería a día de hoy una bomba atómica sin ninguna duda).
Aun así, en conjunto, El Increíble Hulk se nos muestra como un producto meramente entretenido. Pasable. Se puede ver y disfrutar sin problemas pero se nota mucho que aún estaban aprendiendo a manejar estos personajes y enfocarlos correctamente y que al Universo Cinematográfico Marvel aún le quedaba mucha práctica. Sin embargo, una cosa es segura, viendo estos productos pasados no ayuda a uno si no a darse cuenta de lo bien montado y lo efectivo que es el mercado cinematográfico marvelita actual. Que dure por muchos años más si Dios quiere. 
Eso sí, el cochambroso doblaje al castellano de Lou Ferrigno en el momento del "Hulk, Smash!" es motivo suficiente para fusilar al responsable y enterrar su cadáver en cal viva. ¡¡HEREJÍA!!