jueves, 5 de noviembre de 2015

FRANKENSTEIN'S ARMY de Richard Raaphorst


Título: Frankenstein's Army
Director: Richard Raaphorst
Guión: Richard Raaphorst
Año: 2013
Intérpretes: Robert Gwilym (Novikov), Alexander Mercury (Dmitri), Luke Newberry (Sacha), Joshua Sasse (Sergei), Mark Stevenson (Aleksei), Andrei Zayats (Vassili), Karel Roden (Viktor Frankenstein)


Un comando de soldados soviéticos en plena guerra mundial se infiltran en un pueblo minero abandonado para rescatar a un grupo de camaradas cautivos pero acaban encontrándose con un montón de engendros mecanizados que les darán caza.
Found footage. Género de terror. Hora y cuarto de duración. Chapeau
La verdad es que pocos géneros son más agradecidos que el de cámara en mano. Muy mala tiene que ser la peli para que no te entretenga (aunque la mayoría sean para ver y olvidar), y para la productora mucho mejor, porque suelen costar dos perras y recaudar bastante más de lo gastado en ellas. Está claro que a día de hoy es una de las fórmulas del éxito en el mundo del cine, tanto es así que ya ha traspasado las fronteras del género de terror para meterse en otros terrenos cómo el de la comedia con Project X o el del cine de aventuras con, por ejemplo, Proyecto Dinosaurio. Pero se originó en el cine de terror y siempre se acaba volviendo a este, cómo cada año nos demuestran toda una andanada de títulos.

Y es aquí que tenemos a Frankenstein's Army, una película que ya desde su minuto uno se salta las reglas no escritas del found footage (si se supone que es material encontrado,¿por qué cojones tiene créditos iniciales?), aparte de tener una serie de detalles que hacen que te sea más díficil meterte dentro de la peli (la clave para que un buen found footage funcione), la primera de las cuales es la puta mierda del vídeo en alta definición. Vamos a ver, se supone que toda la película está rodada con una cámara de los años 40, luego, ¿cómo te vas a creer esto cuando estas viendo todo con una resolución que le ves hasta los pelos de las cejas a los protagonistas? Aparte de que los horrorosos filtros que meten para simular los pelos y rayones del celuloide antiguo estropean el conjunto y que el montaje de las secuencias estoy prácticamente seguro de que sería inviable con una cámara de estas características. Un problema de muy fácil solución, pues a día de hoy siguen existiendo formatos de cámaras y de película de vídeo no digital para evitar todos estos artificios, o, si no quiere uno gastarse un duro más, bastaba con trasladar la acción a la actualidad. Pero claro, entonces perdería toda la gracia que la segunda guerra mundial, con sus nazis, sus comunistas, sus bombardeos y todas esas cosas. Que parecen tonterías, pero juro por lo más sagrado que hay momentos en los que estas cosas te sacan de la acción.

Pero bueno, aun quitando todo esto tenemos una película más bien normalita que casi, por lo que nos quiere contar, hubiera funcionado mejor como un mediometraje. Y es que toda la trama es básicamente una excusa para una sola cosa, que en el fondo es la razón por la que alguien se decidiría a visionar esto: los monstruos. Brutal es lo único que se puede decir de los diseños de las criaturas, que cómo buenos Frankensteins están hechos con cachos de muertos, pero que ademas cuentan con el añadido de estar armados con cachos de maquinería bélica (de entre todos me quedo con el bichejo con el taladro en la cabeza que protagoniza el poster y el que se pasea con un motor de avión  y su hélice haciendo las veces de cabeza), todo esto sin prácticamente CGI de por medio, únicamente un vestuario y maquillaje cojonudos, látex y muchos extras de por medio.¿Cuántas películas pueden presumir de esto a día de hoy? Cada día menos (y si ya a esto le añades pinceladas discretas pero intensas de un gore más que aceptable, ya tienes la mitad del trabajo hecho). Lo más destacable que nos puede ofrecer la peli sin duda alguna.
Protagonizan el film un puñado de mindundis (cómo todo buen found footage que se precie requiere) encabezados por un actor semi desconocido, Karel Roden, el Rasputín del Hellboy de Guillermo del Toro, que aquí interpreta al supuesto descendiente del Dr. Frankenstein responsable de todo el percal.
Dirige la función un tal Richard Rhaaphorst en su primer y de momento único trabajo cómo director. Un novato tras la cámara pero un profesional con cierta experiencia en el campo del diseño, ya que si uno se detiene a investigar descubre enseguida que este buen señor ha trabajado bien como creador de storyboards bien como artista y diseñador de efectos especiales en películas como El Libro Negro de Paul Verhoeven, Frágiles de Jaume Balagueró, y sobre todo en multitud de proyectos de la desaparecida Fantastic Factory como Dagon: la secta del mar, Rottweiler o Faust

Juntamos todo y tenemos un combinado para matar el aburrimiento durante hora y poco, pero para nada más. Otro found footage para ver y olvidar después que añadir a la pila que año a año va aumentando de tamaño.




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