Título: Leprechaun: La noche del Duende (Leprechaun)
Director: Mark Jones
Año: 1993
Guión: Mark Jones
Intérpretes: Warwick Davis (Leprechaun), Jennifer Aniston (Tory), Ken Olandt (Nathan Murphy), Mark Holton (Ozzie), Robert Gorman (Alex), Shay Duffin (O'Grady)
Un irlandés borracho atrapa a un Leprechaun al que previamente le había sustraído su preciado oro y lo encierra en una caja en el sótano de su casa, sufriendo un ataque cardíaco antes de poder hacer uso y disfrute del premio en metálico. Diez años más tarde unos chavales acaban encontrándose con el oro y liberando por accidente a la criatura al mismo tiempo, la cual no parará de darles caza con el fin de recuperarse su dorado tesoro.
Así empieza una de las sagas más chorras del cine de terror. Fechada en 1993, la película, a pesar de que el director afirma que la principal inspiración de la misma fue Critters, parece increíblemente deudora de esas entregas de Pesadilla en Elm Street donde Freddy Krueger soltaba chascarrillos cachondos antes de pasar a sus víctimas por las cuchillas. Con esto quiero decir que si bien la cinta empieza como una peli de monstruos al uso, con el duende acechando y asesinando a una anciana, pronto decae en el subgénero de la "comedia con toques de terror" desde el momento en que el Leprechaun persigue a sus víctimas por la carretera pedaleando a toda ostia en un triciclo (todo ello antes de hacerse con las llaves de un mini coche y sufrir un incidente con un policía local), degenerando con el tiempo en un cachondeo con patas que, sin resultar excesivamente gracioso, es lo suficientemente ligero y ágil cómo para mantenerte entretenido durante los 80 minutos que dura.
Warwick Davis, sin duda uno de los enanos más famosos del cine, interpreta, bajo un convincente maquillaje y vestuario (teniendo en cuenta el limitado presupuesto con el que contaba el film), al repugnante duende en el que probablemente sea el papel más recordado de su carrera junto al de protagonista en Willow y conduce todo el espectáculo cómo el amo de la pista, correteando por ahí, cargándose a la peña, haciendo sus rimas cómo buen Leprechaun que es, hablando con impostado acento irlandés en la versión original (acabas del "me gold" hasta los mismísimos cojones) y procurando que todo el calzado que aparece en la película se encuentre reluciente (no en vano según la misma es, literalmente, "zapatero de oficio").
El otro nombre que destaca en el casting es el de Jennifer Aniston, la conocida actriz de la serie de TV Friends (que por cierto se estrenaría al año siguiente de que esta peli viera la luz) y de tantas comedias románticas, que aquí aparece bien joven y bien esbelta, con minifalda, deportivas, look adolescente y aún sin operar, interpretando a la protagonista femenina, un papel del cual ha estado renegando durante años (llegando incluso a decir en entrevistas que ella "no conocía la existencia de una película llamada Leprechaun") y que a día de hoy, ahora que las libertades de Internet impiden que todos estos "comienzos de mierda actorales" permanezcan en secreto, aún lleva encima cómo una pesada carga que soportar cuándo el periodista de turno decide joder la marrana haciendo la preguntita de turno.
Dirige y guioniza la función Mark Jones, un señor que comenzó trabajando como director de episodios de series de TV hasta que decidió entrar en el cine por la puerta del dinero, es decir, por la del "cine de terror", funcionándole la cosa bastante bien y ganando la cinta el estatus de culto suficiente cómo para que contara con nada menos que cinco secuelas de las cuales únicamente la segunda se estrenaría en pantalla grande, yendo todas las demás al mercado del direct-to-video (por lo que podemos decir que el sr.Jones ha estado sobreviviendo gracias al duende hasta el día de hoy). La peli llegaría incluso a estrenarse en cines en España bajo el título de La Noche del Duende, congregando a algo más de 24.000 espectadores en salas.
Con todo esto, y aceptando desde el primer momento que esto es una broma ante todo, la película se deja ver bastante mejor que otras muchas de su mismo estilo. Así que si, podría ser bastante recomendable como mero entretenimiento.
Y ahora, con vuestro permiso, me voy a tomar la libertad de cerrar la reseña citando al duendil protagonista de la cinta:
" Van a ponerme a prueba. Van a intentarlo
El que me robe el oro. No podrá contarlo"