miércoles, 5 de octubre de 2016

VENGADORES SECRETOS: La primera "etapa" de Nick Spencer


TítuloVengadores Secretos #12-14
Editorial Española: Panini Comics
Publicado originalmente comoSecret Avengers vol.1, #12.1, Secret Avengers vol.1, #13-15 y Fear Itself: Black Widow #1
Guión: Nick Spencer y Cullen Bunn
Dibujo: Scott Eaton y Peter Nguyen
Entintado: Javier Mendoza, Rick Ketcham y Peter Nguyen
Color: Frank D'Armata y Veronica Gandini
Portadistas: Adi Granov

¿Que ocurre cuando tienes que unir una etapa de un autor reconocido con otra nueva de otro autor con un buen puñado de éxitos detrás?... ¡Exacto! ¡Es la hora de los fill-ins!, ¡Sacad la chequera y que entren los mercenarios!
Cuando Nick Spencer entró en Vengadores Secretos tras la marcha de Ed Brubaker sabía perfectamente (hay entrevistas en internet de aquellos años que lo prueban) que el iba a ser el puente en aquella ocasión. Corría el año 2011 y el que hoy día es posiblemente una de las principales puntas de lanza de Marvel y a la vez el guionista más odiado de América estaba empezando a asomar la cabecita en el mundo del tebeo. Nick empezó su andanza comiquera en la editorial Image donde se encargó en un principio de series limitadas pequeñitas como Existence 3.0. o Forgetless hasta que la editorial tuvo suficiente confianza como para permitirle sacara un proyecto más gordo. Este proyecto serían Morning Glories, cabecera que empezó a guionizar en 2010 y que con 50 números permanece a día hoy abierta y continuándose en buena forma cuando el guionista buenamente puede. Un buen despegue en Image significa de un tiempo para acá que las grandes editoriales te van a querer echar el guante. Dicho y hecho. Al poco tiempo empezaron a caer los trabajos. Un número suelto de Action Comics por aquí, otro de Iron Man 2.0. por allá, lo que hiciera falta. Con el tiempo, y sin por ello perder el contacto con sus raíces en Image, se acabó encariñando con Marvel gracias en parte a la tutela de su mentor, el grande entre grandes, Jonathan Hickman, quien le tutelaría en su participación en Ultimate Fallout y, posteriormente, Ultimate X-Men. Los grandes maestros crean buenos aprendices y bajo el ala de papá Hickman Nick Spencer entraría de lleno como joven promesa en el relanzamiento de Marvel NOW del 2013. A partir de entonces, una segunda etapa en Vengadores Secretos (a la que ya se llegará en su momento); una cabecera, Vengadores Mundiales, guionizada a cuatro manos con Hickman y dos obras de culto inmediatas  (Superior Foes of Spiderman y las dos últimas y breves cabeceras del Hombre Hormiga) han sido currículum suficiente como para que le endilguen una de las principales espadas de la editorial, Capitán América, donde se esta cascando actualmente una etapa que con los años será recordada por la polémica que ha traído consigo como un revulsivo clásico moderno.
Ahora, después de repasar un poco la bibliografía de Spencer toca recolocarse en el tiempo. 2011. Brubaker se va y a la espera del sustituto de envergadura toca encargar a alguien que cubra algunos números. Spencer es el elegido y tiene que encargarse además de la siempre incómoda tarea de guionizar los tie-ins con el evento de turno de aquel año, Miedo Encarnado.
Para el que no recuerde de que iba aquella historia, este era un evento en el que los superhéroes marvelitas se enfrentaban a la amenaza de la Serpiente, el Dios del miedo de los asgardianos, que era liberado de su prisión submarina por Pecado, la hija de Cráneo Rojo. En dicho contexto, Spencer opta por evitar follones realizando en sus tie-ins algo parecido a lo que hizo Bendis en los cruces de Nuevos Vengadores con Civil War. Así, situándose en distintos momentos temporales del evento, el guionista opta por contar tres pequeñas historias autoconclusivas protagonizadas por miembros del equipo de operaciones encubiertas. Por un lado, la Bestia tiene que ocuparse en plena batalla contra el enemigo en Washington DC de un problema con un viejo amigo; por otro, Valkyria toma parte en el conflicto a la vez que ve el reflejo de ciertos acontecimientos que tienen lugar en la batalla en su propio pasado. Finalmente, la Viuda Negra protagoniza el último cruce con el evento donde tiene que hacer frente a las consecuencias que traen para ella la muerte de cierto personaje durante el evento. Previamente a estos cruces, Spencer también cubre el hueco dejado por Brubaker con un fill-in en el que el equipo tiene que hacer frente a una filtración de secretos de estado por parte de un grupo activista.
A pesar de que Spencer mantiene las dinámicas dentro del grupo que estableció Brubaker (la Bestia como cerebro del grupo, el Hombre Hormiga como alivio cómico...), de que da protagonismo a algunos personajes ninguneados por este como la ya mencionada Valkyria y, sobre todo, a pesar de que intenta meter algo del trasfondo político y social que esta caracterizando sus obras actuales (la falta de confianza del ciudadano en sus gobiernos, la importancia de las luchas raciales, la falta de privacidad de los personajes públicos y el daño que esto puede causar, etc), estos números se sienten a kilómetros como un trabajo apresurado y torpe de autor primerizo con una narrativa fallida sobre todo en los momentos durante los cuales un autor puede explayarse mas como son los monólogos de los personajes. Como he dicho en otras ocasiones, saber solventar el tener que cruzar tus cómics con un evento es una tarea dificultosa, más aún para un autor inexperto en la materia o, como es el caso de Spencer, con labores de sustituto. Y en el caso del bueno de Nick, el fracaso en el intento es patente. 

"La mayoría de vosotros vais a morir hoy". Valkyria antes de entrar en combate

Le acompaña a los lápices Scott Eaton, un dibujante contratado para trabajos esporádicos tanto por Marvel como por DC que, al igual que los dibujantes que sustituían a Mike Deodato en los últimos números de la etapa de Brubaker, parece una copia barata y deslucida de Steve Epting en el trazo, aunque tambien me parece detectar manerismos del trazo de Oliver Coipel, algo a lo que sin duda ayudan los luminosos colores del incombustible Frank D'Armata, cuya dilatada trayectoria en la Marvel de la última década no voy a pararme a analizar.
En el caso de la edición española en grapa de Panini ( e incluido en ciertas ediciones americanas) la lectura de estos números se completa con un One-Shot ajeno a la cabecera y protagonizado por la Viuda Negra que es, si cabe, todavía más mediocre que los tie-ins de Spencer. Este número está escrito por Cullen Bunn , otro guionista asentado a día de hoy ( con recientes trabajos para Marvel al frente de las cabeceras de Magneto y Veneno y encargado actual de guionizar Uncanny X-Men) pero que por aquel entonces estaba, literalmente, aprendiendo a escribir tebeos de superhéroes. Le acompaña en este caso a los lápices Peter Nguyen, un dibujante de trazo caricaturesco francamente espantoso cuya carrera y posibles logros (aunque dudo mucho que existan) no voy a pararme a consultar.
Rematan ambos trabajos gráficos y literarios unas portadas hiperrealistas inexplicablemente horrendas obra del señor Adi Granov, famoso a más no poder entre los fanáticos de Tony Stark, ya que fue el artista gráfico detrás de una de las obras cumbre del Hombre de Hierro moderno, Iron Man: Extremis.

Sintetizando en unas breves líneas, estos pocos números de Vengadores Secretos son completamente insulsos, cansinos en su lectura y completamente olvidables. Pero aun así, el trabajo estaba hecho. Nick Spencer se iría, como he mencionado antes, a ponerse al frente de Ultimate X-Men y a aprender de Jonathan Hickman, volviendo años más tarde  a probar suerte con Vengadores Secretos de nuevo ya con una formación más cimentada. Entre tanto, al dejar la cabecera pasaba el testigo a un caballero cuyos logros en el cómic moderno están fuera de toda duda. El que es, en mi opinión, uno de los guionistas con una carrera más redonda de toda la historia del cómic americano. El señor Warren Ellis.

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