martes, 7 de enero de 2020

NURSE 3D de Doug Aarniokoski


Título: Nurse 3D
Director: Doug Aarniokoski
Año: 2013
Guión: David Loughery y Doug Aarniokoski
Intérpretes: Paz de la Huerta (Abigail Russell), Katrina Bowden (Danni Rogers), Corbin Bleu (Steve), Judd Nelson (Dr. Robert Morris), Martin Donovan (Dr. Larry Cook)

A lo mejor a la gente se le ha olvidado ya, pero después de la moda absurda del 3D que impuso el pepinazo que fue el Avatar de James Cameron, hubo toda una avalancha de títulos que vieron su estreno asegurado con sólo ponerle la etiqueta de las tres dimensiones en el póster y añadir un puñado de escenas que justificara esto. Particularmente, en el cine de terror y fantástico de serie B, esto fue una práctica común que permitió que salieran a la luz pelis infames que quizá habría sido mejor que permanecieran en el oscurantismo. Esta es una de ellas.
Nurse 3D es un proyecto encargado por la productora Lionsgate que fue rodado en 2011 y rescatado a posteriori para aprovecharse de la moda del 3D de la manera antes mencionada. El film, que gira en torno a una enfermera que asesina a maridos infieles y que le hace la vida imposible a una compañera de trabajo que rechaza sus avances amorosos, se presenta, por un lado, como una especie de relevo de los thrillers eróticos que tan populares fueron en los 90 y, por otro, como una vil explotación del "falso Grindhouse" que Robert Rodríguez y acólitos popularizaron hace no tanto. Aunque conceptualmente pretende colgarse también esa medalla de feminismo mal entendido que esgrimen las pelis protagonizadas por "mujeres vengadoras" (siendo el subgénero rape and revenge la máxima expresión de esta tendencia), la peli acaba mostrándose como tremendamente machista, aprovechando cualquier mínima excusa para que su protagonista enseñe el culo, las tetas, el coño depilado o todo al completo y para que sus compañeras de reparto se paseen en braguitas, tanguita o minifalda delante de la cámara. Un guión pésimo, unas escenas en 3D extremadamente cutres (de las de arrojar cosas a la pantalla) añadidas en el último momento y una alargada secuencia plagada de gore en CGI y que, a todas luces, parece incluida en la trama únicamente para contentar al fan estúpido de la casquería de turno completan los desastrosos cimientos sobre los que se construye esta puta mierda.
La protagonista absoluta es Paz de la Huerta, actriz que se ha movido a lo largo de su carrera desde el cine de autor más cultureta a la serie Z más costrosa posible. Con un estilo de interpretación que en nada desmerece al cultivado en la mayoría de pelis porno que uno puede encontrar en la red, de la Huerta parece más empeñada, por lo que he podido comprobar en otros papeles suyos, en quitarse las bragas a petición del director de turno que en cultivarse como actriz. Todos los roles en los que la he visto  (incluyendo su papel secundario en Boardwalk Empire, donde interpretaba a un personaje que le venía como anillo al dedo, el de putón verbenero de pocas luces), son ejecutados de la misma forma con total y absoluta desgana. Pésima actriz que, para más inri, exhibe un físico más desagradable que atractivo en el que queda patente su paso por quirófanos de clínicas de cirugía estética (la cantidad de goma que tiene en labios y pómulos da hasta grima). Durante el rodaje, la susodicha recibió un golpetazo por parte de una de las ambulancias de pega que tenían por el set, por lo que la productora la tuvo que soltar un buen fajo de billetes en concepto de daños y perjuicios. Posteriormente grabaría una serie de diálogos "en off" que narrarían algunas de las secuencias de la película. El resultado obtenido fue tan nefasto que el equipo de la misma decidió eliminar esas líneas de diálogo y sustituirlas por otras dobladas por otra actriz distinta que imitaba el tono y la dicción de De la Huerta, lo que ocasionó que la susodicha llevara a los productores a juicio por los daños infringidos a su persona, exigiendo una compensación de 55 millones de dólares que nunca llegó a recibir porque la demanda no salió adelante. Por si todo esto fuera poco, la actriz puso el remate final en unas declaraciones a la prensa en las que culpó a la película  de arruinar su carrera, pues pasó de facturar 2 millones de dólares anuales a tener que refugiarse en la serie B más subterránea e ignota. Hoy día, la tipa vuelve a estar en el candelero a raíz del movimiento #MeToo y su afirmación de que Harvey Weinstein la violó en repetidas ocasiones en algún momento del pasado, pero sus colaboraciones cinematográficas desde el 2015 se pueden contar con los dedos de una mano.
La acompañan en el reparto la co-protagonista Katrina Bowden, actriz con algo más de soltura pero de escasa y televisiva filmografía que se pasea en bragas por los distintos escenarios de la peli (incluso en las risivas escenas en las que se ducha con la ropa interior puesta y procurando no enseñar ni medio pecho al espectador); Corbin Bleu, el olvidadísimo "negro de High School Musical", que también enseña el culete en un par de escenas; Judd Nelson, uno de los jóvenes protagonistas de El Club de los Cinco que, ya avejentado, interpreta a un doctor del hospital que acosa sexualmente a las enfermeras y, de hecho, consigue pasarse por la piedra a más de una (otras dos tacitas de machismo a la mezcla) y, en un cameo tan corto que si parpadeas te lo pierdes, una Kathleen Turner hechísima polvo que uno no sabe muy bien que hace participando en un ñordo como este.
Dirige como puede Douglas Aarniokoski, que antes de esto había trabajado en un buen puñado de ocasiones como asistente de director y director de segunda unidad para Robert Rodríguez (al que plagia toda la impostada estética de la peli, como ya he mencionado), se había currado parte del guión de Puppet Master 4 y 5 y, además, tenía dos o tres ñordos más en su filmografía incluyendo Los Inmortales: Juego Final y Animals, cinta de terror alemana con pinta de serie Z infame que, para más inri, firmó con el molón pseudónimo de Arnold Cassius. Después de Nurse 3D, el tipo se refugió en la Tv, donde van todos aquellos que no triunfan en el cine. Y así, entre Mentes Criminales, las series de superheroes de la CW y Star Trek, no le ha faltado trabajo desde entonces.
En USA la peli desbloqueó un logro histórico al convertirse en la primera peli producida por un gran estudio en ser estrenada en cines y en Video On Demand al mismo tiempo. Costó aproximadamente diez millones de dólares y se estima que, entre salas y ventas domésticas logró recaudar en su primer año de vida poco más de 300.000. Ni siquiera a los trajes de la cinta consiguieron sacarles rentabilidad, que fueron subastados en repetidas ocasiones en 2018 y 2019 con nulo resultado, pues nadie osó pujar por ellos. 
Y así, a día de hoy, los únicos sitios en el que alguien guarda un recuerdo positivo de Nurse 3D  son los grandes portales de pornografía de Internet, donde cualquiera de las nudistas intervenciones de su protagonista acumula miles y miles de visitas, números que, con el tiempo, continuaran creciendo. Un poético final para una peli de mierda que supongo que, al menos en un principio, tendría alguna expectativa más que acabar convertida en una mera inspiración para la liberación de esperma por parte de onanistas de todo el mundo.


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