jueves, 4 de enero de 2024

Menudo repaso...al DCEU de Warner

Llegó a bombo y platillo y en loor de multitudes y se fue de tapadillo como un pedo vergonzoso escondido bajo la mesa. Quiso diferenciarse de los demás en un principio y acabó intentando copiar a toda costa a su competencia más directa en un intento de salvarse de la ignominia. No dio ninguna obra maestra, y tantas pelis buenas como bazofias infectas. La historia del DCEU de Warner se estudiará en el futuro como la de una iniciativa superheroica llevada a cabo con mucha zozobra, escasa visión de futuro y movida por decisiones que, en muchos casos, parecían tomadas por un mono con dos platillos tocando un pasodoble.

Que mejor forma de decirle adios que haciendo un somero repaso a la, no tan larga, lista de películas que nos han dado en está década maravillosa, desde la más nefasta hasta la más perfeccionada. Obviamente, y como debe ser, hay largometrajes que tengo bien fresquitos y recientes y otros de los que hablaré prácticamente de memoria y teniendo plena confianza en mis difusos recuerdos, así el espacio dedicado a cada peli va a variar bastante. Pero la misión tiene que acometerse de esta forma o de ninguna, pues la pereza a la hora de escribir se vuelve más poderosa conforme uno se hace viejo. La némesis de cualquiera que aún se molesta en intentar teclear algún que otro artículo en la Red.

Es igual. Para el que le interese, he aquí esta retrospectiva  ¿Peculiar?...No lo sé (que más da), del Universo Cinematográfico Extendido de DC amparado por la Warner, empezando, supongo que para poca sorpresa de muchos con...


16. THE FLASH (2023)


La pandemia y las incógnitas que sucedieron al mundo del audiovisual en los momentos inmediatamente posteriores a esta retrasaron la producción de una peli que, para cuando vio la luz, se tenía que enfrentar no sólo a esto sino también a un DCEU del que ya se conocía la fecha de caducidad y a una estrella principal que, con los años, había mutado de joven actor querido por las masas de Internet a una especie de loco peligroso que recorría los USA con el coche lleno de armas y pegándose con gente aleatoria en garitos nocturnos.

Inicialmente uno pensaría que las tenía todas consigo, pues se apoyaba en un personaje que ya se había revitalizado en los últimos tiempos en TV y requeterevitalizado tras la jugada del corte de Zack Snyder de La Liga de la Justicia; jugaba con el concepto de los multiversos (de hecho, iba a ser la que diera primero el pistoletazo de salida a esto en el cine, pero los continuos retrasos sólo consiguieron que Disney/Marvel hiciera la jugada maestra de Spiderman: No Way Home arrebatándoles el mérito)y, para ello, recuperaban la figura del Batman más querido por muchos espectadores frikosos, el de Michael Keaton. Y sin desviarme mucho de esos terrenos, la presencia de Andy Muschietti, director de la muy solvente y reciente dupla de adaptaciones del It de Stephen King, aseguraba, en principio, que al menos habría alguien competente a los mandos.

Yo quiero pensar que fueron las prisas por cumplir con un calendario fiscal que traía de cabeza a Warner (que como se supo recientemente tras el último traspaso de poderes ejecutivos, tenía un agujero financiero del tamaño de Andorra como mínimo) lo que convirtieron a The Flash en, sin lugar a dudas, la película más fea estéticamente hablando de todo el DCEU. 

Es, y no creo que mienta, una película con los efectos especiales sin terminar de hacer. El CGI costroso lastra la peli a niveles preocupantes pues, cuando el espectáculo no consigue distraerte sino todo lo contrario, atiendes más a ese guión que de poco imaginativo que es parece ser el primer borrador presentado en lugar de un trabajo depurado y a esa interpretación irritante de Ezra Miller que te hace agradecer su futura condena al ostracismo tras sus recientes acciones. Para cuando llega el clásico desfile de cameos que ya parece inseparable de este tipo de tramas multiversales y que, para más inri, incluye una infame resurrección de un actor difunto CGI mediante, la peli ya te importa tres cojones.

Fue un fracasazo comprensible e inevitable una vez se corrió la voz y no es para menos. Yo personalmente no la soporto. Mi visionado en el cine terminó conmigo escupiendo al suelo antes de marcarme, con eso lo digo todo. Es, con diferencia, el punto más bajo del DCEU y, por desgracia, la lápida que adornará su tumba.

15. WONDER WOMAN 1984 (2023)


Todo lo que The Flash tiene de fea lo tiene esta de aburrida. Fue la primera peli de DC una vez se reabrieron los cines tras el confinamiento post-pandemia y, pese a que la producción repetía el elenco y dirección de su predecesora, lo que sólo podía augurar buenas cosas, el golpe de realidad en salas fue duro.

Se achacó su ostia en taquilla al contexto post-confinamiento, pero realmente es una película que merecía fracasar pues no contaba nada interesante, se valía de un recurso miserable y rastrero para excusar la presencia de Chris Pine de nuevo en el reparto, ninguneaba a los secundarios establecidos en la primera entrega y desaprovechaba las nuevas incorporaciones con la excepción de un Pedro Pascal, en pleno alzamiento tras convertirse en el papá galáctico más querido del mundo, sobreactuando salvajamente encarnando a una especie de versión retorcida del genio de la lámpara de Aladdin. Y con todo, seguía manteniendo la espectacularidad en las escenas de acción de la que hacían gala todas las pelis de superhéroes hasta el momento, aún siendo uno de esos casos en los que posiblemente eran situaciones mucho más vistosas en la cabeza de quien las escribió que en la realidad. Aún así, el bajón de calidad general con respecto a su predecesora es abismal.

Muerta ya toda posibilidad de continuación de esta versión de Wonder Woman, y a falta de comentar, más adelante, lo que supuso la interpretación de Gal Gadot (actriz de futuro incierto tras sus últimas declaraciones pro-genocidio Palestino) para el personaje, sólo me queda comentar la pena que me da que Warner/DC hiciera, al menos, una película más lamentable que esta, evitando así que este repaso tuviera una hermosa simetría al final.

14. BLACK ADAM (2022)


Aquí muchos ya le vimos las orejas al lobo. En medio de una racha de cine y TV bastante terrible por parte de la competencia y tras encadenar los fracasos en salas de Wonder Woman 1984 y El Escuadrón Suicida de James Gunn, Dwayne "The Rock" Johnson se alzó como la figura destinada a convertirse en el nuevo estandarte de la marca DC/Warner. Lo que empezó siendo una refrescante noticia, sobre todo viniendo de alguien tan carismático, se fue transformando poco a poco en preocupación conforme le daban responsabilidades y poder al actor. Black Adam es el resultado de ese ejercicio cuasi-megalómano. Una historia que nos cuenta el origen de un personaje con más sombras que luces y que, sin embargo, quiere ser un producto para toda la familia, para lo cual se vale del recurso más repelente posible: el de convertir a un crío en la comparsa cómica del protagonista, personaje, además, que de repelente que es acaba por cargarse la película el solito. Para más inri, la acción transcurre en un país de Oriente Medio en un proceso de rebelión y guerra (las referencias al Irak de Sadam Hussein y al contexto de la Primavera Árabe son poderosas), escenario que es tratado con el muy apropiado tono de una comedia ligera de acción. Convencido estoy de que todo esto fue una imposición de "The Rock", luchador especialmente popular entre los críos en su etapa en la WWE, que no se podía permitir el estrenarse en el cine de superhéroes encarnando a un personaje antipático. 

La peli no es gran cosa y, como ya he dicho, peca de repelente y odiosa en más de un momento, pero al césar lo que es del césar, Dwayne Johnson pega muchísimo con el físico del Black Adam de los tebeos; la Sociedad de la Justicia de América, secundarios de lujo del film con un carismático Pierce Brosnan a la cabeza, son pintones, estéticamente bien adaptados y te hacen desear que ellos hubieran sido el epicentro de la historia, y la labor de Jaume Collet-Serra es bastante solvente pese a tener que lidiar con un CGI cuestionable por momentos, especialmente en el clímax final.

A toro pasado quizá no sea mucho más nefasta que algunas que le sucederán en la lista, pero yo recuerdo sentir hasta vergüenza ajena en la butaca. Cosas de la memoria. Pero es impepinable que la jugada para convertir a The Rock en la nueva superestrella destinada a llenar salas y bolsillos le salió como el ojal a Warner.

13. ESCUADRÓN SUICIDA (2016)


Esta fue por muchos años la película que más odie y defenestré de todo el DCEU. Vista recientemente (el año pasado, si mal no recuerdo) si me di cuenta de que, aunque quizá el asco y el odio me pudo en su momento, tiene cosillas salvables pero que en absoluto compensan la cantidad de cosas malas que nos proporciona.

Vamos con lo bueno. Por mal que a uno le pese, Will Smith es el personaje con el que va el espectador y, seguramente, el intérprete que más ganas le pone al trabajo, y eso se nota; Escuadrón Suicida fue también la consagración como actriz de Margot Robbie, actriz que nos ha dado grandes alegrías en los últimos años, aunque el tono, carisma y matices que imprimió al personaje de Harley Quinn se harían patentes más adelante en su carrera; y los efectos especiales, en gran medida (recuerdo como especialmente destacable el diseño del personaje de El Diablo), son potentes, pues aún estábamos en un período de nacimiento de este DCEU, donde Warner estaba echando muchos billetes y se encontraba muy pendiente del producto.

Ahora lo malo. El mayor pecado de esta peli es que se plantea como una historia coral, en la que tienes un montón de personajes a los que les tienes que coger si no cariño, por lo menos cierto apego, y que, sin embargo, consigue que todos, exceptuando Will Smith y Margot Robbie, parezcan cachos de carne con ojos, pura carne de cañón. Cuando estos personajes ocupan minutos y minutos de un metraje que repite una estructura cansina una y otra vez, con un arranque que promete un tono macarra y desenfadado al que luego ignora, un nudo insoportablemente aburrido y un clímax final desinflado, la sensación llega a ser desesperante. Para más inri, la infrainterpretación de Cara Delevingne convierte a uno de los peores personajes de villano de película de superhéroes alguna en algo ya deleznable, y la presencia de Jared Leto como, unánimemente y a todos los niveles, el peor Joker de la historia, dejó un sabor a alcantarilla en todo aquel que tuvo la mala fortuna de verla en salas.

Que no fueron pocos, porque esta peli fue un pepinazo en taquilla, pese a que crítica y fans por igual se cebaron machacándola a gusto. El director y guionista, David Ayer, afirmó a posteriori que los productores metieron mano en su proyecto lo que no estaba escrito, que arruinaron con ello su "visión" y que por ello el resultado final que se estrenó fue una mierda. Producto de esto intentó mover una campaña de presión por redes sociales para que Warner le concediera la posibilidad de sacar un "Corte del Director" que hiciera justicia a la peli, iniciativa a la que la compañía hizo oídos sordos. Lo poco que se ha sabido de esa versión alternativa no parece sino enfatizar algunos de los peores errores cometidos, así que quizá si se obrara correctamente y se hiciera un acto de contención a tiempo desde la ejecutiva. Parece que nunca lo sabremos.

12. LIGA DE LA JUSTICIA (2017)

Con esta entramos en el bloque de películas que no considero ni buenas del todo, ni especialmente nefastas, sino simplemente inofensivas.

La Liga de la Justicia tuvo problemas en su confección, por todos es sabido. Las trifulcas entre Warner y Zack Snyder supusieron la salida de este último del proyecto y la llegada de Joss Whedon, artífice de Los Vengadores, para que salvara los bártulos y le consiguiera al estudio un éxito equiparable a esta última. Para estar tan empeñados en querer imitar a la competencia, la compañía se olvidó de uno de los factores que convirtió a Los Vengadores en un gran éxito: que sus personajes ya estaban presentados y asentados en su particular universo compartido antes de que decidieran juntarlos a todos en una gran superproducción épica.

La Liga de la Justicia es una peli que tiene que combinar la presentación en escena de los personajes de Flash, Aquaman y Cyborg; componer una trama que junte a estos y otros tantos héroes juntos para hacer frente a una amenaza y dejar el espacio suficiente para plantar las semillas de futuros proyectos venir. Son demasiados frentes y es lógico que todo quede descuidado cuando se intenta abarcar tanto. La personalidad que mostró Whedon tras la cámara en Los Vengadores brilla por su ausencia aquí, primero, porque debía mantener cierta fidelidad a lo que Snyder dejó filmado, y segundo, porque se nota en todo momento que está con el piloto automático y a toda máquina para cumplir con el calendario, no estaba la cosa para ser creativos en el proceso. Y aún con todo, fue el primer film del DCEU que se atrevió a aportar notas de color y alegría a un universo, hasta el momento, gris y depresivo.

Pero la peli es floja, poco interesante, sin apenas momentos memorables y que palidece en comparación con lo que el DCEU nos había ofrecido antes y mucho más con lo que estaba ofreciendo la competencia en aquellos años. A toro pasado, y con el corte de Zack Snyder existiendo, ni siquiera es una peli que interese revisionar a los más fanáticos del tema. En ese sentido, es posiblemente la peli más lastimera de todo este trayecto.

11. BLUE BEETLE (2023)

Esta es una película que me fastidia que no saliera mejor. En un momento en el que Marvel/Disney intentó, y para mi gusto fracasó, el intentar conectar con el público latino como lo hizo con el afroamericano en la secuela de Black Panther, remitiéndose para ello a una suerte de conciencia nacionalista indígena, DC dio con el "target" adecuado, el del inmigrante mexicano que ha cruzado la frontera y su descendencia, gente que tiene sus orígenes en otro sitio y mantiene sus tradiciones pero que, ante todo, se considera Norteamericana.

Esta peli, quizá en otro contexto, habría sido abanderada por el público latino a muerte pero en la realidad fue ninguneada por casi todo el mundo. La peli no es redonda ni mucho menos, intenta coger el tono de las pelis de Spiderman para vender un personaje juvenil a la chavalada pero este no termina de despegar; tiene unos personajes secundarios a los que ningunea durante medio metraje para intentar luego desarrollarlos a toda prisa en el acto final, villano incluido; contiene puntuales pero notables dosis de babosismo familiar a lo Coco/Encanto de Disney-Pixar y, ya de cara a los comiqueros, cualquier referencia al Blue Beetle clásico de los tebeos genera más hype e interés que cualquier otra cosa que pasa por la pantalla.

Es un film bien facturado y, sobre todo, bien enraizado, sólo que no es especialmente memorable, y eso es algo que no te puedes permitir cuando tienes que presentar al público a un personaje que, fuera del mundo más friki, no conoce ni Dios.

10. ¡SHAZAM!: LA FURIA DE LOS DIOSES (2023)

Esta es una peli que es una de las pruebas fehacientes de lo peor que está generando la mayor parte del cine de superhéroes de la última hornada. Una cinta que vi este mismo año y de la cual no recuerdo casi nada en absoluto salvo que era continuista con el tono de su predecesora, que tenía un reparto completamente desaprovechado (un pecado teniendo como trío de villanas a una veterana del séptimo arte como Helen Mirren, a una actriz mítica entre los fans del género como Lucy Liu y a un nuevo talento en auge como Rachel Zegler) y que el despertar hormonal y las ganas de follar eran parte importante del desarrollo del personaje en la peli.

Y ya está, de poco más me acuerdo. Es penoso que una peli genere estas sensaciones, pero bueno, aquí queda en un término medio del ranking.

9. AQUAMAN Y EL REINO PERDIDO (2023)

La más reciente de la lista y la peli que ha dado carpetazo al DCEU es una cinta de superhéroes correctísima, una buddy-movie que mantiene visual y tonalmente el espíritu de su predecesora, con un Jason Momoa gozándolo como niño en parque de atracciones y un Patrick Wilson que le hace muy bien el contrapunto serio al protagonista. Quizá se ve lastrada por un ritmo con altibajos, con un tercer acto resuelto deprisa y corriendo, y por las decisiones de guión tomadas para resolver tanto las ausencias de miembros del reparto incluidos en la primera entrega como las circunstancias polémicas que supusieron la reducción de la presencia de Amber Heard en el metraje, pero no es ni por asomo la tremenda hez que se nos había vendido.

Formulaica y simpática. La pena es que sea una peli que ha nacido muerta ya, ninguneada por un estudio centrado en el futuro y más aún por los fans que ya no pueden lucirse colgando sus opiniones en Twitter y teorizando en YouTube sobre el futuro de la franquicia.

8. AVES DE PRESA (Y LA FANTABULOSA EMANCIPACIÓN DE HARLEY QUINN) (2020)

Esta peli es el intento de DC/Warner de replicar el éxito que consiguió la Fox con las dos entregas de Deadpool. Para ello se valen de una trama chorra repleta de chistes y momentos pasados de rosca y guiada por la carismática presencia de una Margot Robbie ya perfectamente sincronizada con el papel y que, por sí sóla sostiene una peli que, si dependiera del reparto de secundarios (posiblemente de los personajes peores adaptados del cómic a la pantalla) o de la espectacular sobreactuación del villano encarnado por Ewan McGregor para llamar la atención habría sido un pinchazo mayor de lo que fue.

Pese a su intrascendencia, yo la he visto un par de veces sin problema, y posiblemente habría sido la mejor comedia del DCEU si no fuera porque fue avasallada vilmente poco después por una peli que, en muchos sentidos, acierta en todo lo que esta no termina de rematar bien. Pero bien merece un vistazo.

7. LA LIGA DE LA JUSTICIA DE ZACK SNYDER (2021)

A pesar de estar en el tramo medio de la lista, esta es, sin duda, la peli más dañina a todos los niveles del DCEU. 

Me explico. Los problemas del corte inicial de La Liga de la Justicia, que terminaron con la espantada de Zack Snyder, ya están comentados. De ahí saltamos al 2020 y la pandemia que todos conocemos arrasando el mundo. Con las salas cerradas, Warner se saca una jugada económicamente interesante de la manga, llamar de nuevo al bueno de Zack para que remontara aquella película de la que se piró, rehacer algunos de los diseños de CGI más cuestionados en su momento y, con dos cojones, plantar al espectador de turno un monstruo de cuatro horas de duración con el que, además, vender de lujo su nueva plataforma de streaming sin apenas haber hecho desembolso.

Las circunstancias hicieron que el principal grupúsculo de gente que pedía la existencia de este montaje, ese fandom tóxico de Twitter con especial predilección por las políticas ultraliberales y la misoginia que tanto ha jodido el género en la última década, vio, entre esta y la bajada de pantalones de Disney en El Ascenso de Skywalker (tras meses y meses de machaque continuo a Rian Johnson y el resto de involucrados en Los Últimos Jedi), una constatación del poder que tenían. Eran ellos contra el Hollywood "woke" y habían ganado, se había hecho justicia. Desde entonces, los tenemos por ahí, más activos y virulentos que nunca, acosando a todo famoso que huela mínimamente a izquierdas y orquestando campañas de presión para truncar la carrera de toda peli de género que se atreva a hacer un comentario político o tener una mujer de protagonista. En un mundo en que los estudios están más pendientes de un Tweet que de molestarse en sudar pollas y sacar el producto lo más niquelado posible, el auge de este tipo de gente no podía traer nada nuevo. A día de hoy, el submundo comiquero y superheroico está lleno de gente tóxica y con ganas de esputar odio y bilis todo el rato. Lo que antaño era una comunidad si no sana, por lo menos ingenua, se ha convertido en el peor público que puedes tener, el más zafio y el más desagradecido. Y mucha parte de la culpa de que esto sea así la tuvo las circunstancias que vieron nacer esta peli.

Ahora ¿Es el corte de Zack Snyder superior a La Liga de la Justicia que llegó a salas en 2017? Pues sí, aunque tampoco era un acto difícil de lograr. Es cierto que las cagadas de CGI en los diseños de los villanos o en el infame bigote borrado digitalmente de Henry Cavill se ven más o menos solventadas y que el clímax final de la peli está mucho mejor resuelto; como también es verdad que lo que estaba mal en un guión continúa igual de mal en otro e incluso se enfatiza con la introducción de personajes y subtramas que nunca llegaron a ningún lado y un flash-forward a un futuro alargadísimo. Pero es una peli muy larga que entretiene aunque la duración te pida verla en varias tandas (el montaje de la peli en capítulos te invita a ello de hecho), lo cual no es poca cosa.

6. BATMAN V SUPERMAN: EL AMANECER DE LA JUSTICIA (2016)

Ya en su momento la versión que se vio en cines me pareció entretenida, así que no me considero de esos que pasaron de la noche al día cuando se lanzó el corte del director. Es una continuación en toda regla de El Hombre de Acero, con sus mismas luces y sombras, que aquí se ven exacerbadas. A lo que se hizo con Superman en su predecesora le añadimos el Batman más sádico y pasado de rosca de la historia del cine encarnado por un Ben Affleck que da todo el pego pese a haberse pasado con el gimnasio, el debut de Gal Gadot como Wonder Woman es histórico y el debate moral del cual nace la confrontación entre ambos personajes, que a su vez allana el camino para que la Trinidad de DC se reúna por primera vez, me parece bien fundamentado. Ahora, Jesse Eisenberg es insoportable como Lex Luthor, personaje que "jokerizaron" para la ocasión por alguna razón que se me escapa; la presentación de los demás integrantes de lo que será la Liga de la Justicia no se puede ni considerar eso; el diseño de Doomsday es de las mayores cagadas vista en peli de superhéroes alguna y, por lo general, el guión no presenta una historia especialmente interesante y que si que contiene dos o tres momentos muy mongolos a los que tampoco doy especial importancia. Quizá por eso la tengo tan arriba en la lista.

Vistas las dos versiones y habiendo disfrutado de las dos, decir que el que busque mayor lógica y cohesión argumental a todo el asunto se debería ir directamente a la versión "Ultimate", mientras que el que esto le sude tres cojones y no le importe una cosa más tonta e ilógica pero de ritmo mucho más ligero, se quede con la versión que se vio en cines en su momento. Realmente la mayor diferencia radica en eso. 

5. AQUAMAN (2018)

Esta es la peli más taquillera y rentable de todas las que esputó el DCEU, cosa que se debe, creo yo, tanto al tirón que tenía Jason Momoa en aquel momento como a que se publicitó como el intento de DC/Warner de copiar el colorido y el tono ligero de la competencia. De hecho, si uno atiende a los derroteros que estaba tomando la franquicia del Thor de Marvel/Disney en aquellos años, puede ver claramente los paralelismos: tío bueno y fortachón reconvertido en un bufón coñero, un personaje de base comiquera muy seria adaptado con un tono diametralmente opuesta, colorido y luminosidad desbordando por todos lados...

La trama de Aquaman es, sinceramente, una gran chorrada, equiparable al guión de pelis como los últimos Indiana Jones o La Búsqueda pero peor estructurado que estos ejemplos. No obstante, el carisma de Momoa es arrollador; tiene dos villanos bien construidos en Black Manta y el Maestro de los Océanos que, además tienen una estética calcada a la del tebeo, cosa que a los comiqueros nos agrada en exceso y que genera un simpático contrapunto con el protagonista, que cierto es que poco se parece a su contrapartida de los tebeos; la ahora caída en desgracia Amber Heard es una buena partenaire para el protagonista y el reparto de secundarios lleno de caras conocidas (Willem Dafoe, Dolph Lundgren o la polioperada Nicole Kidman entre otros) es bastante solvente.

James Wan, director que se hizo un nombre en el cine de terror pero que siempre afirmó entrar en el negocio del cine con la ambición de hacer grandes superproducciones, hace justicia a sus ambiciones con un trabajo muy dinámico, especialmente en las coreografías de acción, que viene que ni pintado a una superproducción de estas características. 

Si no fuera tan chorra ni tuviera un guión tan poco imaginativo, Aquaman estaría sin duda en el podio de honor del DCEU, pues virtudes tiene de sobra para figurar allí.

4. EL HOMBRE DE ACERO (2013)

Y a las puertas de este podio se queda la película que dio el pistoletazo de salida al DCEU.

Esta peli tiene unos cuantos problemas. Para mi, el más vital, es que durante su primera acto, puedo coger tranquilamente una almohada y echarme la siesta de lo aburrido que me parece. Por otro lado, el enfoque que se le da de base a Superman, convirtiéndolo en un ser depresivo preocupado de su propia naturaleza, y la alteración de pilares básicos del personaje como la muerte de Jonathan Kent o su política moral sobre el "No matarás" son errores garrafales de adaptación que son el claro ejemplo de un personaje plegándose a las obsesiones de un autor que, de paso, ignora décadas de narrativa comiquera. La peli va en consonancia con este enfoque, con una fotografía grisácea que apaga los colores y una banda sonora carente de épica y alegría triunfal perpetrada por un Hans Zimmer en piloto automático, elementos contrarios a los que hicieron icónico el clásico de Richard Donner en su momento. En ese sentido, es la adaptación de Superman que menos respeta al personaje, enorgulleciéndose además de ello.

Ahora, al César lo que es del César, cuando empiezan las ostias, se te olvida todo esto. La capacidad de Zack Snyder para plasmar en pantalla el choque entre dos seres superpoderosos con su consecuente debacle destructiva queda patente en cada coreografía de pelea entre kriptonianos que el metraje contiene, dejando a la imaginación el qué podría hacer este hombre si le pusieran a su cargo una peli de catástrofes o una de monstruos gigantes a lo Godzilla. 

A Henry Cavill le sientan de puta madre las mallas del superhéroe y se nota que disfruta en su rol, siendo posiblemente uno de los mayores aciertos de casting de todo el DCEU, destacando desde luego por encima de un reparto en el que encontramos tanto talentos en plena curva ascendente en aquel entonces (Amy Adams y Michael Shannon) como viejas glorias, algunas a las puertas de la decadencia (Kevin Costner, Diane Lane y, sobre todo, Russell Crowe).

Es una peli extremedamente irregular, hasta el punto de que su segunda mitad, puesta al lado de la primera, parece pertenecer a un género completamente distinto. Y es por esa segunda mitad tan destacable que la peli trepa aquí arriba. Si al momento de empezar la acción, la peli hubiera seguido siendo igual de bajonera, todas sus deficiencias me habrían sentado mucho peor de lo que me parecen a día de hoy, con varios visionados del film a mis espaldas. Eso es un hecho al que Snyder y compañía desde luego no prestaron atención y que se fue acentuando película a película hasta que Aquaman, como he comentado, rompió el molde y trajo el color al DCEU.

3. ¡SHAZAM! (2019)

Esta es una de las tres pelis que considero verdaderamente buenas del DCEU. El resto tiene sus virutdes y defectos ya comentados, pero no se posicionan por encima del 6-7 en ningún caso. Las que vienen ahora son notables como mínimo.

¡Shazam! sin ir más lejos es una peli muy reivindicable, pero atención, no pensando en el público adulto. El error de la gente es juzgar la peli con los ojos de un señor frikoso de 40 tacos. No, esta es una peli que, de haberse vendido de otra forma o de haber visto la luz en otra década distinta a la actual sería considerado un clásico indiscutible, una peli pre-juvenil generacional en toda regla como fue Los Goonies en los 80 o Jumanji para la gente de los 90 por dar un par de ejemplos.

Todo, desde el desarrollo del personaje principal, insertado en una trama de búsqueda de la madurez, hallada a través de la formación de lazos de afecto y no tanto de experimentar la vida adulta de primera mano; el colorido y la luminosidad del héroe contrapuesto a la fealdad de los diseños de los enemigos monstruosos (pedazo de trabajo de efectos especiales) y a la falta de ética y moral del personaje de Mark Strong que canaliza un aroma a villano de la vieja escuela que tira para atrás; la banda sonora, fanfarria incluida, que podríamos colocar en cualquier peli de las antes mencionadas sin que desentonara en absoluta; todo recuerda a épocas pasadas, quizá más ingenuas y blancas, pero cuyos valores artísticos se están perdiendo en estos tiempos actuales cínicos y reacios a dejarse llevar por el sentimentalismo.

Si uno quiere ser tiquismiquis puede hablar de esos niños que pueden caer repelentes al espectador (no es mi caso), de que igual Zachary Levi con el traje inflable no da el papel del Shazam de los tebeos (físicamente, porque al menos el carácter esta clavado al del reboot del personaje que se marcó Geoff Johns en DC la década pasada)  o de que las escenas de acción no hacen justicia a un personaje que está al nivel de Superman (tampoco el tono ni el público al que va dirigido lo pide).

A mi, personalmente, me suda la polla. Como adulto puede que prefiera otras cosas, pero cuando la analizo objetivamente no puedo sino ver una peli infantil excepcionalmente planteada y ejecutada como hacía tiempo que no veía fuera del cine de animación. Y por eso está aquí. Y en esta colina moriré defendiéndola.

2. EL ESCUADRÓN SUICIDA (2021)

La plata se la lleva una peli que es todo lo contrario a la anterior comentada. Debe ser mantenida lejos del alcance de los niños.

James Gunn es, y hasta que me demuestre lo contrario, el tío que hay actualmente que mejor conoce el medio y mejor sabe trasladar tebeo a pantalla. Ha habido casos en el pasado de gente que se ha lucido haciendo esto, algunos haciendo un calco viñeta a viñeta del tebeo y animándolo (te miro a ti, Sin City de Robert Rodriguez  y a ti, 300 de Zack Snyder), otros aplicando conceptos de gran cine a un género que llevaba mucho tiempo sin tener esos destellos de genialidad (Joss Whedon cambiando el cine de superhéroes con el plano secuencia de la batalla final de Los Vengadores). Gunn ha demostrado que no es lo mismo un tebeo que otro, que cada uno tiene su tono y permite sus propios recursos. No es lo mismo la simpática comedia de aventuras de la primera Guardianes de la Galaxia, que la aventura crepuscular con toques de drama de su tercera entrega o la histriónica salvajada que aquí nos presenta, pero nunca hay que olvidar que se está adaptando un medio visualmente muy potente a otro igual o más potente si cabe. Y Gunn sabe perfectamente fusionar ambos mundos.

Hay un momento a mitad de peli, más o menos, en el que el personaje de La Ratonera (pedazo descubrimiento Daniela Melchior, por cierto) relata su historia de origen, por así decirlo, al resto de personajes. La escena es un monólogo de la actriz sentada mirando por una ventana mientras a través del cristal se proyecta, algo difuminadas y en segundo plano, esa secuencia de flashback que está narrando. Eso es un señor que ha cogido su guión, se ha imaginado una secuencia de viñetas en su cabeza y luego ha pensado en como animarlas para que quede visualmente vistoso pero sin perder la raíz del medio que adapta. Eso sólo lo puede hacer un tío con talento. Un tío cojonudo en su trabajo.

Y no se queda ahí, podríamos hablar de como ese hermanamiento de medios se hace patente también en los títulos que dan inicio a cada acto de la peli, en el empecinamiento de mantener los diseños originales aun cuando sean tan chorras como un señor con un casco petado de bombillas y cables o una estrella de mar del tamaño de un rascacielos o en saber que un concepto tan chorra y macarra como el Escuadrón Suicida debe beber también de una fuente cinematográfica igual de chorra, las pelis de acción ochenteras hiper-testosteronadas (a mi, por ejemplo, me da unas vibras tremendas al acto final del Commando de Schwarzenegger) y  de ese sentido del humor pasado de rosca, incluso zafio por momentos (hasta una polla en erección llegamos a ver en pantalla sólo por el mero hecho de añadir más gracia a un gag), que ya cultivó el propio Gunn en su época primigenia en la Troma.

Es una peli, además, antitética con la anterior versión del Escuadrón que se hizo en 2016, no sólo en el sentido de que aquella fue un éxito de taquilla y esta un fracaso mayúsculo. Sino en que, mientras aquella era una peli coral en la que casi ningún personaje funcionaba, esta es todo lo contrario.

No me equivoco si digo que muchos temíamos que esta peli fuera a ser otra peli de Harley Quinn y sus colegas. Lo que no nos imaginábamos es que ese personaje, el más popular de todos los presentados con diferencia, iba a quedar reducido en la trama a un segundo plano mientras Idris Elba y la desconocida Daniela Melchior se llevaban todo el peso de la trama. Pero claro, tampoco imaginábamos que debajo de John Cena había un actor de verdad, que Peter Capaldi iba a ser tan gracioso o que muchas de las caras conocidas que se anunciaron en un primer momento como participantes en el film iban a palmar en los diez primeros minutos de metraje. Que esa es otra, se critica mucho a James Gunn porque siempre saca a sus colegas de siempre en todas sus pelis desde que ascendió a las ligas mayores (que bueno, se ve que si lo hice Tarantino o Alex de la Iglesia mola, pero si lo hace este señor es una mierda, pero ese es otro tema...), pero, joder, ya me gustaría tener un autobús a mano en el que estuvieran metidos Nathan Fillion, Michael Rooker y compañía dispuestos a venirse conmigo a rodar lo que fuera sin rechistar.

En fin. Paro ya porque me podría tirar rindiendo pleitesía a Gunn durante párrafos. Es una peli de superhéroes cojonuda, pero una comedia ácida mejor todavía. Coronado queda el señor al que han dejado a cargo de rebootear toda la franquicia. Digan lo que digan los haters, estamos en buenas manos.

1. WONDER WOMAN (2017)

Y casi que dándose la palmada con el anterior caso (la verdad es que podrían ser intercambiables), tenemos la que es, para mi gusto, la peli más redonda de todo el DCEU. Porque si, El Escuadrón Suicida es una comedia estupenda, pero esta es, a la vez, una peli de orígenes muy bien planteada, por otro una cinta bélica bastante correcta y, en tercer lugar, una de las pocas pelis de DC/Warner que puede presumir de tener un subtexto ya no sólo interesante, sino bien resuelto.

Aunque debutó en Batman V Superman y pese a lo que tuvimos que sufrir aquí en España con el particularmente horrendo doblaje que tuvo , la presencia de Gal Gadot como la amazona (que, seamos sinceros, ninguno dábamos un duro por ella) resultó ser tan icónica que va a ser difícil que futuras versiones del personaje consigan desapegarse de ella. El desarrollo de su personaje, de mujer criada en una sociedad hembrista a mujer reconciliada con el sexo opuesto a raíz de un sacrificio heroico masculino es una agradable vuelta tuerca a la estructura clásica de las grandes tragedias superheroicas de los tebeos. Hasta llegar a este punto, sin embargo, tenemos un montón de secuencias espectaculares de acción en plena Primera Guerra Mundial, con el asalto de la protagonista a las trincheras como el momento más memorable del film.

Junto a Gal Gadot tenemos a un simpático Chris Pine de partenaire, al dueto de Elena Anaya y Danny Huston como contrapartida malévola a la pareja protagonista y a un abundante plantel de secundarios conocidos entre los que encontramos a Connie Nielsen y Robin Wright en las filas de las Amazonas o a David Thewlis y James Cosmo en el mundo de los humanos. Y no se puede decir que ninguno esté especialmente mal (cada uno en el espectro en el que le toca trabajar, claro está).

La verdad es que aunque ahora mismo no se me ocurra mucho más que decir sobre la peli la verdad es que le veo pocas cosas malas al conjunto. El reparto está bien, la traslación del personaje es correctísima, la acción es espectacular y está muy bien rodada con las dosis justas de slow-motion (doble mérito para una directora cuyo mayor éxito había sido Monster, tremendo drama con psychokiller protagonizado por Charlize Theron, y que fue descartada para realizar Thor: El Mundo Oscuro para la Marvel), tiene una moraleja que no da asco...si hasta la banda sonora, que suele ser impersonal en este tipo de pelis, consiguió sacarse de la manga un tema principal para Diana que es tan épico y reconocible que ha trascendido a la propia peli. Yo al menos lo he visto usar de fondo como banda sonora desde en eventos deportivos hasta en los debates de Al Rojo Vivo en la Sexta.

La prueba definitiva de que esta peli es buena de verdad es que es la que más veces he visto de la lista con diferencia y, aún así, todavía no me muestra signos de agotamiento. Es un clásico moderno del cine de superhéroes, posiblemente el único del DCEU junto al segundo puesto de esta lista.


Y con esto llegamos al final del viaje. Como vemos, una trayectoria con más bajos que altos pero que, aún así nos dejó un buen puñado de pelis disfrutables como mínimo.

¿El Futuro? Verdaderamente incierto. James Gunn fue nombrado encargado de encarrilar todas las franquicias del Universo DC en un nuevo reboot que verá la luz en unos años. Por lo pronto, debutará en las pantallas con Superman: Legacy en 2025 y con la mitad de Internet ya en contra suya, con el cuchillo en mano y deseando verle caer en desgracia. Por mi parte, espero con expectativas esta nueva etapa de DC en el cine y, al menos, el nuevo plan de acción anunciado tiene algo que no tenía el difunto DCEU: variedad. Es una hoja de ruta en que, al menos de momento, tiene cabida de todo, desde pelis más oscuras que juguetearan con el terror (la anunciada adaptación de La Cosa del Pantano con James Mangold a los mandos), hasta pelis de superhéroes formulaicas (el nuevo Batman, aparentemente más comiquero que nunca, que perpetrará Andy Muschietti), pasando por la space-opera (Supergirl: La Mujer del Mañana), todo mientras mantienen fuera del canon de este universo a gente como Todd Phillips y Matt Reeves para que sigan haciendo lo que les venga en cana con el Joker y Batman respectivamente, y continúan con sus proyectos en TV, donde cosas como la serie de El Pacificador, orquestada por el propio Gunn, han cosechado inesperados éxitos de crítica y público.

Dicen que el cine de superhéroes está en decadencia y que da claras muestras de agotamiento. Si bien esto es cierto, y ambos estudios, Disney y Warner, deberían rebajar el ritmo de producción, este 2024, a raíz de los parones provocados por la huelga de guionistas y actores va a estar sorprendentemente vacío de pelis de este tipo, lo que va a permitir que el público se sienta un poco liberado de tanta sobredosis comiquera y que la industria se pueda permitir engrasarse un poco. 

Yo sigo confiando en estos esudios...confiando en que se reinventarán y actualizarán y volverán a ser capaces de sacar esa chispa de genialidad con la que el público tan bien conectó en la década pasada, Volverán a ser los putos amos, no tengo ninguna duda.

viernes, 31 de diciembre de 2021

ESPECIAL FIN DE AÑO: Mis 5 películas favoritas de 2021

 


Volvemos una vez más al ya consabido especial fin de año. El único post que no me salté a la torera ni en el catastrófico y apocalíptico año 2020.
Si comparamos como esta la cosa respecto al año pasado habrá quien diga que este 2021 ha sido igual de bizarro y descarnado que el fatíco "Veinte Veinte". No es para menos, entre volcanes, variantes del Corona de todos los tipos, la luz alcanzado precios estratosféricos, la puñetera Filomena, ventisca de ventiscas, de principios de año, la marcha de Messi del Barça, y tantas y tantas otras cosas inesperadas que hemos vivido, bien merece esa categorización. Aquí sin embargo hay uno que, en contra de lo que es habitual en mi persona, se encuentra bastante más optimista que de costumbre, habiendo tenido un año ocupadísimo entre estudios y curro pero viendo que la cosa poco a poco va volviendo a su cauce y que, vacunas mediante, hemos empezado la larga marcha al final de la cual dejaremos atrás todas las mierdas pandémicas sufridas.

Pero hemos venido aquí a hablar de cine. Y que gran año se nos ha quedado al final.
Si bien el año pasado me las vi y desee para completar mi listado anual y, según apuntaba el primer semestre del año, este 2021 iba a resultar igual de pobretón, la avalancha de títulos potentes que empezaron a ver la luz del verano en adelante nos ha dejado una temporada en la que un servidor ha disfrutado del cine y de la experiencia de las salas de grandes pantallas como hacía años que no lo hacía. Y es que había ganas, pero, sobre todo, había toda una plétora de películas que acumulaban retrasos en cartelera sobre retrasos. Tarde o temprano todo eso tenía que salir por algún lado y bendito sea que haya ocurrido en este año, otro en el que ha sido especialmente necesario desconectar de la vida por un par de horas de vez en cuando.

Treinta y uno han sido los estrenos visionados por mi persona este año. Casi todos en pantalla grande, aunque hay alguno que vino arrastrado por el "torrente" de internet a mi vida y, los que menos, que han sido visionados plataforma de streaming mediante.
Las reglas de este tipo de posts ya las he repetido al hartazgo, pero lo haré de nuevo por si acaso.
Entran en la lista de visionados películas que se hayan estrenado este 2021 en cualquier canal audiovisual (Sala de cine, formato físico o Video On Demand) tanto internacionalmente como en España (por eso de que algunas cosas nos llegan con retraso y tal).

Hay cinco pelis que conforman mi "top" de favoritas del año, a las cuales sumo unas pocas menciones honorables que por una u otra razón no entran en este a pesar de que me hayan gustado lo suficiente como para rozarlo, la peli que más me ha sorprendido del año, para bien o para mal, ya se verá luego, y también, la puta mierda más apestosa que me he tragado en estos doce meses. Cerrará el artículo unas pequeñas líneas dedicadas al resto de pelis que no han entrado en ninguna de estas categorías.
Igualmente insto a los lectores a recordar que esto es un ranking que nace de una opinión personal que no tiene por que coincidir con la suya y también les recuerdo que, aunque intentaré que no sea así, puede haber SPOILERS en alguno de los comentarios posteriores, así que si ves algún título del que no quieras conocer detalle alguno y no te quieres arriesgar, avanza para abajo con la ruedecita del ratón o cierra la pestaña. Tranquilo, no te juzgaré.

Sin más, desearles a todos un feliz año entrante, que miren a la vida con una sonrisa de vez en cuando y, si son de los que les gusta el cine de verdad y no solo rajar de las pelis en Twitter y soltar bilis por la red, que reciban un 2022 lleno de razones por las que volver a meterse en una sala a disfrutar por todo lo alto de la pantalla grande y el sonido envolvente.

Y ahora, empecemos con...

MENCIÓN HONORABLE: Maligno de James Wan



Entre peli de superhéroes y peli de superhéroes, James Wan vuelve al género que le vio nacer para ponerse al frente de una auténtica locura de película en el mejor sentido de la palabra.

Maligno es una cinta de terror que salta continuamente de un subgénero a otro sin dar tregua al espectador. En un momento es una peli sobrenatural a lo Poltergeist para, al siguiente convertirse en un thriller con psychokiller de por medio, en una monster-movie o, incluso, cometer la osadía de transmutarse en una especie de siniestra peli de superhéroes con el despliegue de fuegos de artificio que se espera de una cosa así.

Las referencias visuales están expuestas como si de un escaparate se tratara para que el espectador disfrute de ellas sin que tenga que estrujarse la cabeza para encontrarlas. Las clásicas pelis góticas de fantasmas, el cine de la primera etapa de Cronenberg o el giallo italiano son algunos de esos referentes, y Wan salta entre ellos temática y visualmente sin problemas, adaptándose a los requerimentos de cada uno a la perfección, lo que es prueba más de que, fuera coñas, es uno de los mejores directores de estudio con los que uno se puede encontrar en la actualidad, algo especialmente reseñable teniendo en cuenta sus inicios, algo que pude volver a comprobar recientemente (más que nada porque revisioné Saw por enésima vez y me volví a dar cuenta de lo patán que era cuando empezó en esto del cine).

Todo ello viene aderezado con una trama que va a toda máquina, con su correspondiente giro de guión que no te ves venir de lo loco que es, y sostenida por la interpretación de la protagonista y pieza central del mismo, Annabelle Wallis, actriz sin apenas títulos reseñables en su carrera cinematográfica  pero con notables intervenciones en TV en series como Los Tudor o Peaky Blinders, lo que convierte a Maligno en un producto que, sin ser tan excelso como muchos otros de este 2021, es, posiblemente, uno de los más entretenidos que nos ha dejado el año.

Y para más inri, tiene uno de los pósters más chulos que han pasado por las carteleras del mundo en estos doce meses.


MENCIÓN HONORABLE: Godzilla vs Kong de Adam Wingard


Me da una satisfacción inabarcable pensar que, mientras que en 2020 cierto tipo de público iban proclamando antes de tiempo que Christopher Nolan y su Tenet iban a ser los salvadores del cine made in hollywood tras la etapa fuerte de la pandemia, fueron un lagarto radiactivo y un mono gigante los que petaron las salas a lo grande por primera vez en tiempos del covid a principios de este año.

Recapitulemos un poco en lo referente a la trayectoria del Monsterverse de la Universal. El reboot de Godzilla de 2014 presumía de seriedad y de aportar una dignidad nunca antes vista al personaje y no terminó de satisfacer al público, ya no digamos de cumplir esos objetivos. Kong: la Isla Calavera es una gran película de aventuras con monstruo, pero aún arrastraba algo de esa seriedad que su predecesora tenía. Godzilla: Rey de los Monstruos tenía un guión diarreico pero nos deleitó con algunos de los diseños de monstruos más chulos en años, modernizando los clásicos y mostrándolos por todo lo alto con planos chulísimos y peleas espectaculares.

Godzilla vs Kong es la culminación natural de esa evolución. Una película en la que la lógica salta por la ventana para no volver y que pone los mejores efectos especiales por ordenador que Hollywood se puede permitir al servicio de peleas de monstruos coreografiadas como si fueran combates de la WWE. La trama es una huida constante hacia adelante en la que se encuentran la teoría de la tierra hueca (con su inevitable referencia al Viaje al Centro de la Tierra de Julio Verne), robots del tamaño de rascacielos o un hacha de piedra cargada con radiación procedente del núcleo terrestre entre otras idas de olla. La presencia de humanos en la misma, con estrellas de la talla de Alexander Skarsgard o Millie Bobby Brown (que repite su papel de Rey de los Monstruos), está justificada por el hecho de que el mono y el lagarto por sí solos no pueden hacer avanzar la trama, pero destacan entre poco y nada frente a dos monstruos infográficos que casi expresan emociones de la misma manera que los seres humanos reales que aparecen junto a ellos.

Ni que decir cabe que todo ello la convierten en uno de los grandes entretenimientos del año. Risas y diversión aseguradas en una peli que, sobre el papel tendría que ser igual de coñazo que las pelis de serie Z de canales tipo SyFy o que sus homólogas japonesas añejas (lo siento por los fans). Pero esa es la magia de las pelis de estudio hollywoodienses bien hechas, ¿no? Que entran así de fácil y así de bien.

Que un señor como Adam Wingard, procedente del cine de terror independiente, sea capaz de coordinar un espectáculo como este sin problemas me hace preguntarme, una vez más, si no estamos aupando a la categoría de "grandes directores" al tipo de gente equivocada.


MENCIÓN HONORABLE: Spiderman: Sin Camino a Casa de Jon Watts


A la hora de pasar factura al ya inevitable subgénero cinematográfico superheroico de este 2022 teníamos para elegir entre unos cuantos ejemplos. Y de entre todos los candidatos, la que se lleva la palma por el peso que ha tenido entre el público, en su propio universo compartido y, por que negarlo, en las emociones generadas en un servidor ha sido la última aventura del hombre araña.

Intentar comentar esta peli sin destripar ningún detalle es tarea imposible, así que me limitaré a comentar que Sin Camino a Casa ejecuta en la mitología de Spiderman el mismo tipo de homenaje que Vengadores: Endgame hizo con los doce años previos de historia del MCU, que está repleta de grandes actores acometiendo grandes papeles y que demuestra que todo ese público comiquero que rajaba agusto de lo atroz que era este Spiderman hipertecnológico e ingenuo de Tom Holland (que, por cierto, queda retratado como el mejor actor de los tres que ha encarnado al personaje, me chupa un huevo el que opine lo contrario) ha quedado retratado como un sector impaciente y bocazas, pues esta peli nos muestra que la trilogía acometida tras el acuerdo entre Sony y Disney tenía una hoja de ruta planificada que nos ha conducido al Spiderman más purista y fiel a los tebeos, más aún que el de las pelis de Sam Raimi de la década pasada, con el cual vamos a disfrutar a lo grande en años venideros, demostrando una vez más, el potencial ilimitado de este MCU cuando sus productos están cuidados.

No puedo decir nada más sin colar cientos de spoilers. Sólo decir que en mi visionado hubo risas, gestos serios y un público entregadísimo que aplaudió con las mil y una sorpresas de la peli. La crítica se ha rendido ante ella y va camino de ser el gran taquillazo del año.

No hay otra, es la imprescindible de superheroes de este 2021.


Y dicho esto, vamos con el top del año, que estrena por todo lo alto...


5. ÚLTIMA NOCHE EN EL SOHO de Edgar Wright


No soy fan de Edgar Wright ni mucho menos. Su "Trilogía del Cornetto" me entretiene pero no me hace especial gracia, detesto su Scott Pilgrim contra el mundo, no he visto su Baby Driver y fui de esos a los que le dio igual cuando Marvel le apartó del proyecto de Ant Man. Pero al césar lo que es del césar, se ha marcado una peli con un par de huevos.

Última Noche en el Soho tiene algunos de los momentos más terroríficos del cine de este año y algunos de los más alegres también. Es un thriller sobrenatural que te planta una trama que crees conocer de antemano para darle luego el meneo a tu cabeza, habiendo jugado al despite con éxito. Su lectura sobre como se pueden cometer actos atroces en nombre del empoderamiento personal y esa moraleja final que muestra que incluso las figuras de moralidad más grisácea pueden inspirar a otros a hacer algo positivo con sus vidas me conquistó. 

Ignoro si la reconstrucción del Londres de los años 60 es fidedigna o no, pero no cabe duda de que esta hecha con gusto y pasión, especialmente en esa primera secuencia de presentación de la época que es todo un festival de referencias. La selección musical del film es de esas que tienen marcando el ritmo con el pie toda la peli y enganchado a la lista de reproducción correspondiente toda la semana posterior al visionado. 

El  talento de Edgar Wright queda demostrado cuando uno comprueba que ejecuta a la antigua usanza secuencias para las que cualquier otro no habría dudado de tirar de CGI o montaje vía ordenador (recomiendo ver por internet tras el visionado el making of del plano secuencia del baile en el club, acojonante). A nivel interpretativo tenemos el duelo entre Anya Taylor Joy y Thomasin McKenzie por demostrar quien es mejor actriz, del que ninguna sale victoriosa porque es que dan auténtico gustazo por partes iguales. Junto a ellas los meritorios talentos del inquietante Matt Smith, el veterano Terence Stamp y de la gran Diana Rigg en su último papel cinematográfico antes de fallecer.

Ocupa en mi corazón el mismo sitio que en años anteriores ocuparon pelis como Puñales por la Espalda o Malos Tiempos en El Royale, el reservado a esas historias de misterio con personalidad, estupendamente escritas que te agarran según empiezan y no te sueltan hasta que terminan. Brillante.

4. JINETES DE LA JUSTICIA de Anders Thomas Jensen

¿Cine danés en la lista? Pues claro, la ocasión lo merece.

Esta es una peli muy humilde, que ha pasado muy por debajo del radar, pero que esta repleta de virtudes. Una vez más es una peli que te mantiene en vilo jugando al despiste con el espectador. Se presenta como una historia de venganza en la que una serie de personajes se congregarán para ejecutar una suerte de justicia urbana , peor poco a poco la trama nos va llevando a otros terrenos y, mediante el suspense, un humor negrísimo y multitud de momentos entrañables, que no ñoños, la película acaba retratándose como lo que es, un cuento sobre la superación del duelo por la pérdida de un ser querido  y la doble faceta de algo tan metafísico como el destino preconcebido, que se nos presenta a la vez como una ficción que uno puede usar para justificar sus acciones vitales y algo que verdaderamente existe, sólo que no de la forma en la que cada uno nos lo imaginamos.

Aunque el casting entero es de esos que da gusto ver en pantalla, los laureles tienen que recaer si o si en Mads Mikkelsen, un pedazo de actor como la copa de un pino que a cada papel se reafirma como uno de los mejores talentos interpretativos que tenemos en Europa en estos momentos.

Para más inri, el ser una peli ambientada en Navidad la hace perfecta para estos momentos festivos del año, y la experiencia de visionarla en manga corta en pleno agosto con el aire acondicionado del cine a tope transportándome directamente a ese crudo invierno danés fue una de las más agradables que tuve en todo el año. Lástima de la bofetada de calor que me recibió a la salida y me devolvió a la dura realidad.

3. BENEDETTA de Paul Verhoeven


Tenía que volver un maestro del séptimo arte para dar un golpe en la mesa y mostrar a los pusilánimes de la industria actual como es hacer cine con cojones.

Ya hace años que se venía diciendo que lo mejor que pudo haber hecho Verhoeven para su carrera fue dejar Hollywood y volver a su Holanda natal para seguir haciendo cine. Aunque fue en América donde rodó alguno de sus títulos más míticos, como Desafío Total o Robocop, ha sido al volver a Europa donde, libre de las inevitables constricciones de los grandes estudios, ha dado rienda suelta a toda su mordacidad y su sordidez innata. Y así, tras cascarse en los Países Bajos el peliculón que es El Libro Negro y, más tarde y con capital francés, una película tan políticamente incorrecta que es un milagro que se haya hecho en estos tiempos de cancelación como es Elle, Verhoeven se ha marcado la que es, sin lugar a dudas, la película más sórdida, desvergonzada y blasfema de este 2021.

Apoyándose en esas pelis exploitation de décadas pasadas, el holandés nos presenta una historia sobre la epifanía de una monja lesbiana de un convento de clausura italiano en tiempos de la peste negra que no deja títere con cabeza. La Iglesia, para no decepcionar, queda retratada como una entidad degenerada, cruel y mercantilista. El ser humano, casualmente encarnado en esta ocasión en un grupo de mujeres (la mujer, ese ente intocable según ciertas corrientes del arte actual), se muestra como manipulador, egoísta, capaz de pisar los cuellos que haga falta para mantener su pequeña parcelita de poder o de arruinarle la vida a quien sea con tal de tener a su alcance el coño o la polla que sea de su apetencia. Aunque no está tan rebosante de nudismo y sexo como otros ejemplos, las escenas de coito desprenden sordidez por todos lados. Casi puedes oler el sudor y la lubricación del ambiente (por cierto, todos los aplausos del mundo para las dos actrices protagonistas, Virginie Efira y Daphne Patakia, que se tiran media peli como dios las trajo al mundo sin que su interpretación pierda un ápice de credibilidad). Igualmente la peli no se muestra parca tampoco en mostrar violencia y una representación de la iconografía cristiana que traerá de cabeza a más de un creyente. Aunque todo esto no sería ni la mitad de efectivo sin la magistral capacidad de Verhoeven de generar imágenes potentísimas sin necesidad de grandes efectismos.

Como mola ver que, aunque bajo mínimos, sigue habiendo transgresión en el cine. La pena será cuando esa generación de directores de otra época pase a mejor vida. Vaya erial nos van a dejar en ese sentido. Mientras tanto, hay que disfrutar de ello, dure lo que dure.

2. EL ÚLTIMO DUELO de Ridley Scott


Y tenía que volver otro maestro del cine para darnos otra lección a todos en la que, por otro lado, ha sido uno de los grandes fracasos de taquilla del año.
Ridley Scott tiene una carrera irregular pero siempre que ha acertado, lo ha hecho a lo grande. Con El Último Duelo, el británico ha firmado, a sus ochenta y pico años de edad, una de las mejores películas de su filmografía, metiéndose de cabeza en el peligrosos pantanal que es ahora mismo el tema de la violencia de género y saliendo triunfante.
La gran virtud de esta peli es su glorioso guión escrito a tres manos entre Matt Damon, Ben Affleck y Nicole Holofcener, en el que se nos narra la misma historia desde tres puntos de vista, con sutiles diferencias entre uno y otro en una estructura que recuerda inevitablemente al Rashomon de Kurosawa pero que, lejos de apropiarse del ya manido concepto de "todo el mundo es el héroe en su propia historia", nos muestra que, por mucho que uno adorne su versión de los hechos, el señor machista va quedar retratado como tal en cualquier recapitulación de los hechos, el violador repugnante va a ser mostrado como tal siempre y la víctima, en cualquiera de los casos, siempre va a ser vista como la víctima por el público, que funciona en esta ocasión como una suerte de jurado popular que asiste a un juicio presentado en forma de película. Inteligencia rebosante por todos los lados en un trabajo de escritura que, si hay justicia en este mundo, debería ser premiado y re-premiado en todos los lados en que pudiera serlo.

Por otro lado, manda huevos que, habiendo tenido en sus manos grandes espectáculos visuales como El Reino de los Cielos, hayamos tenido que esperar a la película de época más contenida de todas cuantas ha rodado para que Ridley Scott se marcara las mejores escenas de acción a espada de toda su carrera. El susodicho duelo que el título anuncia es, sin ninguna duda, la secuencia mejor rodada y más tensa de cuantas hemos tenido este año en una pantalla grande.

Para más inri tenemos un reparto en estado de gracia encabezado por un Matt Damon maquillado para que parezca prácticamente un monstruo, un Ben Affleck que nos hace pasar por alto un ridículo tinte rubio que identifica a su personaje, un Adam Driver que se muestra como uno de los mejores intérpretes masculinos jóvenes que tenemos en la actualidad y que parece estar pidiendo a gritos un Óscar, y una Jodie Comer que se marca, directamente, la mejor interpretación femenina del año en película alguna.

Es de esas pelis que merecen ser vistas con calma y tranquilidad, incluso repetidas veces, aislando y analizando todas las virtudes y detalles que tiene por todas partes. Es la definición perfecta de cine de Hollywood redondo en todos sus aspectos.
La única pena es que, habiendo sido un fracaso tal de taquilla y habiendo pasado tan desapercibida, será ninguneada en un futuro casi seguro. Dios da pan al que no tiene dientes.

1. OTRA RONDA de Thomas Vinterberg


Fue una de las primeras películas que vi este año y desde el momento que salí del cine ya sabía que iba a estar en la lista en el puesto que ocupa.
Cada persona es como es y yo, personalmente, suelo ser muy poco susceptible a ser agitado emocionalmente en una sala de cine. Otra Ronda es una peli que cogió un sentimiento que yo sabía que tenía, la nostalgia por una adolescencia loca que veo alejarse cada vez más, lo cogió y lo zarandeó hasta dejarlo a flor de piel.

El danés Thomas Vinterberg ya destacó hace unos años con ese dramón que para mi es una peli de terror en toda regla que es La Caza, pero aquí ha dado todo un golpe en la mesa que ha conquistado a la crítica y al público en todo el mundo. Otra Ronda es una historia de gente que ansía evadirse de sus problemas vitales como sea, huir de este mundo de mierda y refugiarse en tiempos más felices, representados aquí por una juventud despreocupada en la que la mayor preocupación de uno era cogerse un pedo el fin de semana y pasar la resaca adecuadamente. Pero uno ya de adulto no se mueve en el mismo mundo que de joven ni afronta los mismos problemas, y por mucho que te escondas el enemigo te encuentra al final. Es a la vez una historia que nos habla de enfrentarse de cara a los problemas de la vida y sobrellevarlos, pero también de celebrar la vida en todo su esplendor, pues siempre hay un momento en el que puedes tomarte la libertad de volver a sentirte un chaval y, por que no, cogerte una cogorza si así lo deseas. 
Una película que se mueve constantemente en un terreno gris, sin terminar de posicionarse ni el terreno blanco de la moralina "buenista", ni en el negro del "sudapollismo" desvergonzado. Combina momentos de drama descarnado con simpática comedia, momentos en los que te gustaría vivir lo que los protagonistas viven y momentos en los que sientes vergüenza ajena por ellos, momentos de llanto por la tragedia y momentos de llanto por la alegría...toda una montaña rusa de emociones que, si hubiera tenido la mala fortuna de haber visto en el fatídico 2020 en salas, me habría dejado jodido a la salida casi seguro.

Puede que no sea la peli mejor dirigida del año (aunque será de las mejores), ni la mejor interpretada (aunque el reparto entero está de lujo, una vez más, con Mads Mikkelsen alzándose por encima del resto), pero es de esas películas de las que resulta muy difícil encontrarle algo realmente malo y, sin duda, la obra artística que más me ha tocado internamente este año. Sólo por eso amerita el puesto que ocupa. 
Obra maestra.

LA SOPRESA DEL AÑO: Eternals de Chloé Zhao


Una año más, entra en esta categoría una peli que supuso una sopresa para mi persona, pero en el mal sentido de la palabra.
Hace ya la friolera de 8 años, Marvel Studios y la Disney se tiraron un triplazo arriesgándose a producir una superproducción sobre unos personajes de tebeo más bien desconocidos para el gran público. Guardianes de la Galaxia no sólo fue un éxito sino que definió la fórmula cinematográfica que la compañía ha seguido con éxito durante todos estos años.
Este 2021 también se habían decidido a tirarse otro triple con otro grupo de personajes aún más desconocido con los anteriores en un producto con el cual, se nos advirtió de antemano, que intentaban dar una pequeña vuelta de tuerca a una fórmula marvelita para muchos ya agotada.
Os digo una cosa, si el cambio de fórmula pasa por aportar a las pelis de superhéroes de Marvel de los elementos que convirtieron a pelis similares de la competencia en coñazos soberanos, por favor, que se mantengan con la tónica habitual por los siglos de los siglos.

Eternals es una peli que vende una épica que no llega a alcanzar en ningún momento y una profundidad que no tiene por mucho que se empeñe constantemente en intentar mostrar que así es. Desde el principio se antoja como una película coral con un gran reparto, pero conforme avanza el metraje vamos descubriendo que tenemos ante nosotros una serie de personajes planos cuyas motivaciones se pueden resumir en una línea por cada uno de ellos. Y así , mientras que la triada de personajes que podríamos nombrar protagonistas de la trama, la Sersi de Gemma Chan, el Ikaris de Richard Madden (fácilmente lo mejor de la peli, por cierto) y el Duende de Lia McHugh, tienen un desarrollo claro (no por nada están en escena prácticamente desde la primera escena del film), otros personajes apenas si tienen una subtrama que haga que nos importen lo más mínimo, cuando no están descaradamente desaprovechados, como es el caso de los personajes de Angelina Jolie y Salma Hayek. 
Para más inri, las escenas de acción son escasas e insulsas, estando más de la mitad de la película rellena de diálogos y diálogos vacíos que ni siquiera sirven para hacer avanzar a los personajes en alguna dirección. El resultado es el mayor aburrimiento que he sufrido con una peli de Marvel desde Thor: El Mundo Oscuro por lo menos. 

Y es que en verdad sorprende que el que se suponía que iba a ser el siguiente paso adelante del MCU, el siguiente golpe en en la mesa, haya resultado tan insulso y olvidable. Aunque claro, ya me olía la tostada desde que publicaron ese pretencioso primer tráiler que nos hizo temer lo peor en su momento.
Cualquier otro producto superheroico de primera fila de este año, tanto en cine como en TV, ha resultado más excelso que estos Eternals, precisamente por abrazar esa intrascendencia, esa naturaleza del género superheroico en la que, por encima de todo, el divertir al espectador debe ser el objetivo a cumplir. Y es que si deseas hacer un cine de este tipo con pretensiones de autor, más te vale tener una imaginería visual y un guión que acompañe. Si no, mal asunto.
Que el momento con el más vibrara durante el visionado como comiquero y espectador fueran las dos escenas post-créditos lo dice todo sobre la misma. Una pena.

LA PUTA MIERDA DEL AÑO: El Rey de Zamunda de Craig Brewer


Buf. Otra que desde que me la tragué sabía que iba a estar en este puesto de la lista.

Se puede decir que El Príncipe de Zamunda de John Landis es una chorrada más o menos graciosa como tantas otras películas de la época dorada de Eddie Murphy, pero de lo que no cabe duda es que, ya entrado el siglo XXI, ha alcanzado un estatus en el que prácticamente es ya un clásico de la comedia. En mi casa es una peli que siempre ha gustado y ha hecho gracia, hasta el punto de que mi padre y yo nos recitamos a veces diálogos de la peli para descojonarnos a gusto nosotros sólos. Así que comprenderéis que había ganas de volver a reír con una simpática comedia de este estilo... y madre mía, esperaba que no llegara al nivel de su predecesora, pero no que fuera tan atroz.
Si antes decía que una peli de superhéroes no debería aburrir a su espectador, ahora toca recordar que es intolerable que una comedia no haga reír. Y El Rey de Zamunda no tiene un puto chiste bueno. No sólo eso, es que copia la estructura de los gags que tan bien funcionan en la original y los deconstruye, los pasa por el tamiz de la corrección política actual, y los suelta de nuevo de tal manera que parece ser una peli hecha con el único objetivo de pedir perdón a todo aquel que se pudiera haber sentido ofendido (que ya ves tú) por el posible racismo o machismo de los chistes de la original. Es horrible como esta generación de ofendidos, twitteros y demás ralea odiosa de internet se está cargando poco a poco la comedia en todos sus aspectos.
Más allá de la falta de chispa e incorrección política de la original, tenemos a un Eddie Murphy viejo y hecho polvo cuyos años de gloria están muy pero que muy atrás en el tiempo; Arsenio Hall, prácticamente co-protagonista de la original ve reducida su participación a prácticamente un cameo; James Earl Jones repite su papel de la original siendo lo más simpático de la peli junto a un Wesley Snipes  pasadísimo de rosca; el rollo de darle la vuelta de tuerca a la original y trasladar a gente del guetto a África no funciona bien y está lleno de todos esos tópicos vistos mil y una veces que tiran para atrás que no veas...y así sumamos y sumamos hasta lograr un producto de usar y tirar en el que lo único que admito que funciona bien en todo momento son las coñas que se traen a costa del Black Panther de Marvel.
Dirige la peli Craig Brewer que ya había trabajado previamente con Eddie Murphy en una peli que se llevó buenas críticas por un tubo hace dos años, Mi nombre es Dolemite, en el que es, claramente, un encargo de la Paramount, que es quien pone la pasta para esta atrocidad aunque se haya distribuido a través de la plataforma de streaming de Amazon.
La vimos y sufrimos de principio a fin en esta casa, helados ante el dantesco espectáculo, pero es que era terminarla de ver o quitarla, y no es que no hubiera ganas de ello, pero entre que mi padre tiene que terminar todo lo que se pone si o si y que yo esperaba que en algún momento mejorara la cosa, no hubo cojones a hacerlo.
Con diferencia, lo peor de lo peor que he visto este año. Que nunca más se repita una cosa así con otro clásico moderno o viejuno de la comedia, por favor.

LO QUE SE QUEDÓ EN EL TINTERO...


-Mortal Kombat: Lo bueno que se puede decir de ella es que intenta ser igual de violenta que le videojuego, aunque no termina de atreverse a pasarse de rosca del todo. Todas las escenas de Scorpion y Sub Zero molan un montón y prometen un nivel que la peli no consigue mantener, especialmente cuando aparecen en escena personajes como Raiden o Goro, que dan bastante vergüenza ajena y ponen en evidencia las carencias del film. Con todo, está entrenida.

-Nadie: Adrenalínica peli que equilibra perfectamente la acción brutal y descarnada con la comedia de que un asesino de élite se encuentre tras el rostro del pringado de tu vecino de al lado. El estilo John Wick de rodar acción ha venido para quedarse.

-Spiral: Saw: Cualquier neófito de la saga puede acercarse a ella porque discurse por otro camino al de sus ocho entregas anteriores. Los fans veteranos de la saga atestiguaran con ojos como platos el más que probable nacimiento del "Sawverso". Se hace rarísimo, no obstante, ver una peli de estas características con actores reconocibles al frente. Viéndola como espectador objetivo, es un thriller pasable. Viéndola como fan de la saga, supone todo un soplo de aire fresco. Que las sigan haciendo, a mí no me importa.

- Cruella: En la línea de los remakes en imagen real de los últimos años de Disney. Una Emma Stone súper carismática sostiene una peli que en un principio promete ser mejor de lo que finalmente es. Sobre el tema de que la compañía del ratón se esté cargando su propia mitología quitando todo ápice de malignidad a sus villanos, opino que estamos ante una batalla perdida. Con todo, es posiblemente la más entretenida de esta tendencia junto a El Libro de la Selva de Jon Favreau.

-Viuda Negra: Una aventura más de nuestros queridos personajes marvelitas que se ve lastrada por el hecho de que conocemos de antemano el destino que le espera a la protagonista (cosas de la continuidad del MCU). Como vehículo de presentación del relevo generacional del personaje es ejemplar. Como peli de superheroes en general, es un entretenimiento bastante decente.

-Shang chi y la leyenda de los diez anillos: La fórmula Marvel se aplica a un personaje de segunda fila de los tebeos y lo coloca, dentro de su universo cinematográfico, al mismo nivel de importancia que otros personajes conocidos por todo Dios. El clímax final con todos los monstruos del calendario chino haciendo aparición y Tony Leung doblado por Jose Luis Gil encarnando al villano se llevan los laureles en una peli que muestra que, a poco que se haga con un mínimo de intención, la fórmula siempre funciona.

-Dune: La gran obra de ciencia ficción de todos los tiempos llevada de nuevo al cine. La capacidad de Denis Villeneuve para generar imágenes bonitas es innegable pero el material original sigue siendo igual de denso y, por ende, la peli se acaba haciendo larga como ella sola y aburrida por momentos. Y no es nada más que el principio de una saga que, a cada día que pasa me da mas pereza.

-Escuadrón Suicida: James Gunn se pasea por DC, suelta una gamberrada y se vuelve a la Marvel. Una partida de culo en la que brillan un Idris Elba y un John Cena sorprendentemente graciosos. Como comiquero se agradece que la trama relegue a los personajes más icónicos a un segundo plano en pro de darle protagonismo a otros de segunda fila. La segunda mejor peli de superheroes del año.

-Candyman: Mantiene parcialmente el tono de la original a la vez que moderniza el mito y lo adapta a los tiempos actuales de Black Lives Matter y redes sociales. Para pertenecer a esa casta de "nuevo cine de terror afroamericano" no da tanto la matraca con el racismo y demás problemática social como otros productos similares. Merece la pena.

-Sin Tiempo para morir: No llega a los niveles de excelencia de Casino Royale o Skyfall pero tiene algunos de los momentos más intensos de la saga Bond que yo recuerde. Cierra la boca a todos aquellos que afirmaban que con esta entrega Bond iba a abandonar sus fundamentos y también a aquellos que abogaban por ello. Ana de Armas deslumbra tanto en su papel de secundaria como decepciona el villano encarnado por Rami Malek. Con esta entrega la etapa Craig del personaje se reafirma como una de las más sólidas en términos generales, si no la que más.

-Titane: La ganadora de la palma de oro de Cannes de este año podría haber sido un thriller estupendo con el tema "trans" de fondo pero acaba convirtiéndose en una pedantería por querer ir de rareza. Presume de provocación y transgresión y carece de ambas. Para más inri, pertenece a ese odioso tipo de productos que se vende como cine de género al espectador cuando en ningún momento pretende serlo. Sobrevalorada es poco. ¿Qué se les pasa por la cabeza al jurado al repartir premios en estos certámenes?

-Venom: Habrá Matanza: Si te gustó la primera te gustará esta segunda parte que suma a un sobreactuado Woody Harrelson al elenco. Por momentos parece Escenas de Matrimonio pero como dura unos gloriosos 90 minutos no te da tiempo ni a verle las costuras ni mucho menos a aburrirte. Está bien.

-Halloween Kills: Se agradece que prescinda de los elementos atmosféricos de su predecesora en pro de darnos un festival de violencia, lo cual, por otro lado, convierte a la peli en un slasher más que no mantiene las pretensiones de la primera parte. La crítica a la sociedad americana post-Trump es tan sutil como un machetazo de Michael Myers. La tercera parte de esta trilogía reboot nos confirmará si el ejercicio en su conjunto tenía un sentido o se debía haber reducido a la genial película de 2018.

-La Casa Gucci: La otra de Ridley Scott de este año. La fórmula del biopic hollywoodiense adaptada a la figura de Maurizio Gucci y la mujer que lo mandó matar convierte una historia sobre un mundo que a priori te importa una mierda en un ejercicio súper entretenido. Adam Driver se reafirma como uno de los grandes talentos de la actualidad y Lady Gaga se casca otra interpretación cojonuda en contraposición a un Jared Leto insoportable que parece fuera de lugar entre tanto talento interpretativo. Muy recomendable.

-Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City: Es más fiel a los videojuegos que la saga con Milla Jovovich a la cabeza, pero en lugar de ser mejor en lo visual y en lo efectista que estas, las acaba dejando de obras notables en comparación. El reparto da bastante asquete, se notan las carencias presupuestarias por todas partes y, en general, no ves el momento de que acabe la peli. Un sidazo.

-Lamb: La gran triunfadora del festival de Sitges de este año. Una ida de olla que, una vez más, se vende como peli de género para ocultar sus pretensiones artísticas de cara al público. Te tiras toda el film viendo a un muñeco ridículo pasearse y esperando bien un giro hacia el terror puro que nunca llega, bien que llegue el momento en que se explique de alguna forma la metáfora oculta del film, cosa que tampoco ocurre. Una soberana chorrada con ínfulas. Repito, ¿Que les pasa por la cabeza a la gente en estos festivales para repartir premios así a lo loco?

-El Contador de Cartas: Paul Schrader nos trae una historia de personajes torturados en ambientes malsanos, terreno en el que está acostumbrado a moverse y en el que sobresale casi siempre. La pena es que, a pesar de llevar todos los años del mundo en esto del cine, sigue sin ser el mejor de los directores y tiene algunas idas de olla visuales que me sacan de la peli. La interpretación hipnótica de Oscar Isaac sostiene una peli que de otra forma se caería por su propio peso. Con un poquito más de presupuesto y otro director adaptando el guión de Schrader habríamos tenido, en verdad, la gran película que todos dicen que ya es. Bien, sin más.

-Matrix Resurrections: En el mejor de los casos funciona como un rollo de publicidad que puedes ver pasar por delante tuya sin que te llame la atención en ningún momento. En el peor, resulta un auténtico despropósito que parece reírse en la cara de los fans de la saga, si es que queda alguno por ahí después de esto. El reparto de la trilogía original que repite está a otra cosa y las nuevas incorporaciones brillan por su falta de carisma. Aséptica y ridícula a partes iguales. La prueba que no necesitábamos para comprobar que lo de Matrix debió restringirse a la original del 99 y no haber seguido adelante.

-Pig: El gran engaño del 2021. Sobre el papel se vende como una especie de John Wick con Nicolas Cage persiguiendo a los canallas que le robaron su cerdo trufero. En realidad es una peli más lenta que el caballo del malo sobre el proceso del duelo por la pérdida de un ser querido que se narra en un ambiente culinario, con momento Ratatouille incluído. Entretenida, sin más. Eso sí, Nicolas Cage nos da una interpretación súper sólida y serena que cierra las bocas de todos aquellos que se mofan de él y lo siguen considerando una especie de meme viviente.

-El Poder del perro: Para muchos, el gran peliculón del año. Para mí, un western mundano que no tiene nada especialmente excelso. El giro de tuerca a la típica moralina LGTBQ tan repetida en el arte últimamente se agradece. Mola ver pelis que se atrevan a decir que hay hijos de puta y mala gente en todos los colectivos. Está guay.

-The King's Man: La Primera Misión: Va tan a todo tren que sus predecesoras acaban pareciendo cine contemplativo. Por otro lado, reduce la comedia al mínimo en una saga que precisamente se ha caracterizado por su gamberrismo pero intentando seguir molando todo el rato. Veo las inconsistencias de tono de la propuesta que todo el mundo critica pero a mí me ha gustado. Ojalá continúe por estos derroteros la franquicia.