sábado, 22 de octubre de 2016

JONAH HEX de Jimmy Hayward


Título: Jonah Hex
Director: Jimmy Hayward
Año: 2010
Guión: Mark Neveldine y Brian Taylor
Intérpretes: Josh Brolin (Jonah Hex), John Malkovich (Quentin Turnbull), Megan Fox (Lila), Michael Fassbender (Burke), Aidan Quinn (Ulysses S.Grant)


Vamos a ver, situémonos antes de empezar. En 2010, Warner Bros. estaba frotándose las manos compulsivamente, pues no en vano acababan de pegar el gran pepinazo  dos años antes con el estreno de El Caballero Oscuro que tantas buenas reacciones entre crítica y público estaba cosechando. Así pues, no era raro que otros se lanzaran de cabeza a adaptar todo lo que pudieran del Universo DC y, entre planes para nuevas pelis de Batman y Superman y el debut en la gran pantalla de Linterna Verde, decidieron quedarse con unos poquitos productos para potenciales películas más minoritarias entre los que se encontraban los derechos del personaje de Jonah Hex. 
Para los profanos en la materia Hex es un personaje nacido en los 70 en las páginas de All-Star Western (la cabecera de DC dedicada a narrar historias ambientadas en el Salvaje Oeste) y pronto se destacaría como uno de los mejores aportes de la misma llegando a tener una serie propia que llegaría contar con hasta tres volúmenes, al menos hasta el día de hoy. Las historias de un cazarrecompensas con medio rostro deformado enfrentándose a toda clase de enemigos en el Oeste americano parecen una apuesta segura para lograr entretenido por lo menos, ¿No?
Error. Pero antes de profundizar, una breve sinopsis. 
En esta película Jonah Hex es un antiguo soldado confederado cuya familia es asesinada por su antiguo general Quentin Turnbull quien además se encarga de dejarle un regalito marcándole el rostro con un hierro candente antes de dejarlo abandonado y dispuesto a recibir una muerte segura. Salvado por chamanes indios y adquiriendo la habilidad de hablar con los muertos como resultado de la magia india, Hex se convierte en un cazarrecompensas con unas ansias insaciables de sangre que encontrarán un nuevo objetivo cuando por azares del destino se encuentra de nuevo en persecución de su viejo enemigo Turnbull quién tiene un plan para destruir los Estados Unidos de América.
Yo no se puede decir que sea un experto en el personaje de Jonah Hex (apenas he leído sobre él), pero de lo que estoy convencido es que esa habilidad para comunicarse con los difuntos es una patraña inventada por los guionistas.Pero bueno, dejando de lado las potenciales profanaciones al material original, uno esperaría al menos encontrarse con una película potable, un western mínimamente entretenido y no con un cagarro de dimensiones mayúsculas. 
Jonah Hex no es mala en su producción. El vestuario y el diseño denotan la pasta que hay detrás de la cinta. El maquillaje de los personajes es cojonudo y los pocos efectos digitales que hay son más que solventes. Además eligieron como protagonista al que probablemente sea el actor que mejor concuerda físicamente con el personaje del tebeo, el señor Josh Brolin (quién por cierto no lo interpreta nada mal). ¿Que falló entonces en Jonah Hex?
En primer lugar tenemos un guión que sufre el peor defecto que puede tener cualquier película: el desprender no asco ni odio hacia el mismo, sino aburrimiento. La película es soporífera a más no poder, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta que el guión viene firmado por el tandem Mark Neveldine- Brian Taylor responsables de las desmadradas Crank:Veneno en la sangre y Crank:Alto Voltaje pero que también volverían a aburrir a los fans comiqueros dos años después de Jonah Hex con Ghost Rider: Espíritu de Venganza, la infecta secuela de las andanzas en el cine del Motorista Fantasma. De hecho, los propios Neveldine-Taylor iban a ser los encargados de dirigir la peli, pero diferencias irreconciliables con la productora hicieron que esta tarea acabara recayendo sobre Jimmy Hayward, un animador curtido en la factoría Pixar quien únicamente tenía en su currículum una película de animación para críos, Horton (aunque esto quizá sea lo que explique que una de las pocas cosas buenas que tiene la peli sea ese prólogo donde a base de viñetas animadas se nos resume el pasado de Hex).
Junto a Josh Brolin tenemos también a esa actriz que no está tan buena como muchos dicen pero que si tiene la expresividad de una pata hervida que es Megan Fox, como villano tenemos a un John Malkovich al que se le nota la más absoluta y completa desgana por todo lo que hace y como esbirro número 1 del mismo al adorado por las masas Michael Fassbender sobreactuando en esta ocasión hasta límites estratosféricos (y eso que para entonces ya había trabajado con Tarantino y había debutado también con el prestigioso director Steve McQueen, quien lo convirtió en su actor fetiche y con quién obtuvo su primera nominación al Oscar por 12 años de esclavitud). Completando el reparto de caras conocidas tenemos los cameos de Aidan Quinn como el presidente Ulysses S. Grant, del negro Lance Reddick, del feo y ahora televisivo Wes Bentley, del grandísimo Michael Shannon y del señor Jeffrey Dean Morgan que directamente no se encuentra ni acreditado entre los intérpretes del film.
Todo este pifostio viene orquestado además por una banda sonora metalera y totalmente fuera de contexto compuesta por el antaño prolífico y ahora semi caído en desgracia grupo de metal progresivo Mastodon.
Si juntamos un guión pésimo, actores co protagonistas horripilantes y aburrimiento a raudales...¿A alguien le extraña que Jonah Hex fuera un fracaso? Vapuleada por la crítica, ignorada por el público y un desastre financiero que llego a España directamente en forma de DVD.
Recientemente el personaje de Hex volvió a ser interpretado en carne y hueso en la serie de la cadena CW Legends of Tomorrow, ambientada en el multiverso DC. Un sitio más adecuado para un personaje tan minoritario donde le deseo una mejor suerte que la que sufrió cuando este pedazo de infamia vio la luz. Horrenda.


miércoles, 5 de octubre de 2016

VENGADORES SECRETOS: La primera "etapa" de Nick Spencer


TítuloVengadores Secretos #12-14
Editorial Española: Panini Comics
Publicado originalmente comoSecret Avengers vol.1, #12.1, Secret Avengers vol.1, #13-15 y Fear Itself: Black Widow #1
Guión: Nick Spencer y Cullen Bunn
Dibujo: Scott Eaton y Peter Nguyen
Entintado: Javier Mendoza, Rick Ketcham y Peter Nguyen
Color: Frank D'Armata y Veronica Gandini
Portadistas: Adi Granov

¿Que ocurre cuando tienes que unir una etapa de un autor reconocido con otra nueva de otro autor con un buen puñado de éxitos detrás?... ¡Exacto! ¡Es la hora de los fill-ins!, ¡Sacad la chequera y que entren los mercenarios!
Cuando Nick Spencer entró en Vengadores Secretos tras la marcha de Ed Brubaker sabía perfectamente (hay entrevistas en internet de aquellos años que lo prueban) que el iba a ser el puente en aquella ocasión. Corría el año 2011 y el que hoy día es posiblemente una de las principales puntas de lanza de Marvel y a la vez el guionista más odiado de América estaba empezando a asomar la cabecita en el mundo del tebeo. Nick empezó su andanza comiquera en la editorial Image donde se encargó en un principio de series limitadas pequeñitas como Existence 3.0. o Forgetless hasta que la editorial tuvo suficiente confianza como para permitirle sacara un proyecto más gordo. Este proyecto serían Morning Glories, cabecera que empezó a guionizar en 2010 y que con 50 números permanece a día hoy abierta y continuándose en buena forma cuando el guionista buenamente puede. Un buen despegue en Image significa de un tiempo para acá que las grandes editoriales te van a querer echar el guante. Dicho y hecho. Al poco tiempo empezaron a caer los trabajos. Un número suelto de Action Comics por aquí, otro de Iron Man 2.0. por allá, lo que hiciera falta. Con el tiempo, y sin por ello perder el contacto con sus raíces en Image, se acabó encariñando con Marvel gracias en parte a la tutela de su mentor, el grande entre grandes, Jonathan Hickman, quien le tutelaría en su participación en Ultimate Fallout y, posteriormente, Ultimate X-Men. Los grandes maestros crean buenos aprendices y bajo el ala de papá Hickman Nick Spencer entraría de lleno como joven promesa en el relanzamiento de Marvel NOW del 2013. A partir de entonces, una segunda etapa en Vengadores Secretos (a la que ya se llegará en su momento); una cabecera, Vengadores Mundiales, guionizada a cuatro manos con Hickman y dos obras de culto inmediatas  (Superior Foes of Spiderman y las dos últimas y breves cabeceras del Hombre Hormiga) han sido currículum suficiente como para que le endilguen una de las principales espadas de la editorial, Capitán América, donde se esta cascando actualmente una etapa que con los años será recordada por la polémica que ha traído consigo como un revulsivo clásico moderno.
Ahora, después de repasar un poco la bibliografía de Spencer toca recolocarse en el tiempo. 2011. Brubaker se va y a la espera del sustituto de envergadura toca encargar a alguien que cubra algunos números. Spencer es el elegido y tiene que encargarse además de la siempre incómoda tarea de guionizar los tie-ins con el evento de turno de aquel año, Miedo Encarnado.
Para el que no recuerde de que iba aquella historia, este era un evento en el que los superhéroes marvelitas se enfrentaban a la amenaza de la Serpiente, el Dios del miedo de los asgardianos, que era liberado de su prisión submarina por Pecado, la hija de Cráneo Rojo. En dicho contexto, Spencer opta por evitar follones realizando en sus tie-ins algo parecido a lo que hizo Bendis en los cruces de Nuevos Vengadores con Civil War. Así, situándose en distintos momentos temporales del evento, el guionista opta por contar tres pequeñas historias autoconclusivas protagonizadas por miembros del equipo de operaciones encubiertas. Por un lado, la Bestia tiene que ocuparse en plena batalla contra el enemigo en Washington DC de un problema con un viejo amigo; por otro, Valkyria toma parte en el conflicto a la vez que ve el reflejo de ciertos acontecimientos que tienen lugar en la batalla en su propio pasado. Finalmente, la Viuda Negra protagoniza el último cruce con el evento donde tiene que hacer frente a las consecuencias que traen para ella la muerte de cierto personaje durante el evento. Previamente a estos cruces, Spencer también cubre el hueco dejado por Brubaker con un fill-in en el que el equipo tiene que hacer frente a una filtración de secretos de estado por parte de un grupo activista.
A pesar de que Spencer mantiene las dinámicas dentro del grupo que estableció Brubaker (la Bestia como cerebro del grupo, el Hombre Hormiga como alivio cómico...), de que da protagonismo a algunos personajes ninguneados por este como la ya mencionada Valkyria y, sobre todo, a pesar de que intenta meter algo del trasfondo político y social que esta caracterizando sus obras actuales (la falta de confianza del ciudadano en sus gobiernos, la importancia de las luchas raciales, la falta de privacidad de los personajes públicos y el daño que esto puede causar, etc), estos números se sienten a kilómetros como un trabajo apresurado y torpe de autor primerizo con una narrativa fallida sobre todo en los momentos durante los cuales un autor puede explayarse mas como son los monólogos de los personajes. Como he dicho en otras ocasiones, saber solventar el tener que cruzar tus cómics con un evento es una tarea dificultosa, más aún para un autor inexperto en la materia o, como es el caso de Spencer, con labores de sustituto. Y en el caso del bueno de Nick, el fracaso en el intento es patente. 

"La mayoría de vosotros vais a morir hoy". Valkyria antes de entrar en combate

Le acompaña a los lápices Scott Eaton, un dibujante contratado para trabajos esporádicos tanto por Marvel como por DC que, al igual que los dibujantes que sustituían a Mike Deodato en los últimos números de la etapa de Brubaker, parece una copia barata y deslucida de Steve Epting en el trazo, aunque tambien me parece detectar manerismos del trazo de Oliver Coipel, algo a lo que sin duda ayudan los luminosos colores del incombustible Frank D'Armata, cuya dilatada trayectoria en la Marvel de la última década no voy a pararme a analizar.
En el caso de la edición española en grapa de Panini ( e incluido en ciertas ediciones americanas) la lectura de estos números se completa con un One-Shot ajeno a la cabecera y protagonizado por la Viuda Negra que es, si cabe, todavía más mediocre que los tie-ins de Spencer. Este número está escrito por Cullen Bunn , otro guionista asentado a día de hoy ( con recientes trabajos para Marvel al frente de las cabeceras de Magneto y Veneno y encargado actual de guionizar Uncanny X-Men) pero que por aquel entonces estaba, literalmente, aprendiendo a escribir tebeos de superhéroes. Le acompaña en este caso a los lápices Peter Nguyen, un dibujante de trazo caricaturesco francamente espantoso cuya carrera y posibles logros (aunque dudo mucho que existan) no voy a pararme a consultar.
Rematan ambos trabajos gráficos y literarios unas portadas hiperrealistas inexplicablemente horrendas obra del señor Adi Granov, famoso a más no poder entre los fanáticos de Tony Stark, ya que fue el artista gráfico detrás de una de las obras cumbre del Hombre de Hierro moderno, Iron Man: Extremis.

Sintetizando en unas breves líneas, estos pocos números de Vengadores Secretos son completamente insulsos, cansinos en su lectura y completamente olvidables. Pero aun así, el trabajo estaba hecho. Nick Spencer se iría, como he mencionado antes, a ponerse al frente de Ultimate X-Men y a aprender de Jonathan Hickman, volviendo años más tarde  a probar suerte con Vengadores Secretos de nuevo ya con una formación más cimentada. Entre tanto, al dejar la cabecera pasaba el testigo a un caballero cuyos logros en el cómic moderno están fuera de toda duda. El que es, en mi opinión, uno de los guionistas con una carrera más redonda de toda la historia del cómic americano. El señor Warren Ellis.