lunes, 26 de octubre de 2015

LOBEZNO: ENEMIGO DEL ESTADO de Mark Millar y John Romita Jr.


Título: Lobezno: Enemigo del Estado (Lobezno v4, #1-3 / Marvel Deluxe: Lobezno: Enemigo del Estado)
Editorial española: Panini Comics
Publicado originalmente como: Wolverine v3, #20-25
Guionista: Mark Millar
Dibujante: John Romita Jr.
Entintado: Klaus Janson
Colores: Paul Mounts

Continuamos con uno de los más conocidos trabajos de uno de los grandes guionistas "Midas" de la actualidad: Mark Millar. Puede gustar más o menos, pero nadie puede negar que Millar tiene una carrera envidiable para cualquier autor comiquero, con sendas etapas en Superman The Flash dentro de DC, reonocidas etapas en Marvel dentro de 4 FantásticosUltimates Ultimate X-Men, amén de ser el principal instigador detrás de uno de los eventos marvelitas más importantes de la historia, Civil War, así cómo de toda la franquicia surgida a partir de Kick-Ass y los productos derivados del éxito de esta (NemesisSupercrooks,etc), por no hablar de sus trabajos fuera de las dos grandes editoriale, dónde Wanted: Se Busca y una reverenciada pero corta etapa en The Autority. Vamos, que sin duda un autor merecedor de todas las buenas críticas y del éxito entre el público, y sobre todo económico, que esto conlleva, con el cual tendríamos para meses y meses de reseñas pero al cual hoy me acerco para hablar de una de sus obras con la que nunca antes había tenido contacto (primera lectura, hermanos), que no es sino su primer contacto (de las dos colaboraciones que realizó para Marvel) con el personaje de Lobezno: Enemigo del Estado.
La historia comienza cuando Lobezno, durante una misión personal en Japón, es víctima de una trampa y asesinado a manos del Gorgón, el nuevo aliado superhumano de la organización terrorista HYDRA, la cual procederá a lavarle el cerebro y liberarlo, convertido en una marioneta a su servicio, cómo principal instrumento de un plan de dominación a gran escala. En el camino del ahora más peligroso que nunca Lobezno se cruzarán los 4 Fantásticos, Daredevil o la propia Patrulla-X, a la vez que Nick Furia y SHIELD, ayudados por la experimentada asesina ninja Elektra dan caza al descontrolado mutante de las garras de Adamantium.

Lobezno entra en escena vestido de calle. Se masca la tragedia en el aire.

Como se puede comprobar, la historia no da mucho de sí, es una trama propia de un cómic "blockbuster", como me gusta llamarlos, como Dios manda, en el que el argumento en este caso no es sino un pretexto para lanzar a Lobezno a darse de ostias con algunos de los personajes más destacables del Universo Marvel. Sin embargo, en el transcurso de los seis números que componen el arco argumental los personajes cruzan medio mundo, de Sudamérica a Japón, y de este a Nueva York, y transcurren varias semanas durante el desarrollo de los acontecimientos, sin que por ello resulta atropechado el ritmo de la trma, lo cual me retrotrae a los gloriosos tiempos pasados, las décadas de los 70 y los 80, dónde las historias se contaban con todo detalle en poco tiempo, los tiempos en los que, por ejemplo, el maestro Chris Claremont podía componer una saga tan cojonuda como Días del Futuro Pasado en apenas dos números de la Patrulla-X. Mark Millar puede ser perfectamente en este caso una reedición adaptada a los tiempos modernos de este estilo de composición de guiones, y lo demuestra perfectamente con unos diálogos ágiles y que cuando tienen que explicar detalles de la trama lo hacen de la manera más clara y concisa posible.
La composición del Lobezno de Millar es quizá un acercamiento al personaje destinado al fan menos exigente, pues si bien a lo largo de toda la trama se nos intenta mostrar a la auténtica personalidad de Lobezno resistiéndose a la manipulación mental sufrida y sufriendo por ello el conflicto moral propio de aquel que no es capaz de controlar sus acciones, durante la mayor parte de la trama lo que vemos es al Lobezno más salvaje y violento, con una personalidad más propia de un depredador que de un ser humano, lo cual, no nos engañamos, es lo que más vende entre el público general. Ver a este Lobezno darse de palos, por ejemplo, con La Cosa de los 4F o con la mitad de la Patrulla-X es sin duda un espectáculo, pero un espectáculo más palomitero que otra cosa que apenas aporta nada al personaje, lo cual no resta calidad para nada al cómic, si uno sabe a lo que se enfrenta, claro.
Si bien Lobezno es el protagonista absoluto de la historia, es indudable que la coprotagonista de la historia es Elektra. Es curioso ver a este personaje tan ligado al mundo de Daredevil cobrar un papel tan importante en una historia tan alejada de este personaje, contagiándose de ese síndrome que parece afectar a personajes tan vinculados a un cómic concreto cuando salen de las páginas de este, un síndrome que los hace brillar por sí sólos. En el personaje de Elektra vemos una evolución interesante a lo largo de la trama, pues si bien al principio se nos presenta como asesora de SHIELD durante un ataque terrorista de la Mano, un trabajo de mercenaria en toda regla, conforme avance la trama, y una vez se confirma la relación del clan ninja al que tantas veces se ha enfrentado con HYDRA y el lavado de cerebro de Lobezno, la persecución llevada a cabo por la asesina se convierte en una misión personal, en la que el deber de detener a sus enemigos y el orgullo (no en vano Elektra se autocaracteriza como una asesina infalible que, sin embargo, es básicamente humillada por Lobezno en su primer encuentro) se mezclan a partes iguales, un conflicto que llegará a su clímax en el quinto número de la saga, no en vano, el número en que el Diablo de la Cocina del Infierno hace su particular cameo en la historia.

Acompañando a Millar a los lápices tenemos a uno de esos dibujantes que polarizan a los lectores: John Romita Jr. Genio para algunos, un inútil para otros,  John Romita Jr., hijo del mítico dibujante John Romita Sr., puede presumir de haber trabajado con prácticamente todos los personajes principales del Universo Marvel, en etapas clásicas tan míticas como el Iron Man de David Michelinie o el Daredevil de Ann Nocenti, cómics que seguramente el señor Millar leyera de joven, con lo que no es de extrañar que en cuanto pudo le pidiera una colaboración, colaboración que fructificó, pues el equipo Millar-Romita Jr. se ha reforzado con el paso del tiempo, siendo este el responsable de los lápices de todas las entregas de la franquicia Kick-Ass desde la publicación de su primer número. El caso es que Romita Jr. es amado y odiado por el público por la misma razón: su estilo particular se aleja del realismo para caricaturizar a los personajes, mediante un dibujo que huye de la complejidad para abrazar las formas simples y, en ocasiones, angulosas. Dicho estilo puede resultar atractivo para ciertos personajes, pero fatal para otros muchos, y ese es el gran problema del señor Romita, que tiene trabajos mejores y peores. Por ejemplo, su Spiderman que realizó con J.M. Straczynski es una gozada, pero en gran medida porque, aparte de ser un superhéroe más cachondo que la mayoría, es un personaje que salta, trepa por las paredes y se retuerce de mil maneras. Sin embargo, su trabajo en los Vengadores de Bendis es sencillamiento horroroso, pues su estilo tan cuadriculado acaba convirtiendo a Thor y a Iron Man en una especie de "muñecos de cartón" que no pegan para nada con el tono de los personajes.

Lobezno vs Elektra. Primer asalto.

En el caso de Enemigo del Estado, podemos decir que su trabajo tiene sus más y sus menos y que, en muchas ocasiones, resulta atractivo por atenerse a la regla no escrita de "un buen entintador te puede sacar de un aprieto", y es que aquí contamos con un entintador tan mítico cómo Klaus Janson, el encargado de la díficil tarea que fue entintar el Batman de El Regreso del Caballero Oscuro de Frank Miller. El caso es que, cómo visión conjunta, el dibujo de Romita Jr. resulta consonante con lo que se está contando en la historia tanto en tono, como en estilo (cómo he dicho más arriba, esto es un blockbuster de acción, así que tampoco es que necesitemos a Miguel Ángel a los dibujos). Su Lobezno y su Elektra son realmente atractivos, sobre todo en las páginas más curradas (ese Lobezno bajo la lluvia al principio de la saga, o esa pelea de Elektra en el quinto número...), pero las limitaciones de Romita se ven cuando le toca dibujar a ciertos personajes cómo Kitty Pryde (que en ciertas viñetas llega a parecer un hombre) o el Capitán América (que si bien no es una basura, necesitaba de un mayor empeño que llegaría años más tarde durante el comienzo de la actual etapa de Rick Remender en la colección del capi), por no hablar de sus personajes "no humanos" (su Cosa y su Bestia son realmente infames). Aun así, con sus defectos y sus virtudes, el conjunto no desluce en absoluto, que es lo importante.

Si tenemos en cuenta todo lo comentado, podemos asegurar que Enemigo del Estado no es para nada la gran historia de Lobezno, ni tampoco una obra maestra, pero si es un tebeo que resulta fácil de leer y realmente entretenido, y que seguramente aguantará bien el paso del tiempo y merecerá alguna relectura de la que seguro que se podrá sacar mucho más contenido que de esta primera. Mark Millar y Romita Jr. cerrarían su primer contacto con Lobezno con una segunda saga, Lobezno: Agente de SHIELD, para, posteriormente, separarse del personaje. El segundo se volvería a encontar con él en otras colecciones, pero el primero tomaría buena nota de lo aprendido en la aventura para volver años después al personaje acompañado de un auténtico monstruo de los lápices como es Steve McNiven para parir una auténtica obra maestra y el que sí es uno de los mejores cómics de Lobezno de la historia: El Viejo Logan.

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