jueves, 4 de enero de 2024

Menudo repaso...al DCEU de Warner

Llegó a bombo y platillo y en loor de multitudes y se fue de tapadillo como un pedo vergonzoso escondido bajo la mesa. Quiso diferenciarse de los demás en un principio y acabó intentando copiar a toda costa a su competencia más directa en un intento de salvarse de la ignominia. No dio ninguna obra maestra, y tantas pelis buenas como bazofias infectas. La historia del DCEU de Warner se estudiará en el futuro como la de una iniciativa superheroica llevada a cabo con mucha zozobra, escasa visión de futuro y movida por decisiones que, en muchos casos, parecían tomadas por un mono con dos platillos tocando un pasodoble.

Que mejor forma de decirle adios que haciendo un somero repaso a la, no tan larga, lista de películas que nos han dado en está década maravillosa, desde la más nefasta hasta la más perfeccionada. Obviamente, y como debe ser, hay largometrajes que tengo bien fresquitos y recientes y otros de los que hablaré prácticamente de memoria y teniendo plena confianza en mis difusos recuerdos, así el espacio dedicado a cada peli va a variar bastante. Pero la misión tiene que acometerse de esta forma o de ninguna, pues la pereza a la hora de escribir se vuelve más poderosa conforme uno se hace viejo. La némesis de cualquiera que aún se molesta en intentar teclear algún que otro artículo en la Red.

Es igual. Para el que le interese, he aquí esta retrospectiva  ¿Peculiar?...No lo sé (que más da), del Universo Cinematográfico Extendido de DC amparado por la Warner, empezando, supongo que para poca sorpresa de muchos con...


16. THE FLASH (2023)


La pandemia y las incógnitas que sucedieron al mundo del audiovisual en los momentos inmediatamente posteriores a esta retrasaron la producción de una peli que, para cuando vio la luz, se tenía que enfrentar no sólo a esto sino también a un DCEU del que ya se conocía la fecha de caducidad y a una estrella principal que, con los años, había mutado de joven actor querido por las masas de Internet a una especie de loco peligroso que recorría los USA con el coche lleno de armas y pegándose con gente aleatoria en garitos nocturnos.

Inicialmente uno pensaría que las tenía todas consigo, pues se apoyaba en un personaje que ya se había revitalizado en los últimos tiempos en TV y requeterevitalizado tras la jugada del corte de Zack Snyder de La Liga de la Justicia; jugaba con el concepto de los multiversos (de hecho, iba a ser la que diera primero el pistoletazo de salida a esto en el cine, pero los continuos retrasos sólo consiguieron que Disney/Marvel hiciera la jugada maestra de Spiderman: No Way Home arrebatándoles el mérito)y, para ello, recuperaban la figura del Batman más querido por muchos espectadores frikosos, el de Michael Keaton. Y sin desviarme mucho de esos terrenos, la presencia de Andy Muschietti, director de la muy solvente y reciente dupla de adaptaciones del It de Stephen King, aseguraba, en principio, que al menos habría alguien competente a los mandos.

Yo quiero pensar que fueron las prisas por cumplir con un calendario fiscal que traía de cabeza a Warner (que como se supo recientemente tras el último traspaso de poderes ejecutivos, tenía un agujero financiero del tamaño de Andorra como mínimo) lo que convirtieron a The Flash en, sin lugar a dudas, la película más fea estéticamente hablando de todo el DCEU. 

Es, y no creo que mienta, una película con los efectos especiales sin terminar de hacer. El CGI costroso lastra la peli a niveles preocupantes pues, cuando el espectáculo no consigue distraerte sino todo lo contrario, atiendes más a ese guión que de poco imaginativo que es parece ser el primer borrador presentado en lugar de un trabajo depurado y a esa interpretación irritante de Ezra Miller que te hace agradecer su futura condena al ostracismo tras sus recientes acciones. Para cuando llega el clásico desfile de cameos que ya parece inseparable de este tipo de tramas multiversales y que, para más inri, incluye una infame resurrección de un actor difunto CGI mediante, la peli ya te importa tres cojones.

Fue un fracasazo comprensible e inevitable una vez se corrió la voz y no es para menos. Yo personalmente no la soporto. Mi visionado en el cine terminó conmigo escupiendo al suelo antes de marcarme, con eso lo digo todo. Es, con diferencia, el punto más bajo del DCEU y, por desgracia, la lápida que adornará su tumba.

15. WONDER WOMAN 1984 (2023)


Todo lo que The Flash tiene de fea lo tiene esta de aburrida. Fue la primera peli de DC una vez se reabrieron los cines tras el confinamiento post-pandemia y, pese a que la producción repetía el elenco y dirección de su predecesora, lo que sólo podía augurar buenas cosas, el golpe de realidad en salas fue duro.

Se achacó su ostia en taquilla al contexto post-confinamiento, pero realmente es una película que merecía fracasar pues no contaba nada interesante, se valía de un recurso miserable y rastrero para excusar la presencia de Chris Pine de nuevo en el reparto, ninguneaba a los secundarios establecidos en la primera entrega y desaprovechaba las nuevas incorporaciones con la excepción de un Pedro Pascal, en pleno alzamiento tras convertirse en el papá galáctico más querido del mundo, sobreactuando salvajamente encarnando a una especie de versión retorcida del genio de la lámpara de Aladdin. Y con todo, seguía manteniendo la espectacularidad en las escenas de acción de la que hacían gala todas las pelis de superhéroes hasta el momento, aún siendo uno de esos casos en los que posiblemente eran situaciones mucho más vistosas en la cabeza de quien las escribió que en la realidad. Aún así, el bajón de calidad general con respecto a su predecesora es abismal.

Muerta ya toda posibilidad de continuación de esta versión de Wonder Woman, y a falta de comentar, más adelante, lo que supuso la interpretación de Gal Gadot (actriz de futuro incierto tras sus últimas declaraciones pro-genocidio Palestino) para el personaje, sólo me queda comentar la pena que me da que Warner/DC hiciera, al menos, una película más lamentable que esta, evitando así que este repaso tuviera una hermosa simetría al final.

14. BLACK ADAM (2022)


Aquí muchos ya le vimos las orejas al lobo. En medio de una racha de cine y TV bastante terrible por parte de la competencia y tras encadenar los fracasos en salas de Wonder Woman 1984 y El Escuadrón Suicida de James Gunn, Dwayne "The Rock" Johnson se alzó como la figura destinada a convertirse en el nuevo estandarte de la marca DC/Warner. Lo que empezó siendo una refrescante noticia, sobre todo viniendo de alguien tan carismático, se fue transformando poco a poco en preocupación conforme le daban responsabilidades y poder al actor. Black Adam es el resultado de ese ejercicio cuasi-megalómano. Una historia que nos cuenta el origen de un personaje con más sombras que luces y que, sin embargo, quiere ser un producto para toda la familia, para lo cual se vale del recurso más repelente posible: el de convertir a un crío en la comparsa cómica del protagonista, personaje, además, que de repelente que es acaba por cargarse la película el solito. Para más inri, la acción transcurre en un país de Oriente Medio en un proceso de rebelión y guerra (las referencias al Irak de Sadam Hussein y al contexto de la Primavera Árabe son poderosas), escenario que es tratado con el muy apropiado tono de una comedia ligera de acción. Convencido estoy de que todo esto fue una imposición de "The Rock", luchador especialmente popular entre los críos en su etapa en la WWE, que no se podía permitir el estrenarse en el cine de superhéroes encarnando a un personaje antipático. 

La peli no es gran cosa y, como ya he dicho, peca de repelente y odiosa en más de un momento, pero al césar lo que es del césar, Dwayne Johnson pega muchísimo con el físico del Black Adam de los tebeos; la Sociedad de la Justicia de América, secundarios de lujo del film con un carismático Pierce Brosnan a la cabeza, son pintones, estéticamente bien adaptados y te hacen desear que ellos hubieran sido el epicentro de la historia, y la labor de Jaume Collet-Serra es bastante solvente pese a tener que lidiar con un CGI cuestionable por momentos, especialmente en el clímax final.

A toro pasado quizá no sea mucho más nefasta que algunas que le sucederán en la lista, pero yo recuerdo sentir hasta vergüenza ajena en la butaca. Cosas de la memoria. Pero es impepinable que la jugada para convertir a The Rock en la nueva superestrella destinada a llenar salas y bolsillos le salió como el ojal a Warner.

13. ESCUADRÓN SUICIDA (2016)


Esta fue por muchos años la película que más odie y defenestré de todo el DCEU. Vista recientemente (el año pasado, si mal no recuerdo) si me di cuenta de que, aunque quizá el asco y el odio me pudo en su momento, tiene cosillas salvables pero que en absoluto compensan la cantidad de cosas malas que nos proporciona.

Vamos con lo bueno. Por mal que a uno le pese, Will Smith es el personaje con el que va el espectador y, seguramente, el intérprete que más ganas le pone al trabajo, y eso se nota; Escuadrón Suicida fue también la consagración como actriz de Margot Robbie, actriz que nos ha dado grandes alegrías en los últimos años, aunque el tono, carisma y matices que imprimió al personaje de Harley Quinn se harían patentes más adelante en su carrera; y los efectos especiales, en gran medida (recuerdo como especialmente destacable el diseño del personaje de El Diablo), son potentes, pues aún estábamos en un período de nacimiento de este DCEU, donde Warner estaba echando muchos billetes y se encontraba muy pendiente del producto.

Ahora lo malo. El mayor pecado de esta peli es que se plantea como una historia coral, en la que tienes un montón de personajes a los que les tienes que coger si no cariño, por lo menos cierto apego, y que, sin embargo, consigue que todos, exceptuando Will Smith y Margot Robbie, parezcan cachos de carne con ojos, pura carne de cañón. Cuando estos personajes ocupan minutos y minutos de un metraje que repite una estructura cansina una y otra vez, con un arranque que promete un tono macarra y desenfadado al que luego ignora, un nudo insoportablemente aburrido y un clímax final desinflado, la sensación llega a ser desesperante. Para más inri, la infrainterpretación de Cara Delevingne convierte a uno de los peores personajes de villano de película de superhéroes alguna en algo ya deleznable, y la presencia de Jared Leto como, unánimemente y a todos los niveles, el peor Joker de la historia, dejó un sabor a alcantarilla en todo aquel que tuvo la mala fortuna de verla en salas.

Que no fueron pocos, porque esta peli fue un pepinazo en taquilla, pese a que crítica y fans por igual se cebaron machacándola a gusto. El director y guionista, David Ayer, afirmó a posteriori que los productores metieron mano en su proyecto lo que no estaba escrito, que arruinaron con ello su "visión" y que por ello el resultado final que se estrenó fue una mierda. Producto de esto intentó mover una campaña de presión por redes sociales para que Warner le concediera la posibilidad de sacar un "Corte del Director" que hiciera justicia a la peli, iniciativa a la que la compañía hizo oídos sordos. Lo poco que se ha sabido de esa versión alternativa no parece sino enfatizar algunos de los peores errores cometidos, así que quizá si se obrara correctamente y se hiciera un acto de contención a tiempo desde la ejecutiva. Parece que nunca lo sabremos.

12. LIGA DE LA JUSTICIA (2017)

Con esta entramos en el bloque de películas que no considero ni buenas del todo, ni especialmente nefastas, sino simplemente inofensivas.

La Liga de la Justicia tuvo problemas en su confección, por todos es sabido. Las trifulcas entre Warner y Zack Snyder supusieron la salida de este último del proyecto y la llegada de Joss Whedon, artífice de Los Vengadores, para que salvara los bártulos y le consiguiera al estudio un éxito equiparable a esta última. Para estar tan empeñados en querer imitar a la competencia, la compañía se olvidó de uno de los factores que convirtió a Los Vengadores en un gran éxito: que sus personajes ya estaban presentados y asentados en su particular universo compartido antes de que decidieran juntarlos a todos en una gran superproducción épica.

La Liga de la Justicia es una peli que tiene que combinar la presentación en escena de los personajes de Flash, Aquaman y Cyborg; componer una trama que junte a estos y otros tantos héroes juntos para hacer frente a una amenaza y dejar el espacio suficiente para plantar las semillas de futuros proyectos venir. Son demasiados frentes y es lógico que todo quede descuidado cuando se intenta abarcar tanto. La personalidad que mostró Whedon tras la cámara en Los Vengadores brilla por su ausencia aquí, primero, porque debía mantener cierta fidelidad a lo que Snyder dejó filmado, y segundo, porque se nota en todo momento que está con el piloto automático y a toda máquina para cumplir con el calendario, no estaba la cosa para ser creativos en el proceso. Y aún con todo, fue el primer film del DCEU que se atrevió a aportar notas de color y alegría a un universo, hasta el momento, gris y depresivo.

Pero la peli es floja, poco interesante, sin apenas momentos memorables y que palidece en comparación con lo que el DCEU nos había ofrecido antes y mucho más con lo que estaba ofreciendo la competencia en aquellos años. A toro pasado, y con el corte de Zack Snyder existiendo, ni siquiera es una peli que interese revisionar a los más fanáticos del tema. En ese sentido, es posiblemente la peli más lastimera de todo este trayecto.

11. BLUE BEETLE (2023)

Esta es una película que me fastidia que no saliera mejor. En un momento en el que Marvel/Disney intentó, y para mi gusto fracasó, el intentar conectar con el público latino como lo hizo con el afroamericano en la secuela de Black Panther, remitiéndose para ello a una suerte de conciencia nacionalista indígena, DC dio con el "target" adecuado, el del inmigrante mexicano que ha cruzado la frontera y su descendencia, gente que tiene sus orígenes en otro sitio y mantiene sus tradiciones pero que, ante todo, se considera Norteamericana.

Esta peli, quizá en otro contexto, habría sido abanderada por el público latino a muerte pero en la realidad fue ninguneada por casi todo el mundo. La peli no es redonda ni mucho menos, intenta coger el tono de las pelis de Spiderman para vender un personaje juvenil a la chavalada pero este no termina de despegar; tiene unos personajes secundarios a los que ningunea durante medio metraje para intentar luego desarrollarlos a toda prisa en el acto final, villano incluido; contiene puntuales pero notables dosis de babosismo familiar a lo Coco/Encanto de Disney-Pixar y, ya de cara a los comiqueros, cualquier referencia al Blue Beetle clásico de los tebeos genera más hype e interés que cualquier otra cosa que pasa por la pantalla.

Es un film bien facturado y, sobre todo, bien enraizado, sólo que no es especialmente memorable, y eso es algo que no te puedes permitir cuando tienes que presentar al público a un personaje que, fuera del mundo más friki, no conoce ni Dios.

10. ¡SHAZAM!: LA FURIA DE LOS DIOSES (2023)

Esta es una peli que es una de las pruebas fehacientes de lo peor que está generando la mayor parte del cine de superhéroes de la última hornada. Una cinta que vi este mismo año y de la cual no recuerdo casi nada en absoluto salvo que era continuista con el tono de su predecesora, que tenía un reparto completamente desaprovechado (un pecado teniendo como trío de villanas a una veterana del séptimo arte como Helen Mirren, a una actriz mítica entre los fans del género como Lucy Liu y a un nuevo talento en auge como Rachel Zegler) y que el despertar hormonal y las ganas de follar eran parte importante del desarrollo del personaje en la peli.

Y ya está, de poco más me acuerdo. Es penoso que una peli genere estas sensaciones, pero bueno, aquí queda en un término medio del ranking.

9. AQUAMAN Y EL REINO PERDIDO (2023)

La más reciente de la lista y la peli que ha dado carpetazo al DCEU es una cinta de superhéroes correctísima, una buddy-movie que mantiene visual y tonalmente el espíritu de su predecesora, con un Jason Momoa gozándolo como niño en parque de atracciones y un Patrick Wilson que le hace muy bien el contrapunto serio al protagonista. Quizá se ve lastrada por un ritmo con altibajos, con un tercer acto resuelto deprisa y corriendo, y por las decisiones de guión tomadas para resolver tanto las ausencias de miembros del reparto incluidos en la primera entrega como las circunstancias polémicas que supusieron la reducción de la presencia de Amber Heard en el metraje, pero no es ni por asomo la tremenda hez que se nos había vendido.

Formulaica y simpática. La pena es que sea una peli que ha nacido muerta ya, ninguneada por un estudio centrado en el futuro y más aún por los fans que ya no pueden lucirse colgando sus opiniones en Twitter y teorizando en YouTube sobre el futuro de la franquicia.

8. AVES DE PRESA (Y LA FANTABULOSA EMANCIPACIÓN DE HARLEY QUINN) (2020)

Esta peli es el intento de DC/Warner de replicar el éxito que consiguió la Fox con las dos entregas de Deadpool. Para ello se valen de una trama chorra repleta de chistes y momentos pasados de rosca y guiada por la carismática presencia de una Margot Robbie ya perfectamente sincronizada con el papel y que, por sí sóla sostiene una peli que, si dependiera del reparto de secundarios (posiblemente de los personajes peores adaptados del cómic a la pantalla) o de la espectacular sobreactuación del villano encarnado por Ewan McGregor para llamar la atención habría sido un pinchazo mayor de lo que fue.

Pese a su intrascendencia, yo la he visto un par de veces sin problema, y posiblemente habría sido la mejor comedia del DCEU si no fuera porque fue avasallada vilmente poco después por una peli que, en muchos sentidos, acierta en todo lo que esta no termina de rematar bien. Pero bien merece un vistazo.

7. LA LIGA DE LA JUSTICIA DE ZACK SNYDER (2021)

A pesar de estar en el tramo medio de la lista, esta es, sin duda, la peli más dañina a todos los niveles del DCEU. 

Me explico. Los problemas del corte inicial de La Liga de la Justicia, que terminaron con la espantada de Zack Snyder, ya están comentados. De ahí saltamos al 2020 y la pandemia que todos conocemos arrasando el mundo. Con las salas cerradas, Warner se saca una jugada económicamente interesante de la manga, llamar de nuevo al bueno de Zack para que remontara aquella película de la que se piró, rehacer algunos de los diseños de CGI más cuestionados en su momento y, con dos cojones, plantar al espectador de turno un monstruo de cuatro horas de duración con el que, además, vender de lujo su nueva plataforma de streaming sin apenas haber hecho desembolso.

Las circunstancias hicieron que el principal grupúsculo de gente que pedía la existencia de este montaje, ese fandom tóxico de Twitter con especial predilección por las políticas ultraliberales y la misoginia que tanto ha jodido el género en la última década, vio, entre esta y la bajada de pantalones de Disney en El Ascenso de Skywalker (tras meses y meses de machaque continuo a Rian Johnson y el resto de involucrados en Los Últimos Jedi), una constatación del poder que tenían. Eran ellos contra el Hollywood "woke" y habían ganado, se había hecho justicia. Desde entonces, los tenemos por ahí, más activos y virulentos que nunca, acosando a todo famoso que huela mínimamente a izquierdas y orquestando campañas de presión para truncar la carrera de toda peli de género que se atreva a hacer un comentario político o tener una mujer de protagonista. En un mundo en que los estudios están más pendientes de un Tweet que de molestarse en sudar pollas y sacar el producto lo más niquelado posible, el auge de este tipo de gente no podía traer nada nuevo. A día de hoy, el submundo comiquero y superheroico está lleno de gente tóxica y con ganas de esputar odio y bilis todo el rato. Lo que antaño era una comunidad si no sana, por lo menos ingenua, se ha convertido en el peor público que puedes tener, el más zafio y el más desagradecido. Y mucha parte de la culpa de que esto sea así la tuvo las circunstancias que vieron nacer esta peli.

Ahora ¿Es el corte de Zack Snyder superior a La Liga de la Justicia que llegó a salas en 2017? Pues sí, aunque tampoco era un acto difícil de lograr. Es cierto que las cagadas de CGI en los diseños de los villanos o en el infame bigote borrado digitalmente de Henry Cavill se ven más o menos solventadas y que el clímax final de la peli está mucho mejor resuelto; como también es verdad que lo que estaba mal en un guión continúa igual de mal en otro e incluso se enfatiza con la introducción de personajes y subtramas que nunca llegaron a ningún lado y un flash-forward a un futuro alargadísimo. Pero es una peli muy larga que entretiene aunque la duración te pida verla en varias tandas (el montaje de la peli en capítulos te invita a ello de hecho), lo cual no es poca cosa.

6. BATMAN V SUPERMAN: EL AMANECER DE LA JUSTICIA (2016)

Ya en su momento la versión que se vio en cines me pareció entretenida, así que no me considero de esos que pasaron de la noche al día cuando se lanzó el corte del director. Es una continuación en toda regla de El Hombre de Acero, con sus mismas luces y sombras, que aquí se ven exacerbadas. A lo que se hizo con Superman en su predecesora le añadimos el Batman más sádico y pasado de rosca de la historia del cine encarnado por un Ben Affleck que da todo el pego pese a haberse pasado con el gimnasio, el debut de Gal Gadot como Wonder Woman es histórico y el debate moral del cual nace la confrontación entre ambos personajes, que a su vez allana el camino para que la Trinidad de DC se reúna por primera vez, me parece bien fundamentado. Ahora, Jesse Eisenberg es insoportable como Lex Luthor, personaje que "jokerizaron" para la ocasión por alguna razón que se me escapa; la presentación de los demás integrantes de lo que será la Liga de la Justicia no se puede ni considerar eso; el diseño de Doomsday es de las mayores cagadas vista en peli de superhéroes alguna y, por lo general, el guión no presenta una historia especialmente interesante y que si que contiene dos o tres momentos muy mongolos a los que tampoco doy especial importancia. Quizá por eso la tengo tan arriba en la lista.

Vistas las dos versiones y habiendo disfrutado de las dos, decir que el que busque mayor lógica y cohesión argumental a todo el asunto se debería ir directamente a la versión "Ultimate", mientras que el que esto le sude tres cojones y no le importe una cosa más tonta e ilógica pero de ritmo mucho más ligero, se quede con la versión que se vio en cines en su momento. Realmente la mayor diferencia radica en eso. 

5. AQUAMAN (2018)

Esta es la peli más taquillera y rentable de todas las que esputó el DCEU, cosa que se debe, creo yo, tanto al tirón que tenía Jason Momoa en aquel momento como a que se publicitó como el intento de DC/Warner de copiar el colorido y el tono ligero de la competencia. De hecho, si uno atiende a los derroteros que estaba tomando la franquicia del Thor de Marvel/Disney en aquellos años, puede ver claramente los paralelismos: tío bueno y fortachón reconvertido en un bufón coñero, un personaje de base comiquera muy seria adaptado con un tono diametralmente opuesta, colorido y luminosidad desbordando por todos lados...

La trama de Aquaman es, sinceramente, una gran chorrada, equiparable al guión de pelis como los últimos Indiana Jones o La Búsqueda pero peor estructurado que estos ejemplos. No obstante, el carisma de Momoa es arrollador; tiene dos villanos bien construidos en Black Manta y el Maestro de los Océanos que, además tienen una estética calcada a la del tebeo, cosa que a los comiqueros nos agrada en exceso y que genera un simpático contrapunto con el protagonista, que cierto es que poco se parece a su contrapartida de los tebeos; la ahora caída en desgracia Amber Heard es una buena partenaire para el protagonista y el reparto de secundarios lleno de caras conocidas (Willem Dafoe, Dolph Lundgren o la polioperada Nicole Kidman entre otros) es bastante solvente.

James Wan, director que se hizo un nombre en el cine de terror pero que siempre afirmó entrar en el negocio del cine con la ambición de hacer grandes superproducciones, hace justicia a sus ambiciones con un trabajo muy dinámico, especialmente en las coreografías de acción, que viene que ni pintado a una superproducción de estas características. 

Si no fuera tan chorra ni tuviera un guión tan poco imaginativo, Aquaman estaría sin duda en el podio de honor del DCEU, pues virtudes tiene de sobra para figurar allí.

4. EL HOMBRE DE ACERO (2013)

Y a las puertas de este podio se queda la película que dio el pistoletazo de salida al DCEU.

Esta peli tiene unos cuantos problemas. Para mi, el más vital, es que durante su primera acto, puedo coger tranquilamente una almohada y echarme la siesta de lo aburrido que me parece. Por otro lado, el enfoque que se le da de base a Superman, convirtiéndolo en un ser depresivo preocupado de su propia naturaleza, y la alteración de pilares básicos del personaje como la muerte de Jonathan Kent o su política moral sobre el "No matarás" son errores garrafales de adaptación que son el claro ejemplo de un personaje plegándose a las obsesiones de un autor que, de paso, ignora décadas de narrativa comiquera. La peli va en consonancia con este enfoque, con una fotografía grisácea que apaga los colores y una banda sonora carente de épica y alegría triunfal perpetrada por un Hans Zimmer en piloto automático, elementos contrarios a los que hicieron icónico el clásico de Richard Donner en su momento. En ese sentido, es la adaptación de Superman que menos respeta al personaje, enorgulleciéndose además de ello.

Ahora, al César lo que es del César, cuando empiezan las ostias, se te olvida todo esto. La capacidad de Zack Snyder para plasmar en pantalla el choque entre dos seres superpoderosos con su consecuente debacle destructiva queda patente en cada coreografía de pelea entre kriptonianos que el metraje contiene, dejando a la imaginación el qué podría hacer este hombre si le pusieran a su cargo una peli de catástrofes o una de monstruos gigantes a lo Godzilla. 

A Henry Cavill le sientan de puta madre las mallas del superhéroe y se nota que disfruta en su rol, siendo posiblemente uno de los mayores aciertos de casting de todo el DCEU, destacando desde luego por encima de un reparto en el que encontramos tanto talentos en plena curva ascendente en aquel entonces (Amy Adams y Michael Shannon) como viejas glorias, algunas a las puertas de la decadencia (Kevin Costner, Diane Lane y, sobre todo, Russell Crowe).

Es una peli extremedamente irregular, hasta el punto de que su segunda mitad, puesta al lado de la primera, parece pertenecer a un género completamente distinto. Y es por esa segunda mitad tan destacable que la peli trepa aquí arriba. Si al momento de empezar la acción, la peli hubiera seguido siendo igual de bajonera, todas sus deficiencias me habrían sentado mucho peor de lo que me parecen a día de hoy, con varios visionados del film a mis espaldas. Eso es un hecho al que Snyder y compañía desde luego no prestaron atención y que se fue acentuando película a película hasta que Aquaman, como he comentado, rompió el molde y trajo el color al DCEU.

3. ¡SHAZAM! (2019)

Esta es una de las tres pelis que considero verdaderamente buenas del DCEU. El resto tiene sus virutdes y defectos ya comentados, pero no se posicionan por encima del 6-7 en ningún caso. Las que vienen ahora son notables como mínimo.

¡Shazam! sin ir más lejos es una peli muy reivindicable, pero atención, no pensando en el público adulto. El error de la gente es juzgar la peli con los ojos de un señor frikoso de 40 tacos. No, esta es una peli que, de haberse vendido de otra forma o de haber visto la luz en otra década distinta a la actual sería considerado un clásico indiscutible, una peli pre-juvenil generacional en toda regla como fue Los Goonies en los 80 o Jumanji para la gente de los 90 por dar un par de ejemplos.

Todo, desde el desarrollo del personaje principal, insertado en una trama de búsqueda de la madurez, hallada a través de la formación de lazos de afecto y no tanto de experimentar la vida adulta de primera mano; el colorido y la luminosidad del héroe contrapuesto a la fealdad de los diseños de los enemigos monstruosos (pedazo de trabajo de efectos especiales) y a la falta de ética y moral del personaje de Mark Strong que canaliza un aroma a villano de la vieja escuela que tira para atrás; la banda sonora, fanfarria incluida, que podríamos colocar en cualquier peli de las antes mencionadas sin que desentonara en absoluta; todo recuerda a épocas pasadas, quizá más ingenuas y blancas, pero cuyos valores artísticos se están perdiendo en estos tiempos actuales cínicos y reacios a dejarse llevar por el sentimentalismo.

Si uno quiere ser tiquismiquis puede hablar de esos niños que pueden caer repelentes al espectador (no es mi caso), de que igual Zachary Levi con el traje inflable no da el papel del Shazam de los tebeos (físicamente, porque al menos el carácter esta clavado al del reboot del personaje que se marcó Geoff Johns en DC la década pasada)  o de que las escenas de acción no hacen justicia a un personaje que está al nivel de Superman (tampoco el tono ni el público al que va dirigido lo pide).

A mi, personalmente, me suda la polla. Como adulto puede que prefiera otras cosas, pero cuando la analizo objetivamente no puedo sino ver una peli infantil excepcionalmente planteada y ejecutada como hacía tiempo que no veía fuera del cine de animación. Y por eso está aquí. Y en esta colina moriré defendiéndola.

2. EL ESCUADRÓN SUICIDA (2021)

La plata se la lleva una peli que es todo lo contrario a la anterior comentada. Debe ser mantenida lejos del alcance de los niños.

James Gunn es, y hasta que me demuestre lo contrario, el tío que hay actualmente que mejor conoce el medio y mejor sabe trasladar tebeo a pantalla. Ha habido casos en el pasado de gente que se ha lucido haciendo esto, algunos haciendo un calco viñeta a viñeta del tebeo y animándolo (te miro a ti, Sin City de Robert Rodriguez  y a ti, 300 de Zack Snyder), otros aplicando conceptos de gran cine a un género que llevaba mucho tiempo sin tener esos destellos de genialidad (Joss Whedon cambiando el cine de superhéroes con el plano secuencia de la batalla final de Los Vengadores). Gunn ha demostrado que no es lo mismo un tebeo que otro, que cada uno tiene su tono y permite sus propios recursos. No es lo mismo la simpática comedia de aventuras de la primera Guardianes de la Galaxia, que la aventura crepuscular con toques de drama de su tercera entrega o la histriónica salvajada que aquí nos presenta, pero nunca hay que olvidar que se está adaptando un medio visualmente muy potente a otro igual o más potente si cabe. Y Gunn sabe perfectamente fusionar ambos mundos.

Hay un momento a mitad de peli, más o menos, en el que el personaje de La Ratonera (pedazo descubrimiento Daniela Melchior, por cierto) relata su historia de origen, por así decirlo, al resto de personajes. La escena es un monólogo de la actriz sentada mirando por una ventana mientras a través del cristal se proyecta, algo difuminadas y en segundo plano, esa secuencia de flashback que está narrando. Eso es un señor que ha cogido su guión, se ha imaginado una secuencia de viñetas en su cabeza y luego ha pensado en como animarlas para que quede visualmente vistoso pero sin perder la raíz del medio que adapta. Eso sólo lo puede hacer un tío con talento. Un tío cojonudo en su trabajo.

Y no se queda ahí, podríamos hablar de como ese hermanamiento de medios se hace patente también en los títulos que dan inicio a cada acto de la peli, en el empecinamiento de mantener los diseños originales aun cuando sean tan chorras como un señor con un casco petado de bombillas y cables o una estrella de mar del tamaño de un rascacielos o en saber que un concepto tan chorra y macarra como el Escuadrón Suicida debe beber también de una fuente cinematográfica igual de chorra, las pelis de acción ochenteras hiper-testosteronadas (a mi, por ejemplo, me da unas vibras tremendas al acto final del Commando de Schwarzenegger) y  de ese sentido del humor pasado de rosca, incluso zafio por momentos (hasta una polla en erección llegamos a ver en pantalla sólo por el mero hecho de añadir más gracia a un gag), que ya cultivó el propio Gunn en su época primigenia en la Troma.

Es una peli, además, antitética con la anterior versión del Escuadrón que se hizo en 2016, no sólo en el sentido de que aquella fue un éxito de taquilla y esta un fracaso mayúsculo. Sino en que, mientras aquella era una peli coral en la que casi ningún personaje funcionaba, esta es todo lo contrario.

No me equivoco si digo que muchos temíamos que esta peli fuera a ser otra peli de Harley Quinn y sus colegas. Lo que no nos imaginábamos es que ese personaje, el más popular de todos los presentados con diferencia, iba a quedar reducido en la trama a un segundo plano mientras Idris Elba y la desconocida Daniela Melchior se llevaban todo el peso de la trama. Pero claro, tampoco imaginábamos que debajo de John Cena había un actor de verdad, que Peter Capaldi iba a ser tan gracioso o que muchas de las caras conocidas que se anunciaron en un primer momento como participantes en el film iban a palmar en los diez primeros minutos de metraje. Que esa es otra, se critica mucho a James Gunn porque siempre saca a sus colegas de siempre en todas sus pelis desde que ascendió a las ligas mayores (que bueno, se ve que si lo hice Tarantino o Alex de la Iglesia mola, pero si lo hace este señor es una mierda, pero ese es otro tema...), pero, joder, ya me gustaría tener un autobús a mano en el que estuvieran metidos Nathan Fillion, Michael Rooker y compañía dispuestos a venirse conmigo a rodar lo que fuera sin rechistar.

En fin. Paro ya porque me podría tirar rindiendo pleitesía a Gunn durante párrafos. Es una peli de superhéroes cojonuda, pero una comedia ácida mejor todavía. Coronado queda el señor al que han dejado a cargo de rebootear toda la franquicia. Digan lo que digan los haters, estamos en buenas manos.

1. WONDER WOMAN (2017)

Y casi que dándose la palmada con el anterior caso (la verdad es que podrían ser intercambiables), tenemos la que es, para mi gusto, la peli más redonda de todo el DCEU. Porque si, El Escuadrón Suicida es una comedia estupenda, pero esta es, a la vez, una peli de orígenes muy bien planteada, por otro una cinta bélica bastante correcta y, en tercer lugar, una de las pocas pelis de DC/Warner que puede presumir de tener un subtexto ya no sólo interesante, sino bien resuelto.

Aunque debutó en Batman V Superman y pese a lo que tuvimos que sufrir aquí en España con el particularmente horrendo doblaje que tuvo , la presencia de Gal Gadot como la amazona (que, seamos sinceros, ninguno dábamos un duro por ella) resultó ser tan icónica que va a ser difícil que futuras versiones del personaje consigan desapegarse de ella. El desarrollo de su personaje, de mujer criada en una sociedad hembrista a mujer reconciliada con el sexo opuesto a raíz de un sacrificio heroico masculino es una agradable vuelta tuerca a la estructura clásica de las grandes tragedias superheroicas de los tebeos. Hasta llegar a este punto, sin embargo, tenemos un montón de secuencias espectaculares de acción en plena Primera Guerra Mundial, con el asalto de la protagonista a las trincheras como el momento más memorable del film.

Junto a Gal Gadot tenemos a un simpático Chris Pine de partenaire, al dueto de Elena Anaya y Danny Huston como contrapartida malévola a la pareja protagonista y a un abundante plantel de secundarios conocidos entre los que encontramos a Connie Nielsen y Robin Wright en las filas de las Amazonas o a David Thewlis y James Cosmo en el mundo de los humanos. Y no se puede decir que ninguno esté especialmente mal (cada uno en el espectro en el que le toca trabajar, claro está).

La verdad es que aunque ahora mismo no se me ocurra mucho más que decir sobre la peli la verdad es que le veo pocas cosas malas al conjunto. El reparto está bien, la traslación del personaje es correctísima, la acción es espectacular y está muy bien rodada con las dosis justas de slow-motion (doble mérito para una directora cuyo mayor éxito había sido Monster, tremendo drama con psychokiller protagonizado por Charlize Theron, y que fue descartada para realizar Thor: El Mundo Oscuro para la Marvel), tiene una moraleja que no da asco...si hasta la banda sonora, que suele ser impersonal en este tipo de pelis, consiguió sacarse de la manga un tema principal para Diana que es tan épico y reconocible que ha trascendido a la propia peli. Yo al menos lo he visto usar de fondo como banda sonora desde en eventos deportivos hasta en los debates de Al Rojo Vivo en la Sexta.

La prueba definitiva de que esta peli es buena de verdad es que es la que más veces he visto de la lista con diferencia y, aún así, todavía no me muestra signos de agotamiento. Es un clásico moderno del cine de superhéroes, posiblemente el único del DCEU junto al segundo puesto de esta lista.


Y con esto llegamos al final del viaje. Como vemos, una trayectoria con más bajos que altos pero que, aún así nos dejó un buen puñado de pelis disfrutables como mínimo.

¿El Futuro? Verdaderamente incierto. James Gunn fue nombrado encargado de encarrilar todas las franquicias del Universo DC en un nuevo reboot que verá la luz en unos años. Por lo pronto, debutará en las pantallas con Superman: Legacy en 2025 y con la mitad de Internet ya en contra suya, con el cuchillo en mano y deseando verle caer en desgracia. Por mi parte, espero con expectativas esta nueva etapa de DC en el cine y, al menos, el nuevo plan de acción anunciado tiene algo que no tenía el difunto DCEU: variedad. Es una hoja de ruta en que, al menos de momento, tiene cabida de todo, desde pelis más oscuras que juguetearan con el terror (la anunciada adaptación de La Cosa del Pantano con James Mangold a los mandos), hasta pelis de superhéroes formulaicas (el nuevo Batman, aparentemente más comiquero que nunca, que perpetrará Andy Muschietti), pasando por la space-opera (Supergirl: La Mujer del Mañana), todo mientras mantienen fuera del canon de este universo a gente como Todd Phillips y Matt Reeves para que sigan haciendo lo que les venga en cana con el Joker y Batman respectivamente, y continúan con sus proyectos en TV, donde cosas como la serie de El Pacificador, orquestada por el propio Gunn, han cosechado inesperados éxitos de crítica y público.

Dicen que el cine de superhéroes está en decadencia y que da claras muestras de agotamiento. Si bien esto es cierto, y ambos estudios, Disney y Warner, deberían rebajar el ritmo de producción, este 2024, a raíz de los parones provocados por la huelga de guionistas y actores va a estar sorprendentemente vacío de pelis de este tipo, lo que va a permitir que el público se sienta un poco liberado de tanta sobredosis comiquera y que la industria se pueda permitir engrasarse un poco. 

Yo sigo confiando en estos esudios...confiando en que se reinventarán y actualizarán y volverán a ser capaces de sacar esa chispa de genialidad con la que el público tan bien conectó en la década pasada, Volverán a ser los putos amos, no tengo ninguna duda.