viernes, 9 de diciembre de 2016

ENFRENTADOS de David Von Ancken


Título: Enfrentados (Seraphim Falls)
Director: David Von Ancken
Año: 2006
Guión: David Von Ancken y Abby Everett Jacques
Intérpretes: Liam Neeson (Carver), Pierce Brosnan (Gideon), Michael Wincott (Hayes), Ed Lauter (Parsons)

Un hombre se encuentra tranquilamente en medio de una montaña nevada cocinando tranquilamente un conejo que ha cazado cuando, de pronto, recibe un disparo en el hombro por parte de un individuo desconocido. Así se iniciará una persecución incesante a través del oeste americano cuyos motivos se revelarán progresivamente al espectador.
Este pequeño y humilde western forma parte de esa pequeña oleada de westerns modernos con estrellas de primera fila que se dio hace unos años y de la cual surgieron películas como El tren de las 3:10 o El Asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford y, sin embargo, a diferencia de las mencionadas y otras cintas semejantes no resulta tan conocida por el público, posiblemente porque no gozó de tanta fortuna como alguno de dichos títulos.
Enfrentados (un nuevo hito para los traductores españoles) es una película muy reposada, muy lentita y con un argumento mínimo. Se inicia con una primera media hora en la que Pierce Brosnan apenas hace otra cosa que gruñir y farfullar mientras sobrevive a sus perseguidores a duras penas a través de la nieve, prosigue en las grandes praderas y estepas norteamericanas para, tras haber atravesado una misión evangélica itinerante y la construcción de una línea de ferrocarril, terminar en pleno desierto, habiendo recorrido en menos de dos horas todos los tipos de parajes que el western moderno tiende a ofrecernos, los cuales nos son mostrados con una fotografía preciosista y unos planos largos que recuerdan muchísimo a dos películas que aparecerían años después: el Valor de Ley de los hermanos Cohen y El Renacido de Alejandro González Iñarritu, que no me extrañaría que hubiera tomado como inspiración esas secuencias iniciales en las montañas a la hora de retratar el calvario sufrido por Di Caprio en medio de los páramos helados.
Pero no sólo nos habla de los paisajes americanos, sino que Enfrentados intenta capturar la idea de que en el oeste americano (en este caso usado en parte como un reflejo de la sociedad actual) había más demonios que ángeles, ya fueras soldado, campesino, obrero, empresario o religioso, aunque también tiene tiempo de aportar su granito de arena al sempiterno conflicto entre las dos Américas (que por una vez muestra hijos de puta en ambos bandos y no sólo en el sudista) .
Evidentemente, al ser una película tan reposada, el peso principal de la misma recae en sus dos protagonistas. Por un lado tenemos a un Pierce Brosnan en su etapa post-James Bond interpretando un papel concebido en origen para Richard Gere. Ya no tenía que mostrar siempre un aire de gentleman inglés y eso se nota, pues lo que nos encontramos aquí es un Pierce Brosnan ya algo vejete, cansado y con una barriguilla incipiente que, por otro lado, ofrece una de las interpretaciones más intensas que yo haya recordado en su carrera. Su contrapartida, un Liam Neeson implacable, acomete un papel donde muestra su característica principal: el ser un actor muy solvente y muy satisfactorio pero únicamente sublime en unas pocas ocasiones. Y, ya sea por desgracia o por fortuna, Enfrentados no es una de dichas ocasiones. 
Acompañan al dúo protagonista en forma de cameos los rostros siempre reconocibles de Tom Noonan (interpretando a un reverendo evangélico), el siempre reconocible Wes Studi (encarnando a una especie de alegoría del diablo) y una ajada Anjelica Houston en el papel de un personaje que se podría interpretar como una versión "western" de la mismísima parca.
Dirige la cinta un personaje muy vinculado al mundo televisivo como director y productor de series como Salem, Hell on Wheels o Código Negro, el señor David Von Ancken que cuenta con Enfrentados como su, hasta ahora, único trabajo que ha llegado a la gran pantalla. Ambienta todo el conjunto, además, una atmosférica partitura con ligeros toques siniestros obra de Harry Gregson Williams, compositor de bandas sonoras de películas tales como El Reino de los Cielos o Shrek.
Por supuesto, fue un completo y absoluto fracaso tanto en USA, donde no recaudó ni para pipas (apenas recaudó 420.000 dólares partiendo de un presupuesto estimado de unos dieciocho millones) como en España, dónde llegaría dos años más tarde de su estreno americano y apenas recaudaría 66.000 €. La recaudación mundial apenas superaría la cifra del millón de dólares. Una auténtica calamidad y quizá la explicación de por que esta película no es conocida apenas y por que su director no ha vuelto a rodar una película para su estreno en cines.
En resumen, un western pequeño, sencillo y humilde que aún con toda su simpleza, la verdad es que mola bastante. Un visionado seguro que no le hace daño a ningún espectador.





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