miércoles, 16 de diciembre de 2015

ALIAS: EL ORIGEN SECRETO DE JESSICA JONES y ALIAS: PURPURA de Brian Michael Bendis y Michael Gaydos


Título: Alias: El Orígen secreto de Jessica Jones ( Alias Vol.1 #11-12) y Alias: Púrpura ( Alias Vol.1 #12-14)
Editorial española: Fórum
Publicado originalmente cómo: Alias: The Secret Origin of Jessica Jones ( Alias Vol.1 #22-23) y Alias: Purple (Alias Vol.1 #24-28) [Marvel Comics]
Guión: Brian Michael Bendis
Dibujo: Michael Gaydos y Mark Bagley
Entintado: Michael Gaydos y Mark Bagley
Color: Matt Hollingsworth
Portadista: David Mack

En los últimos días de existencia de la cabecera de Alias, Bendis acometía la tarea final de narrar la génesis de Jessica Jones y sobre todo el cómo llego a convertirse en el sórdido personaje que es a raíz de un conflicto con Killgrave, el Hombre Púrpura. Uno podría pensar que dado que Bendis, entre su aclamado trabajo en Marvel Knights: Daredevil, el cual compaginaba con la serie de Jessica, y su fichaje para guionizar nada más ni nada menos que la piedra funcional de la llamada por un servidor "nueva Marvel del siglo XXI", Los Nuevos Vengadores, estaría más imaginando el cuento de la lechera de cara a su futuro inmediato que pendiente de lo que tenía entre manos en ese momento. Pero ni corto ni perezoso, sabiendo que eran sus últimos momentos como guionista de su niña mimada, cogió y se cascó no sólo el mejor arco argumental de toda la cabecera sino también el más experimental de ellos y el más reconocido por la crítica (no en vano estuvo nominado al prestigioso premio Eisner del año de su publicación en la categoría de Mejor Historia Serializada ).

Aprendiendo a volar...

En estos últimos episodios se toma cómo punto de partida un encargo para Jessica de parte de una asociación de víctimas de Killgrave para lograr que el susodicho villano encarcelado confiese todos los crímenes cometidos en su dilatada carrera criminal que  acabará convirtiendose en un enfrentamiento en toda regla cuando el Hombre Púrpura escape de la cárcel. Es en estas páginas cuando Bendis nos revela de la manera más directa posible que todas las acciones y comportamientos que hemos visto a lo largo de Alias son el resultado de un trauma por parte de Jessica, trauma desencadenado por una violación. Pero este es un mundo de superhéroes y una violación corriente, aunque ya de por sí resulta un acto deleznable, no basta para resultar todo lo impactante que deba. Bendis resuelve la papeleta de la manera más sencilla: si tenemos un villano que controla las mentes, ¿Qué mejor que este robe la mente de la protagonista y la someta a su control? ¿Acaso hay algo más invasivo, más perturbador que el hecho de que alguien corrompa tus pensamientos, te convierta en una marioneta a su servicio, viole literalmente tu libre albedrío?  No me equivoco al decir que los flashbacks en los que se narra el pasado de Jessica son sin duda alguna el clímax de la serie, en tanto que la resolución del conflicto funciona casi más a modo de moraleja, una lección sobre cómo dejar el pasado atrás.
Pero detengámonos momentáneamente en el Hombre Púrpura, villano de segunda hasta que la mano de Bendis lo tocó y catapultó al plano donde se encuentran aquellos malvados con algo de consideración. Cómo he dicho anteriormente estos últimos números, precisamente por ser los últimos, son los más experimentales de toda la cabecera, tanto en la temática tratada cómo en la narrativa (construir una pelea final contra un supervillano basándose principalmente en diálogos no es tarea fácil), pero es en el tratamiento del Hombre Púrpura dónde Bendis se lleva la palma, pues se nos muestra como un personaje sádico y amoral que además, durante sus conversaciones con Jessica, rompe constantemente la cuarta pared, dirigiéndose directamente al lector, autoproclomando tanto a él como a Jessica cómo personajes de ficción e incluso tomándose la libertad, en palabras del guionista en todo momento, de criticas el guión y el dibujo del cómic cómo si de un lector más se tratara. Un movimiento que en un primer momento despista, y que sin dudas desvirtúa un poco las motivaciones del villano, pero que no resulta menos brillante por ello.

El Hombre púrpura dirigiéndose al espectador... de mindundi a la primera división en  unas pocas páginas

Por tanto, Bendis cierra Alias a la vez que Jessica Jones cierra las puertas a su traumático pasado, pero previamente a Púrpura, el último arco argumental, el "Calvo de Cleveland" nos narra en dos numeritos la génesis del personaje, y una vez más el costumbrismo y la cercanía al lado más humano de los superhéroes del que hace gala toda la serie vuelve a hacer acto de presencia. Si bien en Púrpura esta cercanía se nos muestra de la forma más sórdida , en El Orígen Secreto de Jessica Jones se nos presenta de la forma más inocente, pues si bien es la historia del cómo Jessica obtuvo sus poderes, lo es también de la vida de una adolescente en un mundo de superhéroes, una adolescente enamorada en secreto de un chico de su clase, un tal Peter Parker (y si, asistimos al famoso momento de la picadura de araña), una joven que se masturba por las noches fantaseaando con su ídolo, un tal Johnny Storm, y que en un despiste provoca que un camión de residuos tóxicos pegue un volantazo y a punto esté de no chocar con ella, como le ocurriría a un tal Matt Murdock con un vehículo de semejante apariencia. Compaginando estos momentos vemos el incidente que causa sus superpoderes, sus primeros pasos más bien torpes cómo superheroína y el cómo es testigo de alguno de los momentos cumbres de la historia del Universo Marvel, siendo la llegada de Galactus a la Tierra el más reconocible.

Acompañando a Bendis tenemos a los lápices una vez más a Michael Gaydos (cuyo estilo dentro de la cabecera fue comentado anteriormente) que firma en El Orígen Secreto de Jessica Jones el dibujo más feísta de toda  la serie, acentuado gracias a una paleta de colores más chillones que de costumbre, quizá intentando imitar la estética de los cómics de Archie, que hacen que los lápices rocen casi lo grotesco en ciertos momentos. Igualmente, durante las escenas de flashback en Púrpura y a modo de invitado especial tenemos a Mark Bagley, un hombre que en mi humilde opinión es uno de los mejores dibujantes que existen hoy en día para un cómic de superhéroes (sus larguísimas etapas junto a Kurt Busiek en Thunderbolts y junto al propio Bendis en Ultimate Spiderman son una más que suficiente prueba de ello), siendo su trazo estilizado, expresivo, optimista y con un coloreado que lo acerca muchísimo al de las cabeceras anteriormente mencionadas (que son puro blockbuster totalmente alejado de lo que constituye Alias) toda una contraposición con el de Gaydos, algo irónico cuando son las páginas de Bagley las encargadas de mostrar los episodios más atroces de la vida de Jessica.

Bagley y Bendis: fusión de dos grandes talentos

Así pues, y a pesar de tratar con acontecimientos de lo más oscuros, el final de Alias termina siendo una puerta al optimismo, cosa que no extraña, pues una vez terminado su papel en la colección, y ya embarazada de Luke Cage, Jessica se movería a una nueva cabecera, The Pulse, donde guionizada por Bendis de nuevo, y ahora con un tono mucho más ligero, continuaba moviéndose en los submundos del Universo Marvel, esta vez como periodista y acompañada de J. Jonah Jameson, Ben Urich y el resto de plantilla del Daily Bugle. Pero ahí queda el recuerdo de Alias y de cómo en aquellos tiempos hizo lo que nadie más en Marvel se atrevía a hacer, siendo estos dos últimos arcos argumentales la muestra más descarnada de ello. Hay que leerla al menos una vez en la vida.

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