viernes, 11 de diciembre de 2015

THE RIDICULOUS 6 de Frank Coraci


Título: The Ridiculous 6
Director: Frank Coraci
Año: 2015
Guión: Tim Herlihy y Adam Sandler
Intérpretes: Adam Sandler (Tommy "Cuchillo Blanco"), Rob Schneider (Ramón), Jorge García (Herm), Taylor Lautner (Pequeño Pete), Terry Crews (Chico), Luke Wilson (Danny), Nick Nolte (Frank Stockburn)

Simpática película que demuestra de primeras que los tiempos han cambiado y que ya cualquier productora puede atreverse a producir y estrenar por su cuenta en internet, y es que este es un producto traído de la mano de Netflix, la plataforma de video on demand más popular del mundo, y por tanto no verá la luz nada más que a través de la red y en las pantallas de las que cada uno disponemos en casa. Aunque claro, tampoco extraña siendo el bueno de Adam Sandler el que está detrás del proyecto, pues si no algo no es este señor es tonto, y sabe donde está el dinero y que un producto cómo este, en un estreno en cines a gran escala, es probable que se comiera un mojón.
Aun así, lo que tenemos  sin ser una grandísima comedia si que resulta un entretenimiento más que aceptable para pasar un buen rato durante casi dos horas (al igual que la mayoría de películas del señor Sandler), cosa de la que no todas las películas que se cuelgan ese apelativo pueden presumir a día de hoy.

The Ridiculous 6 gira en torno a Tommy "Cuchillo Blanco", un huérfano criado por apaches que, tras reencontrarse con su padre perdido, debe embarcarse en una misión para reunir 50.000 dólares que le permitirán rescatar a este de las manos de un grupo de bandidos, para lo cual contará con la ayuda de una serie de hermanos que el follarín de su padre fue procreando durante sus tiempos mozos cuando iba fornicando por todo el Oeste americano.

¡Y qué hermanos! A cada cual más estrambótico. Tenemos a un mexicano que va a todas partes con su burro interpretado por Rob Schneider, al negro hipermusculado de Terry Crews, a Luke Wilson (hermano de Owen Wilson) haciendo de un borrachín con un oscuro secreto en su pasado, al "crepuscular" Taylor Lautner (al que muchos creíamos acabado, muerto y enterrado profesionalmente) interpretando básicamente, y en una elección más que acertada, a un retrasado mental y a Jorge García (el gordo de Perdidos) cómo una especie de "Hombre de los bosques" que sólo habla a base de gruñidos. Todos ellos, aún sin acometer grandes interpretaciones dejan por los suelos la llevada a cabo por Adam Sandler (al que al menos hay que reconocerle la habilidad para reunir a semejante plantel), quien nos deleita una vez más con su rostro inexpresivo y su sobria interpretación, la cual queda en poco menos que nada si la comparamos con el gran papel de Rob Schneider (que SI es un gran comediante), la partida de culo que es ver a Taylor Lautner (tenido cómo guapo en sus tiempos en la saga Crepúsculo) con perpetua cara de subnormal y los dientes pochos, a Terry Crews tocando el piano con el rabo o el festival de caretos de Jorge García.
Acompaña a esta peculiar hermandad un Nick Nolte viejísimo y pasado de rosca interpretando al progenitor de la peculiar banda y toda una avalancha de cameos de actores de toda clase e índole que no pierden la ocasión de demostrar lo que es tomarse un  papel a cachondeo, a saber: Danny Trejo, un sobreactuadísimo Harvey Keitel, Jon Lovitz, , John Turturro o el siempre eficiente Steve Buscemi (protagonista absoluto, en la piel del clásico barbero de pueblo del oeste, de una de las mejores secuencias del film), amen de toda una serie de cómicos americanos desconocidos para mi persona. 
Uno podría pensar que una película cómo esta tiraría de lo fácil y se dedicaría a parodiar uno por uno todos los tópicos del género western, pero la cinta sabe ir un paso más allá y tener su propia personalidad, aunque eso sí, no pierde la oportunidad de parodiar el clásico "stand-off", el típico pueblo confederado, meter coñas con nativos americanos,, con Abrahama Lincoln e incluso tomarse la libertad de reunir en torno a una mesa de poker a Wyatt Earp, al general Custer y a Mark Twain (ojo, este último encarnado por el rapero Vanilla Ice y haciéndose el negrata con las anteriores leyendas del oeste mencionadas).

Dirige el cotarro Frank Coraci, personaje que ya había trabajado previamente con Sandler en películas cómo El Click y Juntos y Revueltos, y si bien cojea en ciertos aspectos cómo en los efectos especiales (en particular uno referente a una cabeza decapitada que da bastante pena) si da muestras de tener una cantidad relativa importante de capital para ser una producción destinada únicamente a la distribución vía internet, sobre todo en pequeños detalles como es, por ejemplo, el tener de compositor de la banda sonora a Harry Gregson-Williams, que se encargó en el pasado de las partituras de Prometheus o El Reino de los Cielos entre muchas otras.

En resúmen, una cosita divertida, más aún para el que disfrute con la ambientación western, que no va a descubrir nada a nadie pero que si sirve para entretenerse buenamente un rato e intentar dilucidar cual de todos los respetables actores que pueblan el metraje queda más ridículo en la pantalla. Recomendable.


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