jueves, 31 de marzo de 2016

BATMAN V. SUPERMAN: EL AMANECER DE LA JUSTICIA de Zack Snyder



Título: Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia (Batman v. Superman: Dawn Of Justice)
Director: Zack Snyder
Año: 2016
Guión: David. S. Goyer y Chris Terrio
Intérpretes: Henry Cavill (Clark Kent/Superman), Ben Affleck (Bruce Wayne/Batman), Jesse Eisenberg (Lex Luthor), Gal Gadot (Diana Prince/Wonder Woman), Amy Adams (Lois Lane), Jeremy Irons (Alfred Pennyworth)

Posiblemente estemos ante el que es el evento del año en lo que a cine de superhéroes se refiere (con permiso de la Guerra Civil que está a un mesecito de estallar dentro del Universo Cinematográfico Marvel), no tanto por ser la película con la que DC y Warner pretenden iniciarse en el concepto de un Universo Cinematográfico compartido que ya ha popularizado con gran éxito la competencia, sino por ser la colisión tanto tiempo deseada entre los dos iconos más grandes en lo que a mitología superheroica se refiere, el hijo de Krypton y el Caballero Oscuro. `
Ambos han sido figuras que han pasado por la gran pantalla en diversas ocasiones con mayor o menor éxito. Batman ha conocido el éxito con las películas de Tim Burton, el oprobio con las secuelas de Joel Schumacher y un renacer por todo lo alto con la ya afamada trilogía de Christopher Nolan, que encandiló a todo tipo de público. Superman, por otro lado, se ha visto reflejado en el cine como un clásico (el Superman de Richard Donner), cómo un aburrimiento considerable (el Superman Returns de Bryan Singer), cómo un coñazo con más pasta de por medio (El Hombre de Acero de Zack Snyder) o directamente cómo una zetosidad (la archiconocida Superman IV de la Cannon). A lo largo de todo su recorrido en el celuloide siempre se ha especulado con el choque entre ambas figuras pero hemos tenido que esperar hasta este 2016 para ver consolidada esta intención. En lo personal, mis sensaciones con respecto a la película no eran muy buenas, el material que mostraban me estaba enseñando algo que poco o nada se parecía a los cómics que he leído durante mis 23 años de vida (no es para menos como luego veréis), y la soporífera experiencia que sufrí visionando El Hombre de Acero no ayudaba en absoluto. Pero las predicciones están hechas para ser desafiadas, y he aquí que tras visionarla en un paso matinal a las 12 del mediodía junto a otros seis héroes anónimos puedo decir sin despeinarme que Batman V. Superman es una buena película.

Pero vayamos por partes. La película se presenta cómo una secuela directa de El Hombre de Acero en la que Superman tras haber salvado Metropolis  del ataque de Zod es alabado y querido por gente de todo el mundo, o más bien, por casi todos, porque hay quien piensa que el superhéroe de la capa es más un peligro que una solución a los problemas. Entre estos últimos tenemos a cierto justiciero vestido de negro que, desde Gotham City siembra el terror entre los criminales, el cual cree ser el único indicado y capacitado para poner freno a las actividades del hijo de Krypton. Si al cóctel se le añade las maquinaciones de un tal Lex Luthor desde la sombra, la batalla entre los dos mitos está servida en bandeja.
En primer lugar he de decir que no sé como deberá afrontar el visionado de esta película un espectador medio, pero desde luego que un lector consumado de cómics debe ser capaz de separar mentalmente el concepto adaptación y el concepto de la película como un producto independiente, pues si no va a ser con toda probabilidad incapaz de disfrutarla. Con esto no quiero decir otra cosa más que cómo adaptación del cómic deja bastante que desear, sobre todo en lo referente a la traslación de los personajes al cine, pues ni Superman se comportaría de manera tan imprudente (aunque he de decir que me gusta muchísimo el hecho de que el punto de partida que defienden los opositores a Superman es el que sí, salva a la gente de los peligros para luego desentenderse de las posibles consecuencias de sus actos), ni Lex Luthor es tan megalomaníaco y excéntrico ni Batman se carga a los delincuentes en plan Punisher. Esto añadido a la presencia de ciertos cameos y personajes sacados de los tebeos representados de manera más bien chapucera y a un par de secuencia que de lo descabelladas que resultan para un lector parece que estén rodadas a propósito para cabrear a este sector de la audiencia definen la ineptitud aún patente en Warner tras tantos años para adaptar los cómics de DC al cine con un guión decente.
Ahora, como película, Batman V. Superman sí que funciona cómo debe ser. Un comienzo muy bueno (con un homenaje/plagio directo de Batman Begins incluído) en dónde los bandos se posicionan enlaza con un breve espacio de tiempo en el que parece que la cinta va a caer en el sopor que exudaba El Hombre de Acero, sopor del que por fortuna la película huye en cuánto estalla el conflicto propiamente dicho para ya no bajar hasta un final en el que si bien dejan patente el advenimiento de la ya confirmadísima adaptación de La Liga de la Justicia no pecan revelándonos nada sobre el posible argumento, los posibles personajes y demás detalles de este futuro estreno.
Gobiernan el casting  un Ben Affleck que al contrario de lo que todo el mundo afirmó en su momento (y bien que se rajó sobre el tema en la red) compone un Batman y un Bruce Wayne convincentes aún a pesar de estar excesivamente fuerte (casi casi al nivel de auténticos monstruos del músculo cómo Dwayne "The Rock" Johnson) y tener que lidiar con no uno, sino dos trajes de diseños bastante horrendos en mi opinión. Se le opone un Henry Cavill ya más agusto en su papel de un Superman que sigue sin tener carisma alguno al que, por cierto, se han molestado en aplicarle algo más de colorido al traje respecto al diseño hiper oscuro de El Hombre de Acero. El tercero en discordia sería el villano de la función, Lex Luthor, interpretado por un Jesse Eisenberg pasado de rosca, hiper sobreactuado y completamente insoportable de presenciar, especialmente en los momentos en los que se pega esos discursos completamente herméticos de los que uno no es capaz de sacar nada en claro (cuanto daño ha hecho el Joker de Nolan al cine de superhéroes).
Al trío calavera acompañan como secundarios Amy Adams aka. Lois Lane, que una vez más apenas es algo más que una doncella en apuros, un Jeremy Irons interpretando a un Alfred Pennyworth que apenas se parece al Alfred de los cómics y, por todos es sabido a estas alturas, la israelí Gal Gadot interpretando a una Wonder Woman muy convincente tanto estéticamente cómo a nivel interpretativo (especialmente en las escenas de acción) que se convierte automáticamente en uno de los mayores alicientes del film.
Zack Snyder se olvida del uso excesivo de la cámara lenta y del desvarío mareante que perpetró en El Hombre de Acero para pulir un poco su estilo de rodaje, llegando incluso a dejar quieta la cámara durante breves instantes por una vez en su vida, siendo especialmente efectivo cuando llega la hora del gran combate que da título a la película. Junto a Snyder tenemos también a dos viejos conocidos del Universo Cinematográfico DC (ya podemos hablar de este), por un lado David S. Goyer más flojito que nunca a los guiones como lo estuvo en su momento en la trilogía de Nolan y Hans Zimmer poniendo su firma a una banda sonora que parece compuesta a partir de un revoltijo de su trabajo en los últimos 10 años.
Antes de cerrar esto he de comentar un par de detallitos que me han encantado cómo aficionado comiquero que soy: en primer lugar, tenemos aquí posiblemente el batmovil y la batcueva mejor plasmados de todos los que se han presentado alguna vez en la gran pantalla, y en segundo, he de arrodillarme y dar gracias a Dios  de que apenas han cogido como inspiración la obra magna de Frank Miller El Regreso del Caballero Oscuro, evitando así posibles profanaciones y chupadas de polla a un autor que tampoco se lo merece tanto como mucha gente dice.

Lo dicho, aunque si os paráis a mirar casi parece que haya dicho más cosas malas que buenas (es inevitable que le saque pegas a este tipo de películas), Batman V. Superman es en verdad un espectáculo entretenido que te cagas que parece que vuelve a colocar a DC y a Warner en el punto de mira a pesar de las bajas expectativas que se tenían en principio al respecto. Esperemos que Escuadrón Suicida y Wonder Woman, los próximos proyectos a estrenar, no echen por tierra ese logro (aunque visto lo visto aquí, seguramente tengamos que estar más que atentos ante una posible sorpresa con esta última).


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